domingo, 15 de enero de 2017

El amor

El problema del amor es cuando no es correspondido de la misma forma.

Ni siquiera tiene que ver, necesariamente, con que la otra persona no te quiera, qué va. Es que, además, tiene que quererte de la misma manera. Y querer cosas parecidas o, al menos, estar dispuesta a aceptar cosas que tú quieres y la otra persona no. Y a ceder, debe estar dispuesta a ceder, que resulta que es imposible que ni dos personas quieran lo mismo todo el rato, con la misma intensidad. Y a sacrificarse. Sí, sacrificarse, que a veces es peor hacer cosas que uno no quiere que lo bonito.

Porque querer a alguien es fácil, lo difícil es quererle con todas las consecuencias, incluso con la mochila que lleva a cuestas, mientras tú cargas con tu propia mochila.

Y, luego, que parece que todo va bien, y los dos queréis lo mismo, y estáis dispuestos a ceder, y a sacrificaros a veces... pero no siempre cuando toca. O cuando a la otra persona le va bien... Y es un lío, todo...

El problema del amor no es no ser correspondido, es no ser correspondido de la misma forma.

O igual es que el problema del amor es el amor mismo.

7 comentarios:

  1. Pues sí. Yo cada día que paso estoy más perdida con esto del amor.

    ResponderEliminar
  2. Si es que es súpercomplicado. Cuando alguien lo entienda, que me lo explique.

    ResponderEliminar
  3. A veces sale bien sin plantearlo ni nada, en plan "oye, que ya llevamos muchocientos años juntos".
    Sin análisis profundos. Es cuando lo piensas demasiado, que la cagas...




    ResponderEliminar
  4. Lo fácil es querer la parte bonita del otro, y exigir que el otro adore nuestra parte fea, pero así no funciona el tema. Incluso cuando partes bonitas y feas son queridas por ambas partes, a veces el amor no basta. Eso, o que nos cuesta mucho renunciar a lo que nos ata.

    ResponderEliminar
  5. Cuando se ama de verdad, se ama con todas las consecuencias aceptando todos los contras sin ningún tipo de sacrificio.
    Ahora bien, todo eso que describes tiene más que ver con la convivencia que con el amor. Hay personas que se quieren muchísimo, pero son incapaces de convivir. Ese es el quid de la cuestión, saber convivir.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Efectivamente, el problema del amor es que trae mucho problemas dentro. Como una matriuska de problemas amorosos. ;P

    ResponderEliminar
  7. Hay que poner en una balanza las renuncias de cada uno. Y procurar que el peso sea igual en ambos platos. De no ser así, hablarlo, negociarlo. Ahí es donde entra el amor.
    Y dejar siempre la puerta entreabierta. Mañana puede que la cuestión se vea de forma diferente.
    Pero lo que se estila es el portazo. Estos super-egos que se llevan, que nos hacen romper todo lo que no nos gusta -para llorar sobre el destrozo al día siguiente-, impiden toda relación longeva.

    ResponderEliminar