Hace unos días alguien me dijo que las redes sociales y todas las cosas tecnológicas con las que podemos jugar ahora son un triste sustituto de las relaciones de verdad y que lo están estropeando todo. Y yo me cagué en sus ancestros. Así, sin más, por gilipollas.
No voy a decir qué me parece esta mierda de comentario de persona con cerebro de 75 gramos porque creo que, más o menos, los lectores de este blog pueden hacerse una idea así que sigamos.
Yo no acababa de entender por qué lo están estropeando todo, si a mí me hacen la vida mucho más fácil:
- Todo el mundo sabe la música que me gusta y la que no ergo no tengo que dar explicaciones cuando cambio de emisora en el coche porque suena Melendi.
- Es mucho más fácil darse por enterado cuando alguien no quiere saber nada más de una: me han borrado del Facebook, o del Tuiter ese, o abandona este grupo en Whatsapp, me bloquea en todos, no me coge el teléfono y punto pelota. Me ahorro el disgusto de tener que preguntar qué ha pasado o tener que hablar de "nosotros".
- Con una mínima observación puedo detectar si esa amiga tan ideal que tenía en la facultad a la que hace lustros que no veo se ha convertido en un HÓRROR con quien no tengo nada en común, y así puedo evitar volver a verla y desear su muerte por empalamiento- Otro disgusto que me ahorro.
- Me ayuda a descubrir afinidades con personas estupendas con las que quizás no me relacionaría de manera natural, por una cuestión de edad o de cercanía, y a estrechar lazos. Esto es MUY BIEN.
- Permite que todo sea reversible y achacable a errores "informáticos". Excepto si la otra persona es informática o sabe encender un ordenador, pero de estas hay pocas.
- Sé qué interesa y qué no a las personas con las que me relaciono, un avance importante respecto al "¿de qué hablaremos, si no tengo ni idea de qué le gusta"?
- Me siento más integrada en la sociedad y mi ropa se queda mucho más blanca.
Qué quieren que les diga, a mí la gente que dice que está en contra de las redes sociales y las cosas tecnológicas me parecen auténticos gilipollas, como si me dijeran que están en contra de la imprenta, vaya. ¿Que no quieren participar? Pues que no participen, ellas se lo pierden. Pero que utilicen el "argumento" de la pérdida de privacidad, del gran hermano, de que aumentan la soledad y el individualismo, que lo están estropeando todo y que hay que recuperar las relaciones de verdad... pues, hoygan, es una soplapollez.
Y se me está acabando la paciencia para hablar con la educación, mesura y contención con las que acostumbro así que...
Y es que qué les voy a decir yo, que soy polired... poliradi... polipar... si se lo digo yo.