Querida Elena:
Ante todo, quiero felicitarte por tu programa.
Te escribo para comentarte un problema que tengo y espero que tus oyentes me ayuden a tomar una decisión. En realidad no es un problema que tengo yo, es un problema que creo que tiene un amigo, aunque él no sabe que lo tiene.
Ay, que me lío.
Resulta que tengo un amigo que siempre ha tenido buenos trabajos. Como tantos otros, con esto de la crisis y las comparecencias por televisión se ha quedado en el paro. Como es un tío inquieto y es consciente de que en los tiempos que corren hay que ir a buscar las oportunidades y que casi todas están en la interné, lo primero que ha hecho para encontrar trabajo es abrir un blog, una cuenta en Linkedin, otra en Tuiter y otra en Facebook. Y lo hace todo mal en todas, el pobre.
Este no es el problema. El que él no sabe que tiene.
La cuestión es que no sólo me he dado cuenta yo, es que hay varias personas que me han dicho que lo hace mal. Que se está vendiendo como experto en comunicación on line y se nota que no tiene ni idea. Esas personas podrían ser un buen contacto para él pero como está metiendo el remo hasta el corvejón, pues no lo van a ser. Un drama.
Y ahora es donde viene mi problema. Voy rápida para no ser pesada.
Resulta que siempre que me ha pedido opinión y se la he dado no ha estado de acuerdo y hemos acabado discutiendo. Así que yo me mosqueé la última vez y le indiqué cariñosamente el agujero oscuro y profundo por dónde podía meterse sus consultas ya que nunca me hacía ni caso, que allá él mismo con su mecanismo y que se la picara un pollo o similar.
Y ahora me veo en la difícil tesitura de quedarme en silencio, dejando que siga cagándola diariamente, perdiendo oportunidades laborales. Contenida y doliente. Callá, tol rato. O tragarme el orgullo y, aún a riesgo de que me mande a escaparrar, decirle qué hace mal y cómo debería proceder para que, al menos, no cantara tanto la metida de pata.
Me encuentro en un sinvivir. ¿Qué hago, querida Elena? ¿Mantengo la decisión de no decirle nada y veo cómo se hunde o se lo digo, arriesgándome a quedar como una bocachanclas y una metomentodo?
Quedo a la espera de las respuestas de tus oyentes.
Siempre tuya,
Amiga verdadera
No hagas ni el huevo.
ResponderEliminarQue le folle un ñu.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Tú quieta en la mata, que algunos sólo salen del pozo cuando llegan al fondo y de ahí pueden coger impulso. En todo caso si tú quieres estate ojo avizor con una cuerda preparada por si te pide que se la eches.
ResponderEliminarQuerida Piscis, mándale un tuit diciéndole que la está cagando desde una cuenta que no relacione contigo. Luego, un mail desde otra cuenta que tampoco tenga nada que ver y por último, enciéndele unas velas para rezarle a sanmojigatoquasivirgen y un gintonis para cuando venga, destrozado, a decirte que no le furula el chiringuito.
ResponderEliminarSi realmente es tu amigo, hará caso a las llamadas externas que nada tengan que verte y saldrá adelante y tú sabrás que molas. Y si no lo hace, sabrás que no es algo contigo y irá a ti a tomar los gintonics esos del amor.
Bendiciones.
Si previamente te ha dejado quedar mal porque en lugar de apreciar tus opiniones prefirió ir a su bola y despreció todo lo que le querías decir, lo más lógico es no cambiar de comportamiento ahora. Dando por sentado que no es amigo, porque si lo fuese no se habría comportado así.....
ResponderEliminarDe todos modos si te queda algo de aprecio por él puedes hacer algo así. Decirle: Fulano, vas mal pero si insistes allá tú. Avisado quedas. Si reacciona bien querrá saber, no .. pues, él mismo con su mecanismo, como tú misma dijiste.
Estoy con ellos. No pongas ni el huevo. Hay que aprender en esta vida que el que necesita algo de ti, lo pedirá. No malgastes tu tiempo y consejos en alguien que ni los merece ni los sabe apreciar.
ResponderEliminarLo que creo que hay que hacer: nadie escarmienta en cabeza ajena. Es doloroso aceptar eso, pero es así. El aprendizaje vicario o "cuando las barbas de tu vecino veas remojar..." sólo funciona para cosos muy concretos. Como los monos cuando usan palitos para sacar termitas. No te engañes, no te engañas (seguro que no).
ResponderEliminarTú ves clarísimo lo que está sucediendo, pero ya has visto los resultados de aconsejarle en otras ocasiones. No te va a entender y se va a ofender. Tiene otra visión de las cosas. Tú quieres avisarle con las mejores intenciones, pero cada cual debe cometer sus propios errores y afrontarlos. Si no lo ve, no lo ve. No vas a salvarlo ni serás responsable de si tropieza o se cae. Sí puedes estar ahí para ayudarle a levantarse, si quiere, si quieres. No puedes arreglar la vida de quien no quiere, ni tienes por qué hacerlo. ¿Por qué, además, crees que debes? Si no es deseada, esa acción es intromisión e invasión del terreno ajeno. Para ti no lo es, para quien reacciona mal, sí.
Lo que yo haría: hablar con él, cagarla, repetirme a mí misma una y otra vez que no volveré a hacerlo, que soy una entrometida, que no se entienden mis buenas intenciones, que a lo mejor pretendo saberlo todo. Y en este caso saberlo todo es dejar que cada uno decida cómo cagarla.
Fé de Rratas: donde pone "cosos" léase "dedazos como salchichas de las gordas" o, en su defecto "torpeloscojones".
ResponderEliminarTe regalo la tide de fe, que me mola. Y las rratas.
Otra más que se suma a "no hagas ni el huevo"
ResponderEliminarO si en algún momento te pide opinión, como dice Euclides, déjale claro que allá él si hace lo que le da la gana, pero que por ese camino va mal...
ufff yo soy de las que le insistiría. No soporto que alguien a quien aprecio la cague a ojos vista sin al menos, avisarle de ello (si le aprecio, claro. Si no, pues que el moqui la iaia).
ResponderEliminarPetons
Sin que sirva de precedente, voy a haceros caso a los que no. Ay.
ResponderEliminarPuedo darte la dirección de un shamán para que contactes con él y meta cordura y coherencia en el tarro de tu colega.
ResponderEliminarCreo que decirle algo es esperar resultados distintos haciendo el mismo experimento de la misma manera...una pérdida de tiempo. Esto es la teoría.
ResponderEliminarPero en la práctica(ay, los peros) yo se lo diría si la persona me importa lo suficiente como para tener una movida con él por ayudarle.
Estoy con Bich: si de verdad te importa y estás pasándolo mal viendo cómo se estrella, yo le diría algo. Y acabaría con un: "De todas formas, no me vas a hacer caso, así que... Tú mismo, chaval".
ResponderEliminarQuizá esta vez sí te escuche.
Y tu?
ResponderEliminarComo te vas a sentir tu si no se lo dices?
Amiga Verdadera, si te importa, ¿que te retiene?
ResponderEliminarEn fin, mejor equivocarse por algo que hiciste que por algo que no hiciste.
Un saludo
Ni caso, que se la pique un pollo.
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