lunes, 16 de septiembre de 2013

El tiempo pasa

El tiempo es eso que pasa siempre a la misma hora.

Mires cuando mires el reloj, está pasando. Y, por esa especie de milagro cósmico que hace que seamos todos iguales pero diferentes, pasa para cada uno a una velocidad, pero para todos pasa a la vez.

El tiempo es eso que no sabemos definir, tan difícil de explicar, pero tan sencillo de pasar. El tiempo no huele, no hace sombra, no salpica ni hace ruido y, aún así, sabes que siempre está contigo. Y que pasa.

Para mal y para bien, el tiempo pasa. Pasémoslo juntos.

 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Supermiserias

Diría que una de las razones por las que me gustan los superhéroes es la misma por la que a mucha gente le gustan las personas que salen en el Hola: nunca huelen mal, siempre salen bien en la foto, sobreviven a las catástrofes, no hacen caca. Son perfectos.

Quizás también por eso me gustan tanto las series del ilustrador y fotógrafo Greg Guillemin, porque aunque no las veamos, los superhéroes, como todos, tienen sus miserias. Perfectas, quizás, pero miserias.





“Super Heroes at home – La vie réelle des Super Héros“

"Secret Life of Heroes-La vie ordinaire des super héros I"

"Secret Life of Heroes-La vie ordinaire des super héros II"

"Secret Life of Heroes-La vie ordinaire des super héros III"

martes, 10 de septiembre de 2013

Los límites de la amistad

¿Hasta dónde hay que llegar por un amigo? ¿Dónde está la línea que separa el "estoy para lo que necesites" y el "eh, hasta aquí, te estás pasando"? ¿Cuántos "noes" hay que dejar pasar hasta llegar al definitivo e irreversible? ¿Es necesario llegar a un "no" irreversible o con un "esta vez, no" es suficiente? ¿Cómo se dice "no" a alguien que espera que le digas "sí"? ¿Soy gelipollas del todo o la puntita na más?

Me hago estas y otras preguntas así estos días. Y no tengo las respuestas.

Porque estoy en una situación de la que no sé cómo salir. Me he convertido sin querer en un soporte. Yo pensaba que era temporal, hasta que la cosa se arreglara un poco, sólo puedo confiar en ti, que siempre has estado ahí incondicionalmente, y ahora me siento como si tuviera que estar ahí para siempre. 

Y no me veo con fuerzas. Ni con ganas. Ni con ánimos. Y, oyes, qué coño, no quiero. No quiero esa responsabilidad. Porque para mí es una responsabilidad, no me sale sólo, me lo tomo en serio.

Pero no sé cómo decirlo. No sé cómo decir no sé si puedo estar ahí, donde sea que esté ese ahí, siempre que quieras y cuando quieras. No quiero que pienses que puedo estar disponible para confortarte en cualquier momento porque no sé si voy a poder responderte, y no me gustaría decepcionarte. Y además estoy hasta los huevos.

Intento imaginarme en cómo me sentiría yo si alguien me dijera algo así, o menos agresivo pero con ese mismo significado. Y digo "imaginarme" porque nadie me ha dicho nunca nada así, pero no sé si es porque yo nunca me he recostado tanto en alguien como para jartarle hasta no poder más o porque el resto del mundo tampoco dice cosas así y se lo han callao. No sé.

La cuestión es que ando preguntándome últimamente dónde están los límites de la amistad. Y, a pesar de que es realmente serio, me lo planteo de una forma tan móñer y me siento tan gelipollas que me da la risa de vez en cuando.

Ya ves.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cinco años

Hoy es mi no cumpleaños. Dentro de unos días será mi cumpleaños de verdad ¡qué nervios! pero hoy es mi no cumpleaños.

Cinco años, que se dice pronto.

Coño, cinco años.

Así, por hacer balance del lustro, pues me he pegao unas buenas risas a costa de palmarla un ratito. Hubiera preferido no pasar por esa experiencia, claro que sí pero, oye, ya que te pasa una desgracia, pues si te puedes reír un rato a su costa, mejor.

Que igual es que trivializar la muerte, la propia, ayuda a sobrellevar el miedo porque, a ver, un poquito de cague si se pasa. Se da una cuenta de cuánto puede cambiar todo en un segundo, de cómo un acontecimiento en la vida puede significar muerte, automáticamente. Ah, haber elegido susto. También se da una cuenta de que hay que ir bien depilada y con ropa interior molona A TODAS PARTES, porque nunca se sabe. No, en serio, nunca se sabe.

No sé. 

Igual es que se me olvidó pensar en lo de la espiritualidad esa y los dioses decidieron que no valía la pena sacar los tiros largos si no iba a hacer caso. O que tener una experiencia extracorpórea* con este cuerpo serrano no le venía bien al universo. O que el espectacular y entregado equipo médico de un hospital público, con un problema generalizado de halitosis que pa qué, hizo maravillosamente bien su trabajo, que todo es posible, vete a saber.

Lacuestiónesque,chicamira...

Cinco años. 

Por resumir, que hoy es mi no cumpleaños y voy a celebrarlo. Voy a celebrar que hace cinco años que puedo seguir contándolo y haciendo caca levantándome por las mañanas.






* Escribir experiencia extracorpórea en el blog sin hacerme pipí de la risa, LOGRO DESBLOQUEADO.



domingo, 1 de septiembre de 2013

Fred y Lorraine

Cuando era pequeña nunca tuve el deseo o la visión de una familia propia. En mi inocencia, me veía feliz viviendo siempre sola, haciendo lo que quisiera con mi vida, sin nadie que me dijera lo que tenía o no tenía que hacer. Sin deber nada a nadie. Sin tener obligaciones con otras personas.

Esa fue la única percepción que tuve sobre mi futuro como adulta: mujer soltera e independiente. Una loca de los gatos, vaya.

Me gustaría decir que estoy orgullosa de haber cumplido aquel deseo infantil, pero no. A estas alturas soy demasiado consciente del paso del tiempo y de las muchas cosas que nunca tendré y que, ahora que lo pienso con la madurez de los taintantos años, me hubiera gustado tener: un compañero, un amante, un amigo, una persona con la que pasar los días y las noches y recordar cosas juntos, alguien a quién decir "te quiero" y que me correspondiera.

Tengo sólo una parte de esas cosas y cada día que pasa es más evidente que no es suficiente. Lo quiero todo. Ahora lo quiero todo, que le veo las orejitas al lobo, ya.

Quiero que alguien me eche de menos cuando me muera, que alguien se alegre de haber compartido su vida conmigo, que alguien desee estar conmigo cada día, todos los días, con lo bueno y con lo malo. Quiero a alguien que me quiera y a quien querer. 

Quiero ser la Lorraine de un Fred.