- Tía, ¿me llevas a ver a la bisa?
- No puedo, cariño, la bisa ya no está, ya no podemos ir a verla más.
- ¿Nunca más?
- Nunca más.
- Joooo... Es que yo quiero veeeerla.
- Ya, yo también, pero la bisa ya no está. ¿Te acuerdas que te dije que se ha ido al cielo para descansar porque estaba muy mayor y muy cansadita?
- Sí. ¿Se ha ido con lo silla de superhéroa o ella puede volar sola?
- Con la silla, ¿por qué lo dices?
- Si se ha ido con la silla a los ángeles les cuesta menos de llevar.
- Sí.
- Tía, ¿en el cielo hay baches?
- No, cariño, no hay baches.
- Uf, menos mal, porque a la bisa no le gustan los baches. Tía, ¿me pones el vídeo de la bisa que canta con la máscara de respirar de superhéroa?
- Claro, cariño.
Y así es como un niño de cuatro años menos un mes consigue hacer llorar a una adulta durante horas. Durante muchas horas.
Uff. Me encanta lo de que a los ángeles les cuesta menos llevarla con la silla. Piel de pollo.
ResponderEliminarhe llorado yo de leerlo =___/
ResponderEliminarOjalá a veces conserváramos más esa forma de entender el mundo de los niños.
ResponderEliminarUn abrazo!
:_) Ay, estos críos. UN besazo, reina.
ResponderEliminar:__ Cuánta ternura... Como han dicho más arriba: quién pudiera conservar esa mirada inocente de los niños ante determinadas situaciones...
ResponderEliminarUn beso!
Los niños y sus cosas. Ya quisiera yo no haber perdido "eso" que tienes de pequeño y jamás vuelves a tener de mayor.
ResponderEliminarMil besos y abrazos.
A mi también me ha emocionado... qué buena es la inocencia y naturalidad de los niños.
ResponderEliminarBesazo :***
Jo...
ResponderEliminarLo malo de los niños es que dicen lo que piensan porque no son conscientes de las consecuencias.
ResponderEliminarUn beso, chatos.
Dicen lo que piensan y a veces cuesta...pero ayudan a sobrellevar la pérdida, al menos a mí me pasó.
ResponderEliminarSaludos.