sábado, 22 de julio de 2017

Día 14: Sangüijuelas

Hace poco conocí a un tipo de esos que tiene una cuenta con chorrocientos mil seguidores que coge cosas de otros y las publica como propias. Resulta que ha copipegado un tuit de una amiga y ha tenido tropocientos retuits pero no importa, porque es un tuit y qué más da, un tuit.

Él tenía claro que:
- Se estaba aprovechando del trabajo de otros para ganar seguidores.
- No sabía explicar por qué o para qué quería todos esos seguidores, pero los quería, y a coste cero.
- Otras personas con menos seguidores estaban sacando provecho económico y él no, aunque se lo mereciera más.
- Le importa una mierda que otras personas dediquen tiempo, esfuerzo, dinero, talento, conocimientos... a crear algo, aunque sea un meme. A él también le cuesta tiempo seleccionar, borrar marcas de agua, teclear lo que no puede copipegar...
- Todos lo hacemos. ¿Por qué no iba a hacerlo él?
- ¿Qué va a hacer? ¿Citar a la otra persona que lo ha creado? ¡¡¡¿¿¿ESTAMOS GELIPOLLAS O QUÉ???!!!
- Lo que está en Internet deja de tener dueño y cualquiera puede cogerlo y hacer lo que quiera.

Ya verás lo que nos reímos cuando su mujer vea las conversaciones que ha tenido con dos de mis amigas en Tinder, que están en Internet, dejan de tener dueño y cualquiera puede cogerlas y hacer lo que quiera...


2 comentarios:

  1. Me sorprende mucho ese hábito que tienen algunos de apropiarse de las cosas públicas de internet e intentar colarlas como propias.
    Esa mala práctica solo puede igualarse a otra práctica igual de mala: la de quienes se tragan todo lo que ven en internet sin contratar ni verificar fuentes ni nada.
    Si aquellos tienen éxito es, sobre todo, gracias a estos.

    ResponderEliminar
  2. Espero que la última parte sea verdad, imagina qué risas...

    ResponderEliminar