Era joven y no tenía prejuicios. Sobre nada.
Le quería y no le importaba demostrarlo, no le importaban sus amigas y no le importaba “el qué dirán”, ni estaba pendiente de si les observaban.
Rompió con todo y no miró atrás. No esperaba que nadie le intentara convencer de que no lo hiciese y siguió su camino. Junto a él.
Han pasado muchos años y todavía siguen unidos. A pesar de las dificultades, o quizá gracias a ellas, siguen queriéndose como el primer día. Sin nadie que les diga cómo hacerlo.
Y todavía un escalofrío recorre su cuello cuando, a solas, piensa en su vida pasada, en sus abrazos, en su voz. En su vida futura.
Juntos.
Isi H.
Qué bonito compañero.
ResponderEliminar¡Gracias, señor!
EliminarPero vamos a ver qué ha pasado con el "yo no sé escribir", "a mí me das cuatro letras y no sé cómo juntarlas", "yo la foto, la foto", "¿queréis otra Vendetta?"... EH. EH. No, si al final vamos a tener que quererte y todo. El Capote de la Levadura, te voy a llamar a partir de ahora... JO JO JO.
ResponderEliminarMilongas, son todo milongas.
EliminarHABER, que sigue siendo válido, que sigo sin saber escribir, que en este caso fue primero la foto y luego la historia, que yo lo único que sé hacer (regular) son fotos y que si queréis otra Vendetta, que se me seca la boca de tanto hablar...
EliminarOins, oins, oins.
ResponderEliminarEsa foto es tuya, señor Oso nº 5? qué artista eres...
ResponderEliminarNo me digas esas cosas, señorita hablaqueescucho...
EliminarPero qué pedazo de artista es mi socio.
ResponderEliminarPues sí, pero tú ya lo sabías :)
EliminarEnvidia, sana.
ResponderEliminarYa te lo había dicho: a mí me ha gustado mucho. Puedes volver cuando quieras. ¡Gracias!
ResponderEliminarGracias a ti, por favor. Gracias por dejarme el blog y fiarte de mí ;)
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