viernes, 4 de octubre de 2013

Intimidad total

Hasta hace relativamente poco tiempo tenía bastante claro las cosas que no se hacen  delante de la persona con la que se comparte cama y las que sí. Por resumir, las cosas que se hacen en el váter se hacen con la puerta cerrada cuando hay otra persona y las que se hacen fuera del váter son indisolubles. Y así era feliz y me sentía segura. 

Los procesos depilatorios, evacuantes, higiénicos, de chapa y pintura y esas cosas se hacen en el baño, ¿no? Pues si hay otra persona se cierra la puerta y se queda uno con su mismidad. Y aquí paz y después gloria. Y Ambipur.

Pues parece que no. Y desde hace un tiempito, que convivo algo más con otra persona sufro una... digamos... circunstancia... una cosa..., sí, una cosa, que me perturba.

Porque el problema surge cuando sólo hay un baño en la casa y la otra persona tiene muy interiorizado el concepto de intimidad total que consiste, básicamente, en que compartir los procesos es otra muestra más de amor y complicidad y no pasa nada.

El concepto de intimidad total se fundamenta sobre una base filosóficoantropológica difícil de rebatir con una respuesta lógica y razonada, por lo simplista del planteamiento:

  • Tras el grito de horror al abrirse la puerta del baño de golpe, desnuda y en pleno proceso depilatorio: Si ya te he visto de todas las maneras ¿qué más te da que te vea así? No voy a ver nada nuevo.
  • Tras el grito de horror al abrirse la puerta del baño de golpe, en pleno proceso de cosas: Que ya sabía que tú también haces caca, tonta.
  • Tras el grito de horror al abrirse la puerta del baño de golpe, mascarilla verde mode on: Si ya te he visto haciendo cosas peores y más fea.

Todo fatal. No me salía una respuesta coherente para esto, sólo airados ¡porque no y punto!

Y la sutil indirecta de cerrar la puerta ostentosamente y decir "no entres, que tengo cosas que hacer" no surtía el efecto esperado. Ya empezaba a sopesar las consecuencias de poner un pestillo y plantearme dejar de pasar fines de semana juntos, porque no me molaba nada tener microinfartitos cada vez que tenía que hacer algo en el váter cuando descubrí (really true story) que el pomo de la puerta del baño ¡TENÍA PESTILLO! Nunca había sentido la necesidad de cerrar la puerta así que ni me había fijado. ¡UN PESTILLO! ¿Cómo no lo había visto antes?

ERA PERFECTO.

Se borraron de un plumazo todos los problemas. PODÍA CERRAR LA PUERTA Y HACER MIS COSAS EN MI INTIMIDAD. Podía evitar discusiones inútiles. Nunca más tendría que preocuparme por la intimidad total. Podía compartir sólo lo que quisiera, seguir siendo una diosa, mantener la magia. Y volví a ser feliz y sentirme segura.

Hasta que una noche me despertó un pedo que no era mío.

16 comentarios:

  1. Solos dos cosas.

    Ver la palabra pestillo escrita me ha dado repelús...es una palabra rara pestillo, pestillo, pestillo...piénsalo.

    ¿te despertó por el sonido o por el olor? XDD

    ResponderEliminar
  2. Nosotros hemos llegado al feliz acuerdo de saber a ciencia cierta que los dos tenemos culo de escayola y ninguno caga ni se tira peos, faltaba más.

    Eso sí, cuando entramos en el baño y cerramos la puerta, sabemos que no se puede entrar ni preguntar qué se está haciendo ahí dentro. Si te estás meando mucho, gritas que te estás meando y el de dentro procede o a darse maña o a dejar entrar una vez adecentado. Y eso por parte de los dos y sin haberlo parlamentado antes. Y mola. Se vive mejor.

    Besos!

    ResponderEliminar
  3. A veces hay accidentes, y lo que no ha de salir, sale. Si no se convierte en una costumbre, no pasa nada.

    Eso sí, poder echarse un cuesco cuando te apetece es una de las pocas ventajas de no tener pareja xD

    ResponderEliminar
  4. La intimidad cada uno la lleva como puede... y es divertido que los hombres no consiguen comprender que no somos bonitísimas todo el día, por un lado es "ooooh, qué romántico", por otro es "será que no me mira cuando me esfuerzo"
    Lo "malo" de vivir sola es eso, yo ni cerraba la puerta (entre el salón y el baño había una habitación con enormes ventanas) pero ahora... Lo intento XD

    ResponderEliminar
  5. Te entiendo, Gordi. Hay cosas que, a pesar de que sabemos que pasan, nunca deben ser mostradas. Nuestra educación occidental, debidamente arraigada, así nos lo dicta. Salvo curiosas excepciones, claro. Pero tener una pareja con la que hacer, por ejemplo, competiciones de pedos después de, por ejemplo, follar, es muy divertido.

    Por ejemplo.

    ¡Buen fin de semana, Gordi!

    ResponderEliminar
  6. Yo también apuesto por zonas de intimidad, aunque te haya visto ya en pelotas, fea, y en posturas y situaciones engorrosas. Aunque se sea pareja, no hace falta estar siempre en modo pareja, aveces se necesita modo persona-mujer-condigo misma.

    Y lo de los pedos...curiosamente para la mayoría de los ellos, es el grado máximo de confianza. Definitivamente, hombres y mujeres no somos iguales.

    ResponderEliminar
  7. A mí una vez me echaron en cara que una relación nunca será seria y formal de verdad hasta que se deje la puerta del baño abierta. NO ME JODAS, MARITOÑI. No entiendo, primero, el ansia de compartir pedos y demás, que de verdad que a mí no me hace falta olerlos pa quererte mucho, oye.
    Pero en fin, supongo que en esto de las relaciones yo soy Rizos Nieve, que no sé nada.

    ResponderEliminar
  8. Una duda, ¿lo de cerrar la puerta incluye cuando vas a hacer pis? A mí es que también me da vergüenza, pero como la puerta del baño se atasca, intento minimizar el número de veces que la cierro del todo.
    Un día de éstos uno de los dos se va a quedar encerrado y verás qué risas.

    ResponderEliminar
  9. No sé qué ha sido mejor: si el post o los comentarios xD

    ResponderEliminar
  10. Pequeños "accidentes" son inevitables cuando ya hay mucho tiempo de convivencia de por medio. Ahora, que se conviertan en (mala) costumbre eso es otra cosa.

    Cierto que ellos lo ven de distinta manera que nosotras, aunque hay momentos en los que esa intimidad tan necesaria para nuestras cosas queda, como decirlo, en suspenso... Son ese tipo de cosas que hay que hacer pero luego quedan relegadas al olvido, como si nunca se hubieran hecho. Os lo dice una que ya no llega a cortarse las uñas de los pies... *suspiro* xD

    ResponderEliminar
  11. QUÉ GRAN POST
    Cuántisima razón PLASPLASPLAS

    ResponderEliminar
  12. Soy partidario de que los ruiditos de cada uno los disfrute cada cual y no se compartan. Ese es el fin de todo misterio.

    ResponderEliminar
  13. Me quedo con el concepto 'Culo de escayola' de la Fle, que grande xD. LA PUERTA DEL BAÑO CERRADA.

    Bss!!!

    ResponderEliminar
  14. Verla ojerosa, con el maquillaje corrido, sudada, legañosa, con aliento a dragón, menstruando, cagando, y no salir pitando, fijo que es una prueba de amor....
    Extiéndete algo más en lo de la chapa y pintura.

    ResponderEliminar
  15. Menos mal que has encontrado el pestillo.
    Respecto a lo otro es una putada gorda, muy gorda.

    ResponderEliminar