Estoy cambiando. A la carrera.
No es una crisis de la mediana edad. No es un futurible. No es un deseo y ya está, como que me toque la lotería, qué va.
Estoy cambiando y no es ninguna tontería, eh, que la cosa tiene su aquel. Es un querer que no sé hacia dónde va, sólo sé dónde no quiero volver a estar. Es como si hubiera quitado un atasco en algún sitio que ha dejado sitio, mucho sitio, para que todo se reordene, y para que me quede sitio para maniobrar, tranquilamente.
Que sí, que se puede, oiga. Contrariamente a lo que se dice por ahí, las personas podemos cambiar. Sobre todo si ponemos empeño y consciencia. Y voluntad. Y disciplina.Y una resistencia al fracaso y a la frustración tirando a grandotas. El proceso en sí no es supermolón ni supersatisfactorio ni mierdas de eso pero se puede. Una se muerde la lengua, cuenta hasta diez, respira hondo y se puede.
No tengo muy claro cuál va a ser el resultado, pero estoy viendo el proceso y a veces da miedo. Porque se puede cambiar, sí, por mucho que se diga que la gente no cambia. La gente, no sé, es demasiado vago, las personas, sí.
A veces me pregunto si los demás se dan cuenta del cambio, y casi siempre me respondo que no. Tengo la peregrina idea de que cuando vemos [somos vistos] de una manera durante un tiempo, es muy difícil que los demás se den cuenta de los cambios, a menos que los señalemos. Y eso no tiene gracia, claro. Señalarlos, digo.
El caso es que me da igual. Mi cambio es mío y melofo como quiero.
Y, es curioso, cuando veo como desde fuera cómo reacciono, apenas me reconozco. Soy yo, es mi cara, mi pelazo, pero es otra yo, no sé si me entienden.
Ahora la intriga es si el cambio va a hacer que alguna persona que me quiere deje de hacerlo y cómo voy a gestionar eso. Peliagudo, ¿no?
miércoles, 30 de marzo de 2016
jueves, 10 de marzo de 2016
Localismos
Anda el otrora muso del valencianitismo Francisco ofuscado con el nuevo gobierno de coalición del PSOE-PSPV/Compromís/nosequé dePodemos, insultando no sólo a la vicepresidenta, sino a todos lo que hemos votado a Compromís, porque no le gusta que piense en alemán y no sé qué chorradas más. Se conoce que se le ha soltao el culo con lo de ¡qué vienen los rojos!, y pasa el día insultando democráticamente, como dios manda. Todo con mucho respeto y eso.
Y a mí me parece muy bien, porque queda todo muy claro cuando una persona como él, una persona tan medida, con una argumentación tan rica, esgrime su lógica aplastante contra quienes no han votado lo que él quería y nos llame ignorantes, ilusos, gentes de poca cultura. Me parece bien que esta persona vaya dando lecciones de cómo debe sentirse uno que quiere más, o menos, a la tierra que le vio nacer. Él sabe de lo que habla porque grabó el himno de la ciudad y eso es de querer mucho y con mucha emoción.
Que yo me pregunto, especialmente estos días pre-falleros, si es que no andará mosqueao con esto de que el nuevo gobierno se haya quitado de encima un poquito de caspa y, juraría que sin querer, en lugar de poner setenta veces al día el Valencia de Francisco anda poniendo música en valenciano (¡EN VALENCIANO, EN VALENCIA, EN FALLAS, EL ACABÓSE!), con los consiguientes muchos menos euros por derechos que cobrará este señor de la SGAE.
Supongo que a los forasteros de tierras valensianas esta mierda de polémica se la trae al pairo. Incluso puede que contribuya a que la imagen de los valencianos, signifique lo que signifique eso, más allá de la cosa administrativa, se hunda cada vez más en la miseria, y que siga dándoles igual, lógicamente. También me parece bien, queda en anécdota de conspiranoico y, mira, es un tema.
Y aquí andamos con estas cositas, mientras el grupo popular del Ayuntamiento de la ciudad (menos uno) ha sido llamado a declarar ante un juez por blanqueo de capitales, mientras se va confirmando que había una trama criminal para financiar el Partido Popular, mientras van saliendo los miles de millones de euros que han desaparecido de las empresas públicas, controladas por el Partido Popular, mientras...
Bueno, aquí andamos entretenidos con las tonterías de Francisco porque lo demás da mucho miedo.
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miércoles, 9 de marzo de 2016
Prueba superada
Sólo me ha costado un año y tres meses cumplir la mitad de los propósitos de 2015. Y ya me estoy satisfecha. Soy lenta, sí pero, qué quieren, una hace lo que puede.
Que igual es que miraba muy alto. Al dedo, a la luna, a la nada... Sí, definitivamente, miraba muy alto. Y una, que siempre ha sido poco ambiciosa, se abrumó con tanto que hacer y se dejó llevar por el que sé yo y el chi lo sa, y ahí andaba atascada, entre la frustración, el desengaño y el no saber. Hasta que ha ido sabiendo.
Y es que ha sido muy difícil cumplir algunos. Otros, no, otros sigue siendo un placer. Y otros... mira, ya ni me los planteo como propósitos, sólo son cosas que escribí una vez, que no le debo a nadie y ya se me han olvidado. Qué fácil era...
Lo mejor de todo es que aún no ha terminado marzo y ya he cumplido el único propósito que me hice cuando empezó este 2016, este año raro de rima sosa: cumplir alguno de los que me hice el año anterior.
Y me siento muy orgullosa de mí. Porque a veces las cosas pequeñas acaban siendo muy grandes.
¿Trampa? Pues sí, pero es que si uno no se consuela es porque no quiere.
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martes, 8 de marzo de 2016
Cosas de chicas
- En casi todos los trabajos que he tenido el 90% de la plantilla ha sido femenina pero los jefes han sido hombres. ¿Eres chica o jefe?
- En varios trabajos me han hecho recomendaciones sobre la ropa o el pelo. A mis compañeros, jamás.
- He cobrado lo mismo o menos que compañeros menos cualificados, con menos experiencia y a los que he tenido que supervisar.
- He escuchado varias veces "no voy a contratar a más mujeres, no paran de tener hijos". *
- He escuchado cienes de veces las quejas de hombres que no creen que las mujeres suframos discriminación laboral porque, fíjate, ellos siempre contratan a mujeres. Como secretarias. Porque en los almacenes, no, que hace falta mucha fuerza y destreza para manejar las carretillas, y son para los hombres. Qué tenemos suerte, dicen.
- He tenido varias jefas directas, mandos intermedios, que, menos en una ocasión, todas han visto cómo les pasaban por delante hombres que acababan de llegar y aún no habían demostrado nada.
- Me han preguntado si tenía pareja y si pensaba tener hijos en todas las entrevistas de trabajo que he hecho en los últimos diez años.
- Me han preguntado por mi supervisor en innumerables ocasiones, a pesar de haber dejado claro que era la responsable del proyecto.
- Una vez me eligieron en un proceso de selección porque la otra candidata se acababa de casar y pensaban que querría tener hijos pronto porque tiene la edad.
Hoy es el día de la mujer trabajadora. Felicidades, señoras.
* Porque, como todos sabemos, la especie humana se reproduce por esporas y los hombres no tienen hijos.
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Encerio,
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