lunes, 3 de febrero de 2014

Un día cualquiera

Hace unos días, un día cualquiera, me levanté, me di una ducha, me vestí, me sequé el pelo, me di una capita de chapa y pintura, me perfumé, hice esas cosas que una hace antes de salir de casa y me fui a trabajar.

Había mensajes de Whatsapp. Lo sé porque tuiteé en el autobús, pero no tuve ganas de abrirlo. Pasé unas horas en el trabajo, cogí hora para la peluquería, hablé con mi madre sobre la cortina del baño y fui a tomar unas cervezas con una amiga. Un día cualquiera.

Cuando volví a casa por la noche esos mensajes seguían ahí, en verde, ya saben.

Cené, trasteé un poco en casa, leí otro poco en la cama y cuando iba a revisar las alarmas-despertador del móvil esos mensajes seguían ahí. En verde, ya saben.

Cierto es que pasó fugazmente por mi mente leerlo. Pero no lo hice. Si hubiera sido algo importante hubiera recibido una llamada. Y no.

Al día siguiente me levanté, me di una ducha, me vestí, me sequé el pelo, me di una capita de chapa y pintura, me perfumé, hice esas cosas que una hace antes de salir de casa y me fui a trabajar.

Un instante antes de abrir el programa me di cuenta, con algo de pena, de que igual ya no estaba enamorada.

Cuando volví a casa por la noche los mensajes de esas conversaciones seguían ahí. En verde.

Ya saben.

11 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Y nada. Era un sentimiento que tenía desde que tengo memoria. Y me siento rara.

      Eliminar
    2. Y nada, que quería compartirlo, sin más. No puedo compartirlo con mucha gente/naide.

      Eliminar
  2. ¿Como se hace para conseguirlo?

    MariAlh.

    PD: propósito: comentar cuando leo y dejar de ser una mojete mal educada...

    ResponderEliminar
  3. Es raro. La verdad que sí es muy raro. Tanto, como no echar de menos el echarlo de menos.

    ResponderEliminar
  4. En principio, yo siempre leo todos los mensajes que me llegan, sean de lo que sean. Claro que, si me imagino que son de alguna persona de la cual y por lo que sea ya no quiero saber nada, entonces no es que los lea, es que los borro. No borrarlos pero no leerlos es que tienes algunas cosas que aclarar aún ¿no?

    ResponderEliminar
  5. Bueno. Seguro que algún día brillarán más y mejor esas notificaciones.

    ResponderEliminar
  6. Yo tengo una musiquita personalizada para según quién me llame o me escriba (sólo para la gente importante, claro). Y ha habido épocas en las que me daba un vuelco al corazón cada vez que oía una de ellas. Cuando esa musiquita me pareció odiosa y no corría a leer lo que me decía, sino a apagarla porque me enervaba, entendí que ya no había nada con esa persona.

    ResponderEliminar