Hace unos días hubo un problema con el TPV y la tarjeta en un comercio. Pasaba la tarjeta una y otra vez pero el TPV decía que la operación se había cancelado.
Después de intentarlo varias veces miré en la aplicación del móvil y el pago se cargaba cada vez así que, al final, pagué en efectivo. Mientras la dependienta hablaba con el dueño por teléfono para ver qué hacía entraron un montón de guiris dando por el culo y, para quitarse el problema de encima, acordaron que me daban el dinero en cash, porque le enseñé que se había cargado el importe varias veces en la cuenta.
Aquí servidora, que no estaba muy convencida, vio a aquella señora abrumada por chorricientos guiris y dejó su teléfono por si había algún problema, JIC, you know.
Estábamos hablando de casi 500 euros.
Al día siguiente me llama el dueño:
- Mire, soy fulanito, de la tienda nosequé. Por favor, compruebe su cuenta porque se ha cancelado el pago y le devolvieron el dinero, y la dependienta también se lo devolvió en efectivo. Le agradecería mucho si pudiera pasarse, sin prisa, cuando usted pueda, para devolver el dinero de más que le dimos.
Casi 500 euros en efectivo.
Efectivamente. El banco me había devuelto el dinero.
- Pues la verdad es que me viene fatal ir, pero si me da su número de cuenta le hago una transferencia ahora mismo.
Y la hice, todos contentos.
¿Todos contentos?
PUES NO.
Me ha dicho que si puedo pasarme me ha preparado un detalle y que, si no, me lo enviaría por correo. Y me ha dado las gracias mil veces.
Un rato después me ha llamado el dueño. Ha confesado que no tenía ninguna fe en recuperar el dinero, me ha pedido disculpas y me ha dicho que tengo un detallito esperándome en la tienda, y que Dios me bendiga. Ojalá el karma se dé por aludido y me trate bien el resto del verano. Y todos contentos.
¿Todos contentos?
PUES NO.
Ahora voy y se lo cuento a una amiga y me dice que soy tonta por haberlo devuelto, porque no fue un error mío y tenían que asumirlo ellos.
Karma dime algo bonito, que yo así no puedo, mira.
¿Qué hubieras hecho tú?