Se dice que las desgracias nunca vienen solas y, oye, es verdad. Se empieza muriendo gente así, como quien no quiere la cosa, se sigue con separaciones muy dolorosas, no tardan en llegar las desgracias laborales, luego se pasa a las enfermedades de las personas a las que quieres y los interminables días de hospital, se acompaña de unas pocas crisis vitales, aparecen unas pocas depresiones y puede que se acabe haciendo una un colacao con leche pasada.
Con estas cosas en la cabeza es muy sencillo dejarse llevar por la desgana y la tristeza. Sobre todo si eres especialmente facilona.
Pues eso. Una caca.
Pero por mucho que nos empeñemos, por mucho que nos dejemos llevar por lo chungo de la vida, a veces pasan cosas buenas. De esas pequeñas, que te dejan la impresión de que si las cuentas no van a parecer importantes para nadie más. Y por eso no las cuentas.
A veces es algo tan sencillo como un correo de alguien que te dice que te quiere aunque no te conozca. O que te da una buena noticia, aunque no parezca importante. O una llamada preguntándote como estás. O una sonrisa dibujada en una servilleta.
A veces las cosas pequeñas y sencillas son las que te dejan dormir por las noches.
O levantarte un domingo antes de las ocho, cuando no se escuchan ni los pájaros, y poder considerar esa sonrisa en la servilleta, o en el teléfono, como propia. Gracias.
ResponderEliminarO levantarte un domingo antes de las ocho, cuando no se escuchan ni los pájaros, y poder considerar esa sonrisa en la servilleta, o en el teléfono, como propia. Gracias.
ResponderEliminarDe nada, reina :)
EliminarSi ya lo dijo Serrat, son aquellas pequeñas cosas... esta no es muy de karaoke la verdad.
ResponderEliminar:*
Nop, mucho no.
EliminarUn beso, reina.
Evidentemente si dice que te quiere es porque no te conoce xD
ResponderEliminarQue no, que no, ya encerio, que pienso en todo esto y solo se me viene a la cabeza, que la tengo fatal, que sí, pero tampoco viene a cuento, la canción que los Beatles te dedicaron de antebraso porque evidentemente no habían nacido ¿o sí habías nacido? Es que a veces me lío con las edades de las mujeres, tu no eres de esas de cincuenta, porque oye, igual sí y tus cremas para el cutis son estupendas. Que la química es lo que tiene, mucha reacción orgánica.
¿En qué estaba? Ah, sí, en la canción, que me gusta todo y lo siguiente y si pudiese te la cantaba.
To know, know, know her
Is to love, love, love her
Just to see her smile
Makes my life worthwhile
Yes, just to know, know, know her
Is to love, love, love her
And I do and I do
And I do
Pues eso, que si las cosas pequeñas son estupendas yo que soy una cosa grandota debo ser Supercalifragilisticoexpialidoso, y tú también.
HAMÉN.
Eliminar(Ps: NO HABÍA NACIDO)
Y a veces te aparecen 80 euros por arte de magia en un lugar olvidado y te solucionan el fin de mes.
ResponderEliminarSon esas pequeñas cosas las que dan sentido a todo lo demás, y las que consiguen dar una gran, gran felicidad.
ResponderEliminarBesos pequeños.
Sin esas cosas pequeñas, la vida sería imposible. Te dejo una sonrisa
ResponderEliminarNo digo que no tengas razón (que la tienes). Pero mejor que no nos falle la fuente de ingresos que nos ganamos con el sudor de nuestra frente, que si no, no tendríamos pequeñas cosas (ni grandes). Eso, desgraciadamente, sí es importante.
ResponderEliminar(¡Aarrrrrrrrrrrrrrrrrrg! El dinero, lo odio: prosaico materialismo).
me encanta este blog!
ResponderEliminarO un wassap que te diga "Nos vemos mañana? ;)"
ResponderEliminarEsas pequeñas cosas :*****
:) quizás por eso son especiales, porque son cosas que salen de dentro,de la patata, así dejan de ser pequeñas para convertirse en imprescindibles.
ResponderEliminarUn besazo.
O una llamada telefónica que empieza con un OLA K ASE cuando llevas toda la mañana de tu cumple llorando. Y acabar riendo. Y sentirte bien un buen rato. Gracias :)
ResponderEliminarGracias, chatos.
ResponderEliminarO reencontrarte con tu blog preferido, con las confesiones, pensamientosvarios y preguntas sin respuesta de la misma Gordi... cuando llevas muchos días pensando que hay demasiadas cosas y personas que no molan nada. Pero tú sí.
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