miércoles, 9 de octubre de 2019

Hace 10 años mi madre cantaba. Personas desconocidas se acercaban a felicitarla cuando acababan las actuaciones y se hacía fotos con ella, porque era fantástica. Ahora apenas puede hablar.

Hace 5 años jugaba en el suelo con mis sobrinos y se inventaba la vida de los playmóbiles en el circo. Ahora, ir al baño es como correr cinco maratones seguidas.

Hace 1 año fuimos al primer cumpleaños de su primer sobrino-nieto, lo cogió en brazos y sopló la vela con él. Ahora a veces no se acuerda de su nombre y creo que tampoco sabe quién es.

Hace 6 meses hacía la cama a poquitos, hacía arroz al horno cuando yo iba a comer y arreglaba los bajos de los pantalones de mis hermanos, porque no quería sentirse inútil. Ahora ya no puede peinarse sola.

Hoy mi madre me ha dicho que no quiere vivir así, que quiere morirse, descansar, y yo sólo he podido cogerle la mano y decirle que la quiero.

Hoy vengo a llorar más que nunca, porque no he sido capaz de decirle que la entiendo.