miércoles, 18 de marzo de 2020

Confinada

No podría decir que estoy aburrida porque no es el caso: teletrabajo de normal y tengo que seguir haciéndolo.

Es más, creo que estoy trabajando más de lo que debería, simplemente porque me siento culpable por estar tan pendiente de lo que pasa a mi alrededor en el mundo más cercano.



Aún así, me bulle la cabeza, aunque no me acompañe la acción.

Quiero hacer un cadáver exquisito si alguien más se apunta.

Quiero hacer un podcast.

Quiero hacer cursos on line.

Quiero ponerme al día con series y pelis y ver más de 60 minutos a la semana.

Quiero terminar, al menos, el libro que tengo en la mesita de noche desde Navidad.

Quiero aprender a dibujar, a bordar, a hablar alemán, a programar html, a maquillarme...

Quiero comer algo cocinado, más allá de la leche con colacao.

Quiero besar, tocar, abrazar, querer.

Quiero escribir, escribir, escribir.

Quiero tener tiempo para pensar.

Quiero...

Quiero dejar de tener ganas de hacer cosas y ponerme a hacerlas.



4 comentarios:

  1. Yo creo que estamos todos un poco igual, como paralizados, colapsados mentalmente... A mi al menos no me cunde nada el día, ni trabajando, ni escribiendo, ni ordenando, ni nada... Nos iremos acostumbrando, seguro. ¡¡AUPA!!

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  2. Pasará este encierro obligatorio y lamentaremos no haber aprovechado el tiempo en casa, ya verás.

    Besos.

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  3. admiro tus ganas de hacer cosas aunque sea solo pensándolas... yo al revés, del optimismo paso a hundirme de a poco... saludos

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  4. Día 14 de confinamiento y nada de nada. Terrible. Bueno sí, un bizocho.

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