lunes, 2 de enero de 2023

El día siguiente

No he tenido ganas de hacer un post despedida o resumen de 2023.

Aunque lo pensé, incluso lo empecé, no he tenido ganas. Me parecía un dejà vu: que si vaya mierda de año, que si qué ganas de que se acabe, que si blablabla... Lo mismo de siempre.

La experiencia me dice que si me pusiera sacaría muchas cosas positivas de este año, claro que sí*. las ha habido. Lo que pasa es que así, en punto gordo (guiño, guiño, codazo, guiño) cuando miro para atrás siempre me pesa más lo malo que lo menos malo. Soy tirando a pesimista, qué quieres que te diga, y el cambio de año me dice más bien poco.

No descubro nada, lo dijo Radio Futura en 1987:

Nunca se puede saber

Lo que va a ocurrir mañana,

Salvo que al fin de semana,

Sigue un lunes otra vez.

Cara o cruz, de La canción de Juan Perro

O el 1 de enero es el día que sigue al 31 de diciembre, y todo sigue igual.

¿Había venido aquí a quitar épica, romanticismo e ilusión a lo del Fin de Año? No especialmente, pero esto en lo que ha quedado este post, que en origen era un intento de recuperar la rutina de escribir por el simple y mundano placer de hacerlo. Que he leído un hilo de esos de propósitos para el año nuevo que decía que para cumplir los ídem HAY QUE HACERLOS (valga la redundancia) y me lo he creído. O he hecho como que me lo he creído, yo qué sé.

Así que aquí estoy, dando vueltas de vez en cuando al capuchino descafeinado, con Radio Futura de fondo, pensando en lo ¿triste, desganao, vacío? que está quedando este post, consciente de que la Gordi de hace un mes seguramente no publicaría por no pasar el control de calidad propio, como los otros cerca de 200 borradores muertos. O 300, así de cabeza no me sale la resta.

¿Qué ha pasado para que puedas leerlo? Que la Gordi que está hoy al mando necesita recuperar la rutina de escribir más que conseguir la excelencia. 

¿Qué va a pasar a partir de ahora? Pues vamos a tener que esperar al post de despedida/resumen de 2023.


* Y no pienso retar a nadie ni recoger ningún guante.

2 comentarios:

  1. Lo bueno de los años maluchos es que se lo ponen fácil al siguiente para mejorar. Aunque sea un poquito. Yo no pierdo la fe de que pase, igual que siempre compro loteria de Navidad por si acaso. Nunca toca, pero y si, juuusto este año, sí toca? La posibilidad siempre está ahí ;P
    Totalmente a favor de recuperar la rutina de escribir como propósito de Año nuevo!
    Feliz 2023!

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