jueves, 26 de febrero de 2015

Hombres con hobby

Lo malo de los hombres con hobby* es que, cuando descubren el suyo, es lo mejor, lo más importante, lo más grande, lo más divertido, LO MÁS TODO. Y quieren compartirlo y convertirte TODO EL RATO.

A veces, la actitud de un hombre respecto a su hobby da claves para saber si vale la pena aguantar que sea un brasas de vez en cuando o se impone una huida rápida y sin mirar atrás.

Mis favoritos:

Los animalistas
Mujer: huye de la peste de los hombres que te dejen de madrugada, desnuda en la cama, después de una noche de sexo loco, porque tienen que sacar al perro. Huye sobre todo si sabes que es verdad.

Hombre: espero que tu perro te la chupe de lujo.

Los animalistas son esos que van con el animal a todas partes, A TODAS PARTES, que se gastan sus ahorros en plantas para el acuario, que han construido un parque de atracciones con palitos de helado para el hámster. Y luego son incapaces de recordar que no bebes leche normal.

Al principio es gracioso y da ternurica su amor por los animales: hace que parezcan responsables y con capacidad de amar pero ¡CUIDADO! hay que tener muchas ganas de querer compartir la cama, la ducha, el desayuno, los paseos y las quedadas con amigos con el puto perro, porque eso es lo que va a pasar. Una no tiene una pareja: tiene una cohorte. 

George, HAZ MACRAMÉ.
Frase definitiva del hórror: "Muchos animales son mejores que muchas personas".

Los músicos 
Igual a los quince años mola bastante que un muchacho rasgue las cuerdas de una guitarra y susurre canciones de Revólver con la rueda del do. Esos momentos se recuerdan con cariño y a una se le escapa una sonrisa. Más allá de los treinta, los músicos de pro son un puto coñazo.

Si saben, te abruman de tal manera con conocimientos técnicos y con tantos descubrimientos musicales que una pierde completamente el criterio, como si escuchar algo que conoce todo el mundo y no sea considerado alternativo o rarísimo sea muestra de tara mental. Su instrumento (su pene, no, el musical) estará por encima de todas tus cosas. Nada será más importante. 

Si no saben, su camino a ser los nuevos Jimmy Hendrix es LA MUERTE EN VIDA.

Jeff, calla y actúa, cari.

Frase definitiva del hórror: "Escucha. Esto es una grabación de 1925 de Florrick Flandsworthingtown, un obrero de la construcción negro y ciego de un ojo de Kentucky que te va a encantar

Los deportistas
No sé qué es peor: los del modo aficionado a ver cualquier cosa en la que haya un ganador o los practicantes.

¿Qué les pasa a algunos hombres con los deportes? ¿Qué pasa con su criterio? ¿Por qué cualquier acontecimiento deportivo merece su atención? Me fascina que a algunos les dé igual ver un partido de baloncesto, que de waterpolo, que una partida de petanca, el campeonato mundial de cruising o una competición de saltos. 

Y, bueno, LOS PRACTICANTES y sus cositas. Que un tío se chusque en tós tus muertos cuando una echa un vistazo a las lacas de uñas y luego sea capaz de pasar DOS horas comparando camisetas para saber con cuál no se le van a irritar los pezones... 

Corre hacia la luz, Forrest.

Frase definitiva del hórror: "Vamos de compras que necesito un chándal de vestir."


Los sexuales
Aún no tengo nada en contra de los hombres con este hobby.

Michael.




* Quien dice hobby dice afición, predilección, querencia, obsesión, whatever.

jueves, 19 de febrero de 2015

Hombres con gafas

Un hombre con gafas es sexy. Con gafas de ver, I mean. Cualquier persona con gafas es sexy, si a eso vamos, pero hoy hablaremos de los hombres.

Jason es sexy de todas las maneras.
Un hombre con gafas puede inclinar ligeramente la cara y mirarte de reojo sabiendo que su mirada va a ser más profunda, más intensa, aunque esté pensando en si alguien olerá si se tira un pedo porque, amigos, las gafas esconden un secreto poderoso: no hace falta que te esfuerces en fruncir el ceño para parecer más interesante, las gafas hacen todo el trabajo.

Colin, frunciendo sin frunjir.
Un hombre con gafas parece que siempre está pensando en cosas que salvarán al mundo, aunque sólo esté decidiendo si pedirá la tortilla con o sin cebolla. Al parecer, a las mujeres eso nos gusta, porque pensamos, inocentemente, que formamos parte de su intensa y profundísima vida interior. 

Jake pensando cosas.
Un hombre con gafas no tiene que esforzarse para tener una mirada picaruela que nos ponga recachondas, las gafas lo hacen todo por él. 

Mmmmm... a ese bocadillo de atún con olivas melofo...
Cuando te mira un hombre con gafas, cuando ves sus ojos enmarcados observándote fijamente, sabes que te mira a ti, mayormente porque no tiene repajolera idea de lo que hay fuera de su campo de visión. Para lo bueno, y para lo malo.

No me gusta lo que veo y lo sabes.
Un hombre con gafas parece más sabio, más inteligente, más curioso, más interesante. No hace falta que sea nada de eso, pero lo parece, y eso es un punto doble a su favor. Y te dirá sin hablar que no tiene nada que esconder, que todo lo que ves es lo que hay, hasta las gafas.

Llevo gafotas. No hay nada peor. Tienes que quererme así.
Un hombre con gafas puede hacer que creas que eres el centro de su vida sólo con mirar por encima del cristal.

Nena, lo eres todo para mí. De cerca y de lejos.



miércoles, 18 de febrero de 2015

¿Seré yo, maestro?

Es difícil decir algo en Internet sin molestar a alguien. Y donde digo molestar pueden leer que me imagino a orcos soltando humo por las orejas con los ojos inyectados en sangre, para que se me entienda bien.

Una dice "estoy harta de la empresa tal, nunca voy a comprar más porque sus servicios de atención al cliente y de mensajería son una basura" y en seguida sale alguien que vende on line defendiendo a todos aquellos que lo hacen fenomenal y que si se perjudica a las pequeñas empresas que se ganan la vida como pueden vendiendo en la Red y que te calles, Karmele. Una se queja de lo mal que trabaja el funcionariado, que a los hechos me remito, y salen funcionarios superformados, superlistos, superentregados y supercomprometidos de debajo de las piedras, argumentando por qué una está completamente equivocada. Una dice que es egoísta tener hijos y en seguida sale alguien diciendo que es un error pensar así, como si no fuera igual de error pensar asá. Una cuenta su terrible experiencia en la sala de urgencias de un hospital y resulta que para sentirse menos mal tiene que tener en cuenta que puede que la auxiliar de turno tiene un padrastro y le ha bajao la regla o que lleva tres días trabajando por el salario mínimo y, oye, hay que ponerse en su lugar.

Y, bueno, no hablemos de los celíacos, los murcianos, los veganos o los de Podem@s, porque entonces ya una se la carga con todo el equipo y le entran ganas de gasear a cascoporro.

Y, ESPERA, también está cuando a una se le ocurre decir que tal o cual grupo es una mierda, o que no se qué película apesta, o que a la Cospe le canta el pozo, porque los fanses salen de debajo de las piedras con ochenta y seis razones por las que estás equivocado.

Que yo a veces me pregunto si cuando alguien se da por aludido a ver si es que se siente aludido y le jode que le den donde más le duele. O no. Vete a saber.

Es todo muy lóquer y hay veces que no tiene puta gracia. Pierde una la fe en la especie humana.

martes, 17 de febrero de 2015

50 sombras de Anatomía de Grey, la crítica definitiva

Sinopsis

50 sombras de Grey es una película que va de una chica morena sin tatuajes visibles que es SPOILER que conoce a un hombre podrido de pasta con unos pocos pelitos en el pecho que se la quiere beneficiar encadenada y le quiere dar unos azotitos en su habitación del amor.

Y ya.

Podríamos decir que 50 sombras de Grey es una peli erótica de iniciación al bondage, que habla del descubrir el sexo de una jovenzuela inocente a manos de un hombre de oscuros deseos PERO. Podríamos, pero no.

Yo, pa mí, que no ha captado lo que viene siendo que una esté cachonda todo el día esperando el momento de que su churri la ponga mirando a Cuenca a base de cachetazos. Mayormente porque se pasan la peli juntos y no se dan tiempo a echarse de menos y hacerse sus cositas como si no hubiera un mañana.

No tiene atmósfera, ni es erótica, ni nada. Es aburrida y rancia. Lo único que podría haber salvado la mierda de historia son las escenas de sexo, que es a lo que se va, y ni eso. 

Y me sorprende, porque el bondage-BDSM-whatever puede llegar a tener suficiente entidad erótica como para poner como las cabras a poco que se tenga un poquito de gusto y de sentido del morbo. Pues no, las escenas de sexo son propias de la season finale de una seriucha de televisión en la temporada catorce. 

Las interpretaciones, por decir algo, son mayormente una peste. Podría poner el nombre de las personas que salen pero, chica, aquí todos tenemos Google y no me vale la pena. 

Supongo que ella tiene su punto, con su aniñamiento y su retirada a Juliette Lewis en El Cabo del miedo: la boca siempre entreabierta, los ojos vidriosos, el pelo enmarañado con flequillo I-DE-AL... Y él... él es igualico  a Albert Rivera Y NO:



Recomendación

Te recomiendo que no pagues una entrada de cine. Si quieres cachondez hay cosas mejores, como pedir a la señora del estanco de tu barrio que chupe un sello.

lunes, 16 de febrero de 2015

Fuera de los estándares de la belleza (y dos)

Decíamos ayer...

A ver si me explico bien que últimamente la cago cada vez que digo algo.

Me fascina, me parece un ideón lo de #effyourbeautystandards.Me horripila y me fascina a partes iguales o depende del momento. A veces lo tengo claro y a veces no sé qué pensar. 

¿No es un peligro que se banalice lo de estar gordo? ¡Es maravilloso que se normalice, joder ya era hora! Pero si esto es algo que sólo interesa a las gordas. Con la de cosas importantes que hay, como pararse a pensar en esto. Igual las gordas nos sentimos menos mal cuando vemos que hay otras gordas felices... ¿Cómo se ha pasado de criticar hasta la extenuación a las modelos superdelgadísimas porque no es saludable y hasta es peligroso  para la salud de quién decida imitar su ejemplo, porque son modelos, a que nos parezca bien y hasta reivindiquemos que mujeres obesas, igual de peligroso o más para la salud de quién decida imitar su ejemplo, también se conviertan en modelos?

Y así va mi cabeza todo el tiempo.

Cierto es que no es nuevo: lo de "hay que aceptarse como uno es e ignorar los modelos que nos imponen los blablabla" viene de rato atrás. 

Aceptarse como uno es, quererse en todo el esplendor, debe ser muy satisfactorio. O no, no lo sé, no trabajo este tema. Intuyo que sí porque sé cómo es el otro lado y es la mierda, cualquier alternativa debe molar.

Miro a esas mujeres (hay algunos hombres, pero he visto pocos), miro a esas mujeres, digo, tremendas, inconmensurables, inabarcables, casi, y las admiro. Las veo con sus falditas y sus piernas rechonchitas, sus brazos enorrrrrmes, sus culos gloriosísimos, esas tetas que parece que nunca se acaban... las veo sonrientes, orgullosas de que otras personas las vean en todo su esplendor y, oye, me dan envidia y las admiro. Joder, tía, en serio, cómo te admiro. Eres capaz de quererte con un cuerpo tan alejado de la media. Eres tan capaz que incluso lo muestras al mundo

Me pregunto cómo han llegado a este punto, en qué momento o a través de qué mecanismo han conseguido quererse, aceptarse, vivir consigo mismas y ser razonablemente felices con su gran cuerpo. Me pregunto si se sienten menos solas, más comprendidas, más identificadas, cuando ven a otras mujeres como ellas, modelos con las que pueden sentirse identificadas, ser felices, queridas y admiradas, no sólo a pesar de su aspecto, sino a veces, precisamente, por su aspecto.

No sé, estoy horripifascinada con esto de las modelos gordísimas y la nueva bonificación del gordismo y me está dando qué pensar.

Gracias por vuestros comentarios previos.


martes, 10 de febrero de 2015

Fuera de los estándares de la belleza

Estoy absolutamente horripifascinada con la campaña/movimiento #effyourbeautystandards (algo así como fuera de los estándares de bellezai), de la modelo de talla grande Tess Holliday. Tengo sentimientos encontrados.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, me gustaría saber vuestra opinión al respecto antes de contar la mía. 

Aquí Tess, aquí unos amigos.


jueves, 5 de febrero de 2015

Sin sonrisa

Hace unos días @orugrita compartió en Tuiter este post, con la historia (breve) de unas personas, de género femenino singular, todas ellas, que no sonríen nunca, para evitar tener arrugas.

Mi primera reacción fue que no se puede ser más gelipollas, pero fue una reacción breve porque en seguida pensé: coñe, a mí me parece gelipollas pero a ver si va a ser importante. Estas mujeres han renunciado a sonreír, A SONREÍR, porque no tener arrugas es más importante para ellas que compartir la manifestación más chula de alegría que hay, la sonrisa. Pues nada, oyes.

Y entonces tuve una segunda reacción, más madura, más contenida, más reflexiva: estas mujeres han decidido, en un momento dado, contener la expresión para no tener arrugas. Otras nos teñimos las canas, vestimos lo que creemos que es juvenil. y nos gastamos trillones en cremas antiedad que sabemos (porque lo sabemos) que no sirven para nada. Chica, cada una, sus cositas y quién soy yo para valorar a nadie, claro.

La contención me duró poco, y tuve un tercer empujón de pensamiento: Sí, qué criticona soy, y ellas qué autocontrol, qué dominio de la mismidad, QUÉ GILIPOLLAS HAY QUE SER, QUÉ POCA EMPATÍA, QUÉ POCO AMOR HAY QUE TENER, QUÉ TARITA.

Porque una persona a la que le preocupan más las arrugas de expresión provocadas por la sonrisa que el impacto que esta puede llegar a tener sobre su familia, sus amigos, el resto del mundo, coñe, tiene pinta de ser muy gelipollas.


"Cariño, te juro que soy absolutamente feliz, como puedes ver en el gráfico. Tú y los niños llenáis mis días de alegría. Diría que la vida me sonríe, PERO"

miércoles, 4 de febrero de 2015

Felicidades, Bichejo

Hoy es un día tan bueno como otro cualquier para hablar de Bichejo, que se me ha antojao motu propio, sin razón alguna ni nada.

Lo malo de hablar sorpresivamente de alguien a quien quieres es que igual a la otra persona, que no se lo espera ni nada, le da un susto y le sienta mal o algo, pero aquí hemos venido a jugar. Y a ganar, que todo se tiene que decir, que para perder ya está el Valensia.

¿Qué podemos decir de Bichejo?

Pues, HABER, que es una persona, de profesión Acuario.


Como buena Acuario, es tímida, contenida o tranquila, aunque también puede ser otra cosa, vete a saber, con las personas contenidas nunca se sabe. 

Lo que sí sabemos es que se peina, yo soy testiga, no como la panda esa de señoras con pelo a lo hormigas en el árbol que van en los autobuses por las mañanas. De hecho, se peina regularmente y hasta hace otras cosas de maquillarse perfectamente, leer como si no hubiera un mañana y entenderlo todo, comentar cosas de asesinatos de Agatha, disfrutar de la ópera y el teatro, a veces de los que podríamos denominar y más cosas, que yo no sé cómo le da para tanto y llevar siempre las uñas perfectas, que a mí es lo que más me importa de los demás. Eso, y que lo de que se sepan las canciones del Rocky Horror Picture Show. Ella es un WIN-WIN, claro.

Además, Bichejo es tigre. En China dicen de los tigres de horóscopo que son impulsivos y tercos, pero eso es porque no han conocido (aún) a nuestra heroína, un ejemplo de que no y aprovecho para colar a los tigres de Gales y Linares, respectivamente, y de izquierda a derecha.


PERO, sobre todo, SOBRE TODO, es una de esas personas que piensas "joder, qué suerte tengo de haberla conocido", una de esas que cuando pasan por tu vida no quieres que se vayan, porque te gustaría compartir la escoba con ellas hasta el infinito y más allá.



Felicidades, querida. Querida de "te quiero una jartá", I mean.

lunes, 2 de febrero de 2015

Saturada

Estoy saturada.

Desde hace unos días (unos muchos días, ya) me siento como si ya no fuera capaz de soportar tanta tontería, tanto experto en Grecia, en política internacional, en feminismo, ni tanto adivino sobre lo que va a pasar en los próximos meses.

Escucho a políticos incultos defendiendo lo indefendible, y a partidarios de unos y de otros insultar como si no hubiera un mañana y se me queda un ardor en el estómago que me está convirtiendo en una persona más amargada y desesperanzada. Leo miles de palabras al día de miles de personas y se me queda una percepción como que es todo de mentira, superficial, con argumentos muy pobres y conclusiones más pobres todavía.

Siento que soportamos una cantidad de personas indecente que se jactan de su incultura, su pobreza de espíritu y su mezquindad, que saben que el único mérito que necesitan es estar en el momento preciso en el sitio exacto y es para lo único que se preparan. Y esa arbitrariedad me desarma. 

Cuanto más sé peor me siento, y cada vez sé más. Y me ahoga, me violenta y me quita el sueño.

Echo de menos cuando encendía el ordenador y tenía decenas de blogs personales por revisar, blogs de personas que contaban sus cosas de la vida diaria, sus reflexiones, sus opiniones sobre cosas. Echo de menos cuando me sentía conectada a esas personas.