Yo sonrío, asiento y digo que sí, que estoy fenomenal, que no tengo más que un sufrimiento y como no puedo hacer nada al respecto ya me he resignado. Las enfermedades y los corazones familiares van razonablemente bien, no tengo que preocuparme demasiado por cosas como cómo llegar a fin de mes, tengo la suerte de tener a mi alrededor a personas que me quieren y a las que quiero... No tengo ninguna razón objetiva para ser desgraciada, al margen de la angustia en el trabajo, que cada vez va a menos por el amiplindominguismo.
Lo curioso es que mientras yo estoy fenomenal porque no tengo ninguna tragedia que me atormente el mundo se derrumba a mi alrededor. Separaciones, divorcios, infidelidades, paro, adicciones a cosas que podríamos denominar, problemas con los niños, enfermedades... me cuesta encontrar a una persona entre las que comparto mi día a día que no sufra mucho por algo contundente.
Y no puedo hacer nada, claro. Sólo puedo escuchar. Y sentirme un poco culpable por sentirme bien, en general, aunque no sepa por qué. Por eso y porque estoy aprendiendo a diferenciar las personas que tienen problemas y necesitan compartirlos y las tóxicas per se. Y porque me estoy alejando de estas personas tóxicas, que me quitan la energía y las ganas de vivir. Y porque me doy cuenta de que igual yo soy así, tóxica, cuando no estoy en mi mejor momento. Y porque...
Coñe...
A ver si de tanto sentirme culpable por sentirme bien voy a empezar a cagarla.
¿Cómo vas a ser tu tóxica? Nada de cagarla nada de cagarla. Muaks
ResponderEliminarInteresante concepto el de la diferencia entre las personas que se sienten mal y necesitan compartirlo, de las personas tóxicas. Hay que tener un cierto grado de empatía para detectarlo que seguramente no está al alcance de esas personas que responden a todo problema en piloto automático "no te ralles, tía".
ResponderEliminarNo entiendo por qué has de sentirte culpable. Yo, persona con problema contundente, me alegro infinito que tú, persona majérrima, estés bien. Y ya, sin dobles fondos ni envidias ni pollas en vinagre. Por tanto, ¿Culpable de qué?
ResponderEliminarQue te dure el bienestar, querida mía. Emocional, económico, social, familiar, sentimental y todo.
Besos!
El mundo necesita con urgencia gente que se sienta bien, aunque sólo sea para que el que sufre por whatever pueda alegrarse por ver feliz a la gente que quiere! Así que nada de culpa, maldito sentimiento absurder!
ResponderEliminarA mi parecer no tienes porque sentirte culpable. Todo lo contrario, ayudas escuchando a quien lo necesita.
ResponderEliminarCorrer la misma suerte no es consuelo de nadie.
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ResponderEliminarDe sentirte culpable, nada monada.
ResponderEliminarA disfrutar tu momento, que la felicidad va por barrios. Y que te dure!!
Besos.
(Lo de antes... Es lo que tiene compartir portátil). :P
De sentirse culpable por estar bien nada de nada. Faltaría más. Disfrútalo. Así sin más. Sabiendo que hoy te toca a ti y mañana quién sabe...
ResponderEliminarNo sé bien cómo decírtelo: ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Pero tóxicos lo hemos sido todos alguna vez o varias, eso seguro.
ResponderEliminarTe entiendo, cuando el mundo de los demás va mal, cuesta no sentirse culpable por estar bien. Yo también divagué sobre ello, por si te apetece echarle un vistazo: http://ironiassudoresysinceridades.blogspot.com.es/2014/02/consejos-vendo-y-para-mi-tambien-tengo.html
ResponderEliminarYo creo que haces bien de alejarte de gente tóxica. El mundo necesita más sonrisas.
Te entiendo 100%, yo creo que también estoy en una fase buena, pero cuando miro a mi alrededor, no me siento culpable, sino que me pregunto cuándo me tocará a mí pasar por una fase mala.
ResponderEliminarAy, las personas tóxicas, cuántas ay por ahí, hay que alejarse, claro que sí.
Me ha encantado lo del amiplindominguismo!!
¿Tú que vas a ser tóxica, chalada?
ResponderEliminarTodos sufrimos, poco o mucho. Y haces bien en escuchar a la gente que quieres y no pasa nada por tú estar bien...los que te quieren seguro que se sienten un poco menos tristes así.
Dos días para mi pañoleta fallera. Me muero de la emoción.
Y ahora releo los comentarios y me descojono del cuqui...
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