¿Qué lleva a alguien a hacer cola durante horas para pasar por delante del féretro de una persona?
Nunca he entendido qué tipo de morbo puede hacer que alguien salga de su casa dispuesto a pasear delante de un muerto, por famoso que sea.
A "presentar sus respetos", dicen. ¿A quién? El muerto no se va a enterar. ¿Qué respetos? ¿Cuántas de esas personas demostraron sus respetos en vida? ¿Cómo se hace eso cuando uno aún no se ha muerto? ¿Morirse es la única manera de que a uno le "presenten sus respetos"?
¿Se hace por la familia? ¿Es tan importante para una familia ver que el muerto es capaz de movilizar a las masas como para pasar por algo así de público? Lo pienso y me da que hay que estar hecho de una pasta especial para aceptar pasar por algo sí, por tener que pasar el primer duelo, por anunciado que sea, delante de las cámaras y la gente.
¿Es porque la gente se siente mejor "presentando sus respetos" a alguien que cree que lo merecía y a quien quizás no respetó lo suficiente en vida? ¿Por qué alguien se siente impelido a "presentar sus respetos" a alguien a quien no conocía, que probablemente no significó nada en su vida?
En días como hoy vuelvo a pensar en la muerte y confirmo que no entiendo casi nada de lo que se hace cuando alguien se muere. Los ritos me parecen paletos, teatrales y superficiales, como un espectáculo de varietés cutrón, que no se ha renovado en años y aún tiene chistes de los baños de la Preysler.
Y cuando se trata de una muerte pública no sólo no lo entiendo sino que me convence aún más de que hablar de evolución sigue siendo demasiado ambicioso cuando se refiere al ser humano. No creo que haya gran diferencia conceptual entre los enterramientos de Atapuerca y los fastos que esperan a los restos del presidente Suárez. Le meterán en un agujero, con sus mejores galas, pondrán a su ladito lo que quede de su mujer, y ahí los dejarán, para la eternidad o hasta que alguien los encuentre y le interese más ponerlos en otro sitio.
Y nos llamamos homo sapiens...
Pienso que es un reconocimiento a lo que hizo, y una muestra de cariño.
ResponderEliminarYo tampoco lo entiendo. Incluso a un nivel de calle. Mucha gente se sorprende de que familiares de un fallecido se vayan a dormir por la noche en vez de permanecer en vela. Pero si no se entera de nada. En el pueblo de mis padres hay mucho postureo en torno a todo lo funerario: lágrimas de cocodrilo, las mejores galas, lápidas para millonarios, grandes centros de flores... Pero todo para que lo vean los vivos, no para honrar al muerto.
ResponderEliminarY lo de los enterramientos, pues otra cosa inexplicable, cara y sin sentido. Con lo fácil que es que te quemen, y aquí paz y después gloria.
Yo no entiendo nunca las públicas, la gente 'anónima' que llora a la Jurado cuando le preguntan por televisión o los que hacen cola para capillas ardientes.
ResponderEliminarTampoco entiendo lo de los pueblos donde HAY que ir y hacer el besamanos macabro ese.
Pero sí entiendo las más privadas para acompañar a la familia más que para presentar respetos a un muerto que ya no lo va apreciar, haberlo respetado antes. Ese rollo anglosajón de llevar comida a la familia y hacerles compañía un rato, tajarse si se tercia...
Otra que no lo entiende. Y que no soporta los tanatorios y el velatorio absurdo. En el caso de las figuras públicas, no lo entiendo. Pero tampoco en plan más familiar. Me acuerdo cuando murió mi madre, que cuando mi padre, mi hermano y yo llegamos al tanatorio al segundo día, que iba a ser la cremación, llegamos a media mañana. Había gente ya allí, indignada y sorprendida, porque no estábamos desde la hora de abrir!! Diossanto!! Y mi madre sola!! A cagar todos al campo, hombreya. Lo siento, pero a mí no me ayuda que haya un porrón de gente paseándose todo el día, gente que muchas veces ni conoces. Porque además, mi hermano, mi padre y yo, y mi prima, llevamos estas cosas con mucho humor negro, porque no sabemos hacerlo de otra forma. Y claro, la gente que sobra se ofende con facilidad. Un rollo.
ResponderEliminarY como dice J. Lozano, lo mejor es la cremación. Lo hicimos con mi madre, lo hicimos con mi padrino y al que no le guste, que no mire.
PD: perdón por el tocho, y perdón si me he desviado mucho...
En una muerte "privada", entiendo que es más un apoyo a los que quedan vivos, a que no estén tan solos en esos primeros momentos, aunque luego casi ni se den cuenta de nada.
ResponderEliminarEn una muerte "pública", ni idea. Muchos, por dejarse ver. Y otros, por inercia.
Yo intento evitar cementerios, misas póstumas y tanatorios en la medida de lo posible, porque me siento muy ridícula.
ResponderEliminarCuando yo era peque y estudiaba en el colegio de monjas, recuerdo que me enseñaron a rezar para dentro, conmigo misma, porque me decían que los sentimientos y el cariño hacia Dios era algo íntimo y personal y no teníamos por qué ir pregonando nada por ahí.
Finalmente no soy creyente, pero aquella forma de sentir y rezar me gustaba y me recuerda un poco a esto: parece que si no vas por ahí llorando por las esquinas y pregonando tu dolor a los cuatro vientos, no querías a la persona que se murió.
Y no, qué quieres que te diga. Yo no puedo, no me sale. Yo lo paso mal, y echo de menos a quien se ha ido, pero no soporto ir a un sitio donde todos lloran lágrimas de cocodrilo y "muestran sus respetos" cuando verdaderamente son actos que se celebran para ellos mismos, y no para el difunto. Que, a fin de cuentas, ya no está.
Se hace porque es una costumbre inculcada por los putos sotanas desde hace miles y miles de años. Y la costumbre, cuando deriva en tradición, es bien sabido que es maldición, como los putos sotanas.
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ResponderEliminarHay mucha gente a la que les consuela, si no al momento al menos en retrospectiva, que vaya mucha gente al entierro de un ser querido y querrían que fueran muchos al suyo. Les hace pensar que era una persona muy querida y eso sienta bien.
ResponderEliminarYo, como tú, no entiendo la mayoría de los ritos de un fallecimiento. Personalmente no me gusta ver a nadie ni que me llamen, y preferiría pasar el duelo sólo con gente muy muy cercana.
En mi caso se debe a que prefiero la calidad de los amigos a la cantidad y soy perfectamente consciente de que es imposible tener millones, asi que si vienen muchos la mayoría es por cumplir. Pero entiendo que haya gente, como un señor famoso, que si sea admirado por hordas, y entiendo además que hay gente que prefiere cantidad que calidad.
Míralo al revés. Nada más triste que un funeral, o un entierro en los que no hay nadie, o sólo un par de personas. Yo creo que se va a acompañar a la familia, en los casos de funerales privados. En los funerales públicos, pienso que cada cual va por una cosa distinta. Desde el cotilleo hasta la ideología, pasando por querer hacer un reconocimiento. O sea, los que van para ver y los que van para que los veas.
ResponderEliminarCada cual vive la muerte de los demás otro de una forma (la propia se vive igual, está claro), no me parece que sea un atraso. Pero creo que entiendo lo que quieres decir.
A mí no me parece mal, lo que me da verdadero miedo es que me da la impresión de que la mayoría de los asistentes no moverían un pie por los vivos... :/
ResponderEliminarLos de personas públicas no me interesan nada. Aunque entiendo el morbo, el cotilleo o el respeto sincero del que se acerca.
ResponderEliminarLos privados son otra cosa, vas a acompañar a los vivos (como dice la Rizosa, en realidad estas cosas son para los vivos), a darles cariño en un día jodido. A mí me ha gustado sentirme un poco arropada en momentos así.
¿Sabes? He tenido una conversación con mi madre bastante parecida a lo que cuentas. Llegué a casa sorprendida por lo mismo que comentas, que no entendía por qué la gente quería ir, y ella me dijo que de no haber estado pocha, habría ido para presentarle sus respetos. - Pero mamá, si no se va a enterar, que está muerto.
ResponderEliminarY sigo sin comprenderlo. Como el hecho de que se ignore a una persona en vida y una vez muerto, todo sean elogios. No lo entiendo.
Parece que eso de la muerte es algo que solo le pasa una vez por persona a todos. Una sola vez en la vida. En el final de la vida, para ser más exactos. Eso le da un toque de irreversibilidad, de cosa extraordinaria, que hace que la gente se plantee cosas extraordinarias. Intentar comprender lo extraordinario como si fuera algo ordinario, no funciona.
ResponderEliminar¿Que por qué los demás hacen no sé qué? Pues no sé. Yo solo me planteo por qué hago yo lo que sea en el momento que sea. Los motivos de los demás solo los sabe cada cual.