Tengo ganas de hablar con mi madre.
A todas horas.
Tengo ganas de contarle que la planta de violetas que le regalaron en el hospital, y que me traje a casa, aún no se ha muerto, pero que la grande que tenía en acogimiento sí, no le ha venido bien el invierno en mi casa.
Ella me diría que no pasa nada, que hay más plantas, que yo he hecho todo lo que he podido y que ya está, hale, hale, ya pasó. Yo le contestaría, enfurruñada, que me sabe mal y así estaríamos un rato, riéndonos porque me entristece que se me mueran las plantas.
Tengo ganas de contarle la idea que se me ha ocurrido para colgar la cortina como quería sin destrozarla, como todas las demás.
Ella frunciría el morro y me diría "harías cualquier cosa por no montar la máquina de coser, ¡qué chapuza!". Luego le enseñaría una foto para que viera que queda bonito y no se nota y diría "bueno, va, ya lo arreglaremos", y pensaríamos juntas qué peregrina idea emprendía para no morderme las uñas.
Tengo ganas de que me pregunte cómo estoy y decirle que muy bien, y que me contesta que se me nota y que soy más guapa que un sol, "la més bonica del mòn, feta i per fer".
Tengo ganas de decirle que la quiero mucho, como la trucha al trucho. Pero al oído, como siempre, y con unos besos de agüela después, no desde mi cabeza, que mira que suena ridículo decirlo aquí dentro.
Tengo ganas de decirle que no se preocupe, que estoy bien, que todo es normal y se me irá pasando poco a poco, que lloro sólo cuando me acuerdo de ella.
Yo tengo ganas de decirte que eres muy bonica, que te queremos mucho y que no pasa nada por llorar, que también es vida.
ResponderEliminarTe queremos mucho, Gordipé.
ResponderEliminarDesde aquí estás hablando con ella.
ResponderEliminarBesos.
¡¡Un abrazo enorme!!
ResponderEliminarPues ya sabes...te sientas con el ordenador...y escribes (hablas) con ella... seguro que te va a salir algo muy bonito :-) y tu corazón va estando menos triste.
ResponderEliminarBesicos
ResponderEliminarMucho ánimo!
ResponderEliminar