viernes, 20 de septiembre de 2013

Lo del caralibro

Yo he venido aquí a hablar de mi caralibro.

No es un secreto que soy muy fan de las redes sociales. Todo lo que me han dado, y me dan, es mucho más de lo que nunca hubiera esperado pero, oye, tienen sus cositas. Si a eso sumamos que yo también tengo mis cositas... pues un no parar de risas y jalalala.

Coño, que me estoy encontrando con situaciones surrealistas que ríete tú de La Cúpula de los cojones.

Y la más mejor-peor es Facebook.

Al principio yo era como muy talibán de mi intimidad: "yo sólo acepto a mis amigos más íntimos". Gelipollas, vaya. Claro, un aburrimiento del copón, porque íntimos, lo que se dice íntimos, pues hay poquitos, y muchos no utilizaban el caralibro para nada. O para poner fotos de su perro y de sus niños. Un coñazo.

A medida que fui usándolo me di cuenta de que era MI SITIO. Me encanta el caralibro. Con sus altibajos y sus cosas, pero me encanta. Fui abriendo la mano e iba todo muy bien: uno que he conocido una noche nosedónde, otra con la que he hecho un curso, una con la que iba al colegio de pequeña, los compañeros de facultad, los ex compañeros de trabajo, la gente que iba conociendo en Twitter y del blog... Todo muy bien. Porque lo mejor de esto es que con botones se arregla todo. Así que como siempre he tenido el dedito igual de rápido para aceptar que para ignorar solicitudes o borrar contactos, pues sin problemas y sin rencores. Qué fácil es escaquearse en Facebook... Y luego los cambios de configuración, la posibilidad de poner a la gente lejitos... xé, el despiporre! Y yo feliz.

Hasta hace unos meses. Resulta que un día recibo una solicitud de amistad de la mujer de un señor que me estoy zumbando. Y me quedo muerta. La conozco, me conoce, tenemos amigos comunes y coincidimos comentando en algunos sitios. JODER.

Me apetece una mierda tener su carita ahí, entre los míos pero, tras una rápida consulta al comité de crisis de la panda de la mediana edad, la acepto, no se vaya a pensar lo que sí es, se mosquee y la liemos.

Y nada, ahí la tengo. No molesta demasiado, pero no me mola tenerla. 

Y cuando ya me había acostumbrado va y la historia se repite con otra esposa. ¡LAPUTADEOROS!

De hecho, me juré a mí misma que si recibía una tercera solicitud del mismo palo, las metería en una lista llamada "El Club de las Primeras Esposas" y publicaría cositas especialmente para ellas. A ver qué pasaba.

En fin, que ahí estoy yo y ahí estaban ellas. Y ellos. Todos ahí, al montonet.

Y en eso que se separan las dos parejas con unos días de diferencia y se eliminan vicevérsicamente de los Facebook. Y yo me quedo con todo: con ellos, que ya no tienen a sus esposas como "amigas", y con ellas, que me tienen de "amiga" a mí, pero no a ellos, claro.

Y entonces ellas no dejan de poner trozos de canciones miérder de esas de desamor, traición, perdones y milongas con palmitas y cajón. Que no sé pa qué, si ya no les tienen a ellos en el caralibro...

Pero eso no es lo peor. Lo peor es que me van a tener que atar los deditos un día de estos porque yo me espero una horda de rumanos en la puerta de mi curro el día que publique esto, a ver qué pasa:

15 comentarios:

  1. Solo dime que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia... o que te lo ha contado una amiga XDDD

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  2. Horda de rumanos no sé, pero algún tirón de pelos igual sí que te llevas....
    Cada dia que pasa odio más FB. Eso sí, reconozco que si te pones en MODO MARUJA ON y te pones a mirotear es divertido. No sé si existirá ya (seguro que sí, porque ya está todo inventadísimo) algún estudio sobre qué significa cada tipo de imagen/video/loquesea que pones en tu muro. Pero vamos, yo, en cuanto veo a alguien de mi círculo poniendo fotos de atardeceres con poemas cursis, los voy tachando de mi lista de amigos/conocidos casados/emparejados/arrejuntados. Y hasta ahora he acertado con todos.
    ¿Casualidad? Pido el comodín del público! XD

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  3. Estaba aquí discutiendo conmigo mismo si con "el día que publique esto" te refieres al vídeo o al texto, o a ambas cosas. Las canciones esas que ponen en sus respectivos muros son cantos de sirena, están gritando al mundo que están libres y necesitan ser consoladas. Solo el oído masculino está preparado para escucharlo.

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  4. Yo soy muy fan del feisbuc. Además, nadie te obliga a contar lo que no quieras, así que, si es radiopatio, más mejor. Incluso creo que me gusta por eso...

    Ahora, tu historia de zumbadora mayor del reino vs las esposas destronadas es total, eh. Mencanta. Pon lo que tengas que poner el finde que vaya y ya me encargo yo de darles pal pelo a los rumanos! :P

    Por cierto, ¿Una de las parejas es Aquiles? JURJURJRURURJUR!? (marujeo mode on) :P

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  5. Me declaro FAN de esta historia... Ahora bien, ese "me hago amiga de", a mi le suena a "voy a neutralizar esto a base de mala conciencia"... Y si cuela, cuela

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  6. Ostias!!!! La realidad supera, siempre, a la ficción.

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  7. Cuando me dejó el abominable, me fui de Facefuck. Y eso que él todavía no había llegado xD.
    Cuando, un lustro más tarde me preguntó si tenía Facefuck le dije: "me fui de Facefuck para que no tuvieras que hacerme esta pregunta" xD
    No me gusta Facefuck, porque me siento forzada con las solicitudes de amistad que simplemente diría "SI NO NOS HABLAMOS ES POR ALGO". Y no es por motivos personales realmente, ni siquiera estoy enfadada con esta gente que le diría eso. Es simplemente que me da la impresión que me hace ir hacia atrás en el fluir de la vida xD. Flow. Probablemente si hubiera conocido gente nueva en Facefuck no pensaría esto. Y sería por eso que me gusta Twitter :-D

    Soy muy rara xD

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  8. Un secreto no es, está claro, como tampoco lo es aquel dicho que dice: "el cornudo es el último en enterarse".

    ¡Hola, Gordi!

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  9. ¿Hay posibilidad de una tercera esposa? Tía, eres un áspid y una depredadora. Molas.

    Pon ahí un botón de "Me gusta" (En la superhistoria, digo...)

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  10. El día que pongas la canción ninguna se dará por aludida...y si no, prueba y verás. Y luego me lo cuentas.

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  11. Como historia me chifla, como realidad, no te envidio nada, ¡pero nada! Totalmente de acuerdo: el caralibro es lo que cada uno queramos, ni más ni menos.

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