viernes, 19 de abril de 2013

Instrucciones para escribir


Para escribir, lo primero que necesitamos es un alfabeto, o sea, una codificación de una serie de caracteres del que se componen las palabras que a su vez componen lo que se puede denominar lenguaje o idioma.

Tenemos varios tipos de alfabetos; entre los más usados podemos enumerar:
  • Latino: el usado en este artículo, que va de la A a la Z.
  • El resto: compuestos de símbolos raros.
Una vez elegido el código –o alfabeto- el siguiente paso es formar palabras válidas y/o comprensibles, que, aunque no siendo necesaria su inclusión en ningún diccionario (recopilación de palabras oficial de cada país), sí que es aconsejable que tengan un uso en la vida real.

Ejemplo de escritura con palabras no válidas y/o comprensibles:

“Jfofeunegnjh meeiehhey hyeunbmac heiynm’g gomteue”.

El mismo ejemplo con palabras válidas y/o comprensibles (manteniendo el significado):

“Yo de verdad no veía para nada necesario que cerraras de golpe la tapa del piano mientras hacía mi numerito de tocar Para Elisa con el pene, pero tú misma”.

Teniendo ya, pues, elegida la codificación, y un lenguaje que recoja las combinaciones de letras más acordes a lo que queremos expresar, echaremos mano de la gramática –esa hija de perra-.

La gramática son las leyes de la escritura, si bien es cierto que las leyes están para saltárselas, y aquí el fin justifica los medios, y podemos entrar en el debate entre la forma y el fondo, no podemos caer en construcciones que atenten contra estas leyes sin un fin claro.

Ejemplo de gramática mal:

“El sol derretía la nieve en el valle, como si fuera llegado la primavera en verdad”.

A lo mejor la idea es buena, pero dale una vuelta.

Lo siguiente que necesitamos para empezar a escribir –todavía no hemos empezado- es elegir el medio.

Hoy en día el medio más común es un ordenador y un procesador de textos. Los hay de todos tamaños, formas y colores (los procesadores digo), si bien jamás caigas en el error de intentar aprender para qué sirve cada botón.

Otra forma más romántica o hipster es el uso de libreta o moleskine y bolígrafo. La ventaja que tiene este medio es poder llevarlo encima y la poca batería que consume. El principal inconveniente es que las chicas populares del instituto te la pueden robar y reírse de ti delante de todo el mundo y, sobre todo, del chico que te gusta, que además es el capitán del equipo de football.

Si ya has llegado hasta este punto, enhorabuena: ya estás en disposición de escribir; pero cuidado, no te confíes, llegamos a la parte más difícil del asunto, el QUÉ y el CÓMO.

Es decir, qué cuento y cómo lo cuento.

El ‘qué’ se va complicando a medida que pasa el tiempo. En pleno siglo XXI no deben quedar muchos temas sobre los que no se ha escrito –o ninguno, me atrevo a decir- así que si vas a elegir un tema muy recurrente como el amor o cómo ganar dinero fácil vendiendo libros sobre cómo ganar dinero, debes aportar un valor añadido o un punto de vista nuevo sobre el asunto si quieres que tu texto sea leído por alguien.

Yo ayer mismo por ejemplo tuve la idea de escribir Moby Dick pero miré en Google y resulta que ya estaba escrito desde hace mucho y además de una forma idéntica, palabra a palabra, de cómo yo había pensado escribirlo.

Sin embargo, si el ‘cómo’ merece la pena, el ‘qué’ es lo de menos. Y es esto lo que distingue a los grandes escritores de Dan Brown o de Ruiz Zafón.

Esa es la esencia de la literatura, la capacidad de trasmitir, de emocionar, de asustar, de hacer reír, llorar, comprar pescado un lunes, etc.

Y eso, al igual que la magia, consiste en trucos, que no son difíciles una vez que los conoces.

Yo mismo os los explicaría, pero es que me cierran el Carrefour.


Este post es del señor @Alfred_ego que, además, tiene un blog, Ego eats Ego.


8 comentarios:

  1. Señoría ¡me opongo!!

    Escribir con boli, pluma en mi caso y en libreta no es hypster. Es superchulo y mola mil.

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  2. Yo no voy a darme por aludida, me sé muchos trucos y espero aprender muchos más. Tampoco voy a contarlos. Una es generosa, pero no tanto.

    Gracias por venir, señor, vuelva usté cuando quiera.

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  3. Jajajaja, me he dejado Moby Dick a medias, qué chasco.

    Muy re-bueno.
    :)))

    p.d. No sé si ésto es literatura, pero me ha llegado.

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  4. A Alfredo se le ha olvidado decir que para ponerse a escribir, primero tienes que haber meado y haber cagado y a ser posible, haber comido. Es muy incómodo escribir si uno tiene hambre o se está cagando o meando. Salen unos artículos feotes, empalagosos y encorsetados.

    ¡Hola, Gordi!

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  5. El caso de Ruiz Zafon y Dean Brown es completamente extrapolable al cine, vease por ejemplo peter jackson y sus peliculas de hobbits.

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  6. Yo no tengo ni p*ta idea de escribir. Pero allá vamos ;-)

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  7. Aquí el autor: ES TODO MENTIRA, YO NO SÉ ESCRIBIR!! TODO HA SIDO UN TRUCO DE PRESTIGID... PRESDITIG... HA SIDO UN TRUCO!! JAJAJAJJAJA.

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