lunes, 5 de octubre de 2020

Sueño contigo

Últimamente sueño mucho contigo.

O, más bien, sueño mucho con follar contigo.

No me interpretes mal, te echo de menos por el sexo.

Es otra cosa que me quitado la pandemia, el sexo. No acaba de llamarme la atención quedar con señores random para intercambiar fluidos en estos momentos y, o tengo demasiado autocontrol o no me hace tanta falta como creo que me hace faltLO DEL AUTOCONTROL.

Aunque si esto hubiera pasado hace unos años tú habrías sido igual de random que cualquier otro estoy casi segura de que hubiera ganado esa falsa sensación de seguridad que da estar con alguien que te come el coñTE RONEA desde hace años. Como quien no tiene miedo de que le peguen con una ETS porque está emparejao, pero modelo coronavirus.

Y luego está lo de… bueno, no me interpretes mal, no te echo de menos sólo por el sexo.

Echo de menos la intimidad, el cariño, la complicidad, la confianza… El drama, no, pero todo lo demás sí lo echo de menos.

Supongo que la pandemia ha acentuado todas estas mierdas: la falta de contacto físico, la soledad, los cambios de rutinas, el aislamiento... Y sueño contigo un montón, hostias, y me levanto con el cuerpo revuelto y la cabeza en otros sitios.

Que, chico, cómo es la mente, si hasta he empezado a pensar que teníamos algo bonito...

¿Por qué estoy escribiendo esto pero no te lo digo? Escribirlo tiene muchas ventajas: me ayuda a darme cuenta de que no tengo que bajar la guardia, porque sería muy fácil volver a empezar; si sale de mi cabeza y lo sabe alguien más me avergonzaría tanto recaer que no voy a hacerlo; y, sobre todo, sería muy idiota.

Y con eso me quedo, con las ganas, la nostalgia y los sueños a destiempo.

3 comentarios:

  1. Pues decir que también ayuda a las que te leemos y nos sentimos identificadas. Mi psicóloga me dijo que yo volvía a pensar en él, sobre todo en las cosas buenas (como el sexo o su manera de apoyarme en mi carrera) por la sensación de incertidumbre que nos crea la pandemia, que nuestro cerebro busca sentimientos reconfortantes y menos inciertos para ayudarnos a sentirnos mejor. Y que no está mal, siempre que nos demos cuenta, lo confirmemos y sigamos nuestra vida en el presente.
    Y aquí seguimos, en el presente y sin follar.

    ResponderEliminar
  2. A falta de follar, con y sin pandemia, siempre nos quedará el vicio solitario.

    ResponderEliminar
  3. No hagas caso a los cantos de sirena, la soledad y el tiempo emborronan los recuerdos, borran lo malo y dejan lo bueno. Si lo tenías claro en su momento, ahora es un espejismo. No te dejes. Vendrán tiempos mejores para los mimitos, la intimidad y para TODO, ya verás. Se está haciendo eterno, pero volverán los buenos tiempos. No te desesperes.

    ResponderEliminar