martes, 18 de diciembre de 2012

Cosas

¿Por qué hay personas que nos gustan mucho en un momento (un día, una semana, un mes, un año) y luego dejan de gustarnos?

(minutos musicales)


Aquí podría acabar este post y esperar a que expusieran sus teorías pero es que yo tengo una, la cuala es la siguiente: nos separamos de las personas, dejamos de gustarnos, cuando dejamos de compartir cosas con ellas. Así de simple. Y de complicado.

"Cosas". Aficiones. Filias y fobias. Intereses. Ideología política, concepción espiritual de la vida o posicionamientos filosóficos. Recuerdos. Y cuantas más "cosas" tengamos en común, mejor. Nos sentiremos escuchados, comprendidos, apreciados, con nuestras rarezas compartidas. Acompañados. Sólo tengo una excepción para este criterio cuantitativo, en pro de uno cualitativo: hay personas con las que puede que no compartas muchas cosas, basta con una: el cariño. Vamos, quererse una jartá.

Cada dos meses o así como y paso la tarde con mis amigas.

Mis amigas.

Hablamos a gritos, nos interrumpimos, hacemos aspavientos para callarnos unas a otras, nos enzarzamos en discusiones estúpidas, frivolizamos, lloramos con las desgracias familiares... A veces las miro, ligeramente achispadas por los carajillos, y soy muy consciente de que no tengo nada en común con esas mujeres casadas y con hijos, con vidas difíciles pero razonablemente felices. Ellas también lo son. Pero nos queremos.

Afortunadamente, en estos casos compartir muchas cosas deja de tener sentido. Basta con compartir una.

Menos mal. MENOS MAL.

14 comentarios:

  1. Si nos gustan las mismas cosas siempre, pensamos las mismas cosas siempre, vemos las mismas cosas siempre…me quedo con la sensación de que nos aportamos poco más que “qué bien habla y cuánta razón tiene”, y es un poco rollo.

    En general me atrae más la gente con la que tengo menos cosas en común, me resulta más enriquecedor, porque parto de la base de que me relaciono con gente inteligente y medianamente tolerante y con la que me gusta discutir por discutir. Aunque también molan mucho esos momentos en los que te reconoces en otro (hola, cuqui)

    Pero lo fundamental es el quererse, el que salte la chispa del cariño o de la simpatía mutua y ya. No hace falta más. Puedes estar en desacuerdo en absolutamente todo lo demás. Si os queréis bien, el resto son detalles menores.

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    1. Algo tenemos que compartir: el sentido del humor, la forma de ver la vida... algo. Piénsalo: siempre compartes algo con las personas que te gustan, a no ser que, eso, que haya mucho amor.

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    2. Sí, claro, me refiero a que en general me atrae más la gente distinta, si estamos de acuerdo en todo me aburro.

      Pero con mis amigas del cole, por ejemplo, creo que lo único que tengo en común es eso de querernos. Y el pasado, claro.

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  2. A mí no es que no me gusten, es que me aburren. Es como si ya no tuvieran nada más que ofrecer. Me cansan, me da pereza y me aburre saber qué van a contarme, antes de que empiecen.
    Por suerte, no siempre es así. Pero mi estado asocial pasa mucho por esa racha. Eso sí, no me pasa con amigas, me pasa con gente conocida que, si les das tiempo luego, lo mismo vuelven con temas que me entretienen más.

    Como decía la película, no sos vos, soy yo.
    :)

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  3. Ps. Tú sigues pareciéndome de lo más chachiguais del mundo, quede claro :)

    ps2. Igual que a mí me pasa, entiendo que a la gente le pase conmigo, eh. PEro vamos, me suda un pie... y da muchísimo gustico que no me importe.

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    1. ¡JAJAJAJAJA! "No sos vos, soy yo". Esta me la quedo.

      Besos, JUAPA.

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  4. Ostras. El otro día pensaba esto mismo. El domingo, concletamente, estando con mis amigos y sus hijos. Ya no tengo nada en común con ellos, sino el cariño. Y sí es verdad que es suficiente.

    Un besote, flor :)

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  5. Me siento algo extraño, porque a mí, lo que una vez me gustó, me gusta ya siempre. Debo ser el hombre más fiel a sus gustos del planeta. El problema es que me gusta exáctamente aquello tal como era, si cambia, evoluciona o involuciona, ya no es lo mismo, así que es posible que deje de gustarme o me guste incluso más.

    También cabe la posiblidad que yo envolucione (o involucione) y me guste más o menos, pero vamos, que no deja de gustarme. Por eso me gustan siempre las mismas canciones, los mismos libros, las cosas que no cambian. Me gustan mis gustos sempieternos.

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    1. Oh, Al, seguro que hay cosas que cambian. Lo sempieterno no existe.

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  6. PD: Si, he "envolucionado" a un cani de Gandia Shore. Qué penica de mí.

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