El otro día me preguntaron en la entrevista para el trabajo cómo se me daba tratar con la gente. Me explicaron que en el trabajo tendría que hablar y relacionarme con muchas personas, que era muy importante que fuera capaz de escuchar, tener empatía e intentar responder y solucionar las cuestiones que me planteaban.
No recuerdo qué dije exactamente pero, conociéndome, estoy prácticamente segura de que sonreí (quizás con cierta condescendencia), bajé la mirada con falsa modestia, y respondí que estaba acostumbrada a tratar con todo tipo de personas y a intentar solucionar sus dudas o problemas, que sabía escuchar y que era empática. Que era perfecta para tratar con la gente.
También dije que soy una mujer simpática que no tiene ningún problema de relación con otras personas, estoy segura de haber dicho eso.
Tres días después, (TRES DÍAS) la señora que vende sus hortalizas en la planta baja de al lado de donde trabajo me ha regalado dos tomates; la dueña del bar en el que me he tomado los tres primeros cafés de la mañana ya me ha puesto la medida exacta de leche, una de las chicas que trabaja en el mismo espacio me ha dado una copia de la llave de su armarito para dejar mi neceser, y el del bar de los jubilados me ha dado su teléfono para que le encargue lo que quiero de almorzar antes de que se acabe.
Definitivamente, soy una mujer simpática que no tiene ningún problema de relación con otras personas.
Creo que voy a presentarme a alcaldesa del país.
Yo te votaría.
ResponderEliminarAlcaldesa, presidenta del gobierno, a lo que quieras presentarte, yo te voto también.
ResponderEliminarOtro voto
ResponderEliminarjajaja, pues sí, toda buena carrera política empieza por una buena amistad con el del bar de los jubilados. Y tal y como está el patio político en España ahora mismo... yo también te votaría ;P
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