viernes, 28 de febrero de 2014

Versiones

V1 Voy a dedicarte el tiempo que te haga falta, me mata verte así. Es egoísta, lo sé, pero te quiero y no puedo ser feliz si tú estás derrotado.

V2 Iba a escribirte un mensaje para decirte que voy a olvidarme de los demás y a dedicarte todo el tiempo que te haga falta, porque te quiero y me mata verte así, pero me ha parecido demasiado intenso.

V3 Sabes que te quiero y te aprovechas de que no pueda verte así. Te dedicaré el tiempo que te haga falta.

V4 No quería ponerme intensa ni decirte que te quiero porque ya lo sabes, te dedicaré el tiempo que te haga falta.

V5 Que ya sabes que te quiero y que sí, te dedicaré todo el tiempo que te haga falta.

V6 Oye, que sí, que nos vemos mañana. Love u.







Joder, qué manera más tonta de complicar las cosas.

jueves, 27 de febrero de 2014

Lo del ordenador

Igual parece una gelipollez pero una de las cosas que peor llevo de tener inquilino ocasional es lo del ordenador. Sí, hombre, la mierda esta de que ahora todo esté conectado y que el navegador recuerde tus usuarios y contraseñas para facilitarte las cosas y que cuando enciendes el equipo toda tu vida, todas tus vidas, estén ahí, expuestas a la vista de todos.

Porque resulta que una enciende para poner música suavecita y, ¡hala! sale Gordi por todas partes y es más que probable que una no quiera que aparezca pero las lorzas no dejan de de sobresalir por las cosas del Google, del Youtube, del gemeil, del Tuiter y de su puta madre todo. Porque Gordi está por todas partes, la muy hijadelagranputa.

Así que, a medida que pasa el tiempo, y como una es rubia como la madre que le parió, tras algún susto gordito, una piensa "pues mira, Gordi va a usar un navegador para sus cosas, con todas sus contraseñas y eso y yo voy a usar otro para las visitas". Y ya está, todo arreglado.

Hasta que una pasa una noche con su medio churri, disfrutando de una cosas educativas y eso y se deja el ordenador ahí, en suspensión, porque tiene que dedicarse a otras cosas, y la siguiente vez que abre la tapita, sale un cuadro de diálogo:


Y al reiniciar el Firefox de los cojones se abre lo último que se ha visto en la Internet:


Que, mira, igual si había algo que las amigas no sabían de una, pues ya lo saben.


Briconsejo: no vean porno on line, que se van a quedar ciegos.




martes, 25 de febrero de 2014

Vida de mierda

Además de la correspondiente jornada laboral completita, esta semana tengo clase dos tardes. Como igual me parecía poco, me he liao con un par de proyectos editoriales y estoy echando una mano a un amigo con su proyecto empresarial porque ¿qué no haría una por un amigo?

Luego está lo de que mis paaas andan pachuchos y nos hemos repartido algunos mandaos que hace falta resolver en la familia y lo de tener una poca, UNA POCA, de vida social, que me estoy haciendo de un hosco que pa qué.

Y quizás, sólo quizás, igual me hace falta pegar un repasito al hogar, depilarme, ir a que me quiten el antibiótico, poner lavadoras, follHACER #COSAS.

Tengo una vida de mierda.

¿Qué tal vosotros?

lunes, 24 de febrero de 2014

5 sobre 10

Siempre he sabido lo que quería. He cambiado de opinión, me he equivocado tomando decisiones, me he arrepentido, he vuelto a cambiar... pero siempre he sabido lo que quería en ese momento.

Soy de esas que dan indicaciones al camarero para que el café o el refresco está como me gusta, que entra en una tienda y no se lleva nada si no le gusta, aunque se lo pruebe todo, que no queda si no le apetece, que no pide si no está segura de que va a obtener lo que quiere.

Por eso ahora me desconcierto.

Estoy descentrada. No es que tenga más dudas de las que puedo manejar, que las tengo, es que cuando llega el momento de tomar una decisión me bloqueo y no sé qué hacer. Y no lo hago.

Intento consolarme diciéndome que si no sé exactamente qué hacer es que no debe ser el momento de decidir pero, claro, me engaño. En general funciona, porque soy capaz de abstraerme y evitar tener esas conversaciones conmigo misma que me obliguen a moverme en una dirección u otra pero de vez en cuando hay un día, uno de esos tontos que una tiene, que no es posible, que nada consigue alejar de mi cabeza que tengo que tomar una decisión, y que tengo que tomarla ya. Suele ser con una decisión de las gordas, claro.

Con las pequeñas me apaño. O, más bien, me apañan ellas a mí: me dejo llevar. Tengo suerte, porque de momento me va bien. Hasta que es una de las gordas. 

Ahora mismo estoy en una encrucijada, tengo que decidir entre callar y que todo quede como está, o hablar y el abismo de lo desconocido.

Si callo, mantengo una situación que me satisface digamos... un 5 sobre 10. No es la situación óptima, obviamente, pero es algo conocido, estoy acostumbrada, me tranquiliza y podría mantenerse así mucho tiempo. Y no sé si quiero que cambie, porque temo que cambie a peor, claro.

Si hablo no tengo ni idea de qué puede pasar. Igual que puede mejorar todo hasta el infinito y más allá, todo puede explotar y morir, y puedo perder mi 5 sobre 10 para siempre.

No tengo prisa, nadie me apremia, pero el no saber que decisión tomaré cuando llegue el momento me consume a veces. Y, antes o después, ese momento llegará, y me pillará en bragas.

Y aquí estoy, moviendo los muebles de la casa como si no hubiera un mañana para no tener que pensar en cosas realmente importantes...




jueves, 20 de febrero de 2014

Vampiros

Soy una persona intolerante y maniática, cada vez más. 

Noto, casi a diario, como se endurecen mis manías y mi nivel de tolerancia baja un poquito. Quizás no mucho, un algo imperceptible al ojo humano, pero baja, sí, eso seguro.

Y es curioso como esto se recrudece debido a la blogosfera, las redes sociales, la Internet. Quiero pensar que es normal, que la sobreexposición a lo que dicen miles de personas tiene como consecuencia lógica recibir otros tantos inputs y que, por estadística pura, a más inputs, una mayor cantidad tiene que molestarme, obligatoriamente. Quiero pensar porque la alternativa me gusta menos, vaya.

La cuestión es que cada día noto que hay más cosas que me molestan y que, curiosamente, no son de esas que normalmente molestan a los demás. Pero me da igual, mis desazones son mías y las exploto cuando quiero.

Entre todas esas cosas, hay unas pocas que me irritan especialmente, pero voy a centrarme en una: el vampirismo digital.

Va más allá de la copia y del plagio, que ya me parecen rastreros per se. Mucho más allá.

Es esa gente que copia el estilo de otros, la forma de expresarse, el tema, los tics, el espíritu... ¿Que no se puede copiar todo eso? Sí se puede. Y hay vampiros digitales que lo hacen.

Son esos que se incorporan a una comunidad de coleguitas y empiezan a seguir, comentar, retuitear y esas cosas, que se integran y parece que se convierten en uno más pero en cuanto profundizas un poco te das cuenta de que no, de que sólo es fachada, que es un pegao... Que es falso pero ya se ha integrado y a nadie más parece importarle y es inevitable encontrarle en todas partes... No sé si me explico... 

¿Les ha pasado alguna vez, leer un post y pensar que les recuerda a alguien, y luego leer un tuit y pensar que les recuerda a otro alguien... y así con todo, pero sin llegar a identificar exactamente a quién? Al principio esa persona identidad nos mola, porque, claro, imita a alguien que nos mola pero, poco a poco, vamos identificando a otros en esa identidad, cada vez a uno diferente... y un día, de repente, se aparece ante nosotros la verdad, y es que es un vampiro digital, que coge lo que cree que es mejor de los demás y se lo apropia. Se lo apropia. Y queda como la identidad guay, sabiendo que pisa a otro sólo por integrarse, sin importarle lo más mínimo.

No me interpreten mal, soy consciente de que no todos somos creativos innovadores. Todos tendemos a utilizar tics, palabras, #cosas, que nos gustan o nos parecen graciosas. Yo lo hago. Acabo de hacerlo. Pero es que va más allá. Y no lo aguanto. No aguanto a esos que vampirizan el talento, poco o mucho, de los demás, sólo porque creen que así van a tener un "éxito" que nunca tendrían por sí mismos.

Algún día alguien realmente creativo e innovador, harto de ser vampirizado, inventará algo para detectar a esta escoria y podremos sacarles a la luz para que mueran pero, mientras tanto, me temo que tendremos que aguantarles.

Qué ascazo.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Canas

- ...
- A ver, ¿qué te pasa?
- Ayer me di cuenta de una cosa.
- ¿Qué cosa?
- Nos hemos hecho muy mayores.
- HOST¿y por qué pensaste eso? ¿A qué viene eso AYER?
- Tienes muchas canas.
- Tengo la barba casi blanca desde hace años. Si te diste cuenta ayer tenemos que empezar a preocuparnos de verdad sobre lo de tu topez.
- No, que tienes muchas canas ahí.
- ¿Ahí? ¿Dónde es ahí?
- Tienes muchas canas ahí abajo.
- ...
- ¡En serio!
- (suspiro)
- ¿¿¿¡¡¡QUÉ!!!??? ¡¡¡No pasa nada, yo te quiero igual!!! Aunque lo tengas todo blanco como el abuelo de Heidi.
- (suspiro)
- ¿¿¿¡¡¡QUÉ!!!??? ¡¡¡DI ALGO!!!
- Si estabas pensando en lo mayores que nos hemos hecho mientras podías ver que tengo muchas canas ahí abajo voy a tener que esmerarme más.

jueves, 13 de febrero de 2014

Hablemos de amor

Llega febrero y empieza el debate, que si San Valentín sí, que si San Valentín no...que si yo no necesito un día para querer a mi churri, que si cualquier día es bueno para quererse más, que si regalále flores/bombones, que si llévale a cenar nosédónde, que si lencería sexy, que si qué cursi porque lo celebras, que si qué Sanvalengrinch eres porque no lo celebras...total, para todos los gustos. Lo que está claro es que es una excusa perfecta para pelearse hablando de amor.

Pues vale, hablemos de amor

Amor es que te levantes temprano para coger nuestro sitio. Amor es que siempre me traigas agua. Amor es cuando no coges el Fotogramas hasta que me lo he terminado. Amor es el paseo hasta el metro. Amor es que no me mates cada mañana cuando salgo corriendo por la escalera diciendo "¿ves? siempre te espero yo". Amor es que lleves casi cuatro años conduciendo, nunca de copiloto. Amor es te lleves un rato a Ahijada para que nosotras hablemos de nuestras cosas. Amor es nuestras rutinas telefónicas, la voz amiga y el "no me llames más". Amor es todas las veces que me matarías y no me matas. Amor es apuntar todas las tontunas. Amor es cuando te hace gracia que te toque la espalda mientras duermes para ver si respiras.

Amor es que desde que tú estás en casa no haya pimientos. Amor es mirar con interés tus fondos de pantalla friki. Amor es aprender a jugar (y a disfrutar) un montón de juegos de mesa. Amor es acompañarte a sitios a los que no quiero ir. Amor es ir en metro. Amor es no mover tus naves. Amor es llorar de risa. Amor es llorar de no risa a veces. Amor es sentir tus victorias como mías. Amor es llamarte guapo al menos una vez al día. Amor es chincharte. Amor es tuitear "hola stalker". Amor es todas las veces que te mataría y no te mato. Amor es tocarte la espalda por la noche para ver si respiras.

Dice Hornby que el amor tiene que ver con la capacidad de transformarte. Y no tengo ni idea de si tiene razón. No sé si me has transformado, o si me ha transformado todo lo que te quiero. Sí sé que todo es mejor y sobre todo, mucho más divertido, si estás tú. Sólo a veces tengo mariposas, no oigo violines cada vez que hablas, seguiría viviendo sin ti (pero muchísimo peor, claro). Creo que no cumplimos ninguno de los tópicos, o a lo mejor resulta que los cumplimos todos.

El amor está hecho de algunas cosas muy importantes y de un millón de cosas que a primera vista parecen muy pequeñas. Las importantes hacen de pilar y son fundamentales, pero lo que hace que quede bonito son esas cositas pequeñas. Y si no es bonito, no es amor. Es otra cosa, que puede ser también estupenda, pero si no es bonito, no es amor.


Este es de mi Bichejo. Que es bonita de verdat.

martes, 11 de febrero de 2014

Soy rata

Hace unos días leí este post y me descolocó. Siempre me pasa cuando veo por escrito algo que me ronda la cabeza pero no he sabido reflejar. O no he tenido el valor suficiente. Porque, no nos engañemos, ser una rata no mola nada.

Y es que yo soy rata. A veces también soy un científico loco que lanza bolitas al azar, sólo para ver qué pasa pero, sobre todo, soy rata. Una de esas que corren todo el rato por el laberinto como pollo sin cabeza, apretando palanquitas, con la esperanza de que caiga alguna bolita que me guste. Porque, eso sí, una es una rata pero algo sibarita.

Como científico loco tampoco tengo desperdicio. Soy terrible, no tengo piedad. Lanzo bolitas al tuntún, examinando todo con cuidadoso desdén, como si no fuera conmigo, como si no fuera responsabilidad mía que haya otras ratas mendigando bolitas. Las observo con atención y me digo a mí misma que es por su bien, por nuestro bien, que de todo se aprende, hasta de matar a una pobre rata de hambre, sólo para ver qué pasa.

Pero soy más rata. Soy ratísima.

Y me cago en tó lo que se menea cuando soy rata.

lunes, 10 de febrero de 2014

Dime que no es nada

Si hubiera seguido llorando por ti habría tenido que dejar de quererte.

jueves, 6 de febrero de 2014

El túnel

Así, haciendo un cálculo rápido, dos tercios de mis amigos están en paro. La mitad aproximadamente, desde hace más de tres. A tres ya les han quitado la casa y han tenido que volver con sus padres. Casi todos están tirando de ahorros y de préstamos familiares. Una decena ha tenido que emigrar. 

De los que están en paro, casi todos sobreviven como pueden, haciendo trabajillos bajo mano, cobrando tarifas irrisorias en B, que está tan de moda. Muy mal en conjunto, muy insolidario con la sociedad, muy de reventar el mercado, muy de "qué mal estás remando y así no saldremos nunca del túnel" pero para casi todos es la única manera de sobrevivir.

Muchos han estado o están en tratamiento por depresión y ansiedad y uno está ingresado porque ha tenido un incidente con una cantidad excesiva de sustancias malotas de las que podríamos denominar.

Media docena de ellos se ha separado o divorciado, aunque tres aún viven con sus ex parejas porque no pueden permitirse otra cosa. Dos me han contado que ya han tenido que tirar de ayudas del colegio para usar libros viejos para los niños o de los bancos de alimentos. La ropa usada va y viene.

Son personas que han ocupado puestos de responsabilidad durante muchos años en todo tipo de empresas, con coche, teléfono y dietas. Personas muy cualificadas que han pasado más de veinte años formándose y aprendiendo para hacer bien su trabajo. Y algunos vaya si lo hacían bien. 

Está siendo un momento muy traumático para todos, que seguro dejará una huella en sus vidas difícil de borrar. Muchos han tenido que reinventarse, buscar nuevas alternativas, cambiar de profesión, reaprenderse. En sí, esto no es un drama pero en las condiciones en las que se encuentran muchos de ellos no es un buen momento porque es una huída hacia adelante. Y las huídas siempre se tiene que dejar atrás cosas valiosísimas que quizás no puedan recuperarse nunca. Autoestima, confianza, dedicación, lealtad, compromiso, esfuerzo, esperanza... Han perdido, sobre todo, la esperanza.

¿Qué va a pasar con todo ese conocimiento, con ese talento que se está perdiendo? Rozando ya los 45, ¿en qué condiciones van a reincorporarse al mercado laboral? ¿Lo harán en condiciones normales? ¿Cuándo? ¿Van a poder sobreponerse a lo que están experimentando ahora?

Yo tampoco veo la luz al final del túnel, por mucho que digan.


martes, 4 de febrero de 2014

Querida Bich

Querida Bich:

Yo quería escribirte un post muy chulo de felicitación de cumpleaños pero ayer no me dio tiempo y hoy tampoco. Podía haberlo escrito antes, sí, pero no. Espero que me comprendas.

Me sentía medio regulero y me he acordado mucho de ti todo el día, por ejemplo, cuando Aquiles se ha pillado los dedos esta mañana en la ducha, otra vez. Y también cuando ha subido al autobús la señora con el pelo horrible a lo hormigas en el árbol. Y de lo mucho que hubieras disfrutado el solazo de hoy. Y cuando he llegado a casa de papás y mi madre ha hecho cocletas me he acordado de las cloquetas de mortadela. Y... y todo el rato.

El caso es que llevo todo el día deseando intensamente que tengas un feliz cumpleaños. Porque sí, porque te lo mereces, porque me caes bien, porque eres una persona excepcional y porque te quiero. Ya sabes, lo de la caEJEM.




DIEZ DÍAS.

lunes, 3 de febrero de 2014

Un día cualquiera

Hace unos días, un día cualquiera, me levanté, me di una ducha, me vestí, me sequé el pelo, me di una capita de chapa y pintura, me perfumé, hice esas cosas que una hace antes de salir de casa y me fui a trabajar.

Había mensajes de Whatsapp. Lo sé porque tuiteé en el autobús, pero no tuve ganas de abrirlo. Pasé unas horas en el trabajo, cogí hora para la peluquería, hablé con mi madre sobre la cortina del baño y fui a tomar unas cervezas con una amiga. Un día cualquiera.

Cuando volví a casa por la noche esos mensajes seguían ahí, en verde, ya saben.

Cené, trasteé un poco en casa, leí otro poco en la cama y cuando iba a revisar las alarmas-despertador del móvil esos mensajes seguían ahí. En verde, ya saben.

Cierto es que pasó fugazmente por mi mente leerlo. Pero no lo hice. Si hubiera sido algo importante hubiera recibido una llamada. Y no.

Al día siguiente me levanté, me di una ducha, me vestí, me sequé el pelo, me di una capita de chapa y pintura, me perfumé, hice esas cosas que una hace antes de salir de casa y me fui a trabajar.

Un instante antes de abrir el programa me di cuenta, con algo de pena, de que igual ya no estaba enamorada.

Cuando volví a casa por la noche los mensajes de esas conversaciones seguían ahí. En verde.

Ya saben.