lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz dosmiltrece

Es curioso cómo pasar de un día a otro, algo que pasa, como mínimo, todos los días, de repente se convierte en un acontecimiento digno de plantar calzoncillos rojos con ojos a señores hechos y derechos. Shit up, little parrot.

Cosas de las tradiciones, dicen. Un día es un día, dicen.

La cuestión es que parece (parece sólo, OJOCUIDAO) que aprovechamos cualquier ocasión para tener una buena excusa para, entre otros:
1. Montar una fiesta del copón de mico.
2. Gastar.
3. Coger pedos tremendos.
4. Hacer el ridículo en grupo.
5. Ver caspa por la tele.
6. Ensayar la maniobra de Heimlinch con la tita por culpa de una uva sin pelar.
7. Ponernos hasta las cejas de comida.

A mí me parece bien. Todo. TODO. Cualquier cosa para tener sensación de ruptura con lo anterior, bueno o malo, y oportunidades para un nuevo comienzo. De lo que sea, aunque sea algo tan intrascendente como cambiar el número de año. 

Cambiar está bien. Sobre todo cuando una tiene la sensación de que se deja atrás un annus horribilis y que queda uno nuevecito, por estrenar. Y que es impar. Los años impares siempre son los mejores. Háganme caso, mucho mejores. Cambiemos de año con alegría, seguro que lo que viene es mejor.

Gordi y yo esperamos tenerles al otro lado un año más y, si es posible, face to face frente a una birrita o un café. Siempre que podamos, porque hacen nuestra vida un poco mejor todos los días. Gracias.

Feliz dosmiltrece. Feliz Año Nuevo.



miércoles, 26 de diciembre de 2012

Frugalidad

Estos días se habla mucho de comilonas, empachos, excesos culinarios... esas cosas, vaya. Parece que celebrar las fiestas está íntimamente ligado a la comida gordística. 

En mi casa no es así, mi madre es demasiado práctica y no está dispuesta a tirar comida ni a comer sobras durante una semana. Y no nos deja salir rodando. Somos sólo nosotros, mis padres y hermanos, ya tiene las medidas tomadas. Así que en Nochebuena cenamos cositas de picar que nos gustan a todos y no sobra nada. Y en Navidad comemos caldito y pescado al horno, petición del rey de la casa. Con la mesa adornada como corresponde, eso sí. Nos permitimos el lujo de ponernos un poco pedo comiendo con cava y con un vino dulce después, pero poco más.

Yo soy una mujer sencilla, de costumbres sencillas y apegada a las tradiciones familiares así que sigo el camino habeces marcado por mis mayores. Aunque no sé cómo vería mi madre el contenido de mi nevera, en estas fechas y casi siempre.




lunes, 24 de diciembre de 2012

No nos hemos muerto

Si estás leyendo esto:
1. No se ha acabado el mundo.
2. No te has muerto. Lucky you!
3. Yo tampoco me he muerto. Lucky me!

Aprovechemos que no se ha acabado el mundo para disfrutar lo que nos queda

Sé que para muchos estas fiestas son difíciles, conflictivas, tristes, falsas, ñoñas... Muchos tienen razones para que no les gusten, otros muchos no. Es igual de respetable, claro que sí, todo el mundo tiene derecho a ser un Grinch.

Para mí también son todo eso y más, por muchas razones: faltan personas muy queridas y mi familia es un puto desastre sin remedio. El resto de la mierda que me rodea no vale la pena nombrar, no es momento.

Sin embargo, me resisto a dejar que me invada el mal rollo. La Navidad me parece una excusa cojonuda para sonreír a los demás, para mandarles buenos deseos, para besar y abrazar con cariño, más que de normal. La Navidad me parece un momento cojonudo para dejarnos llevar por el buen rollo, porque sí.

Por eso te mando un abrazo de los de notar las tetazas y un beso, y te deseo felices fiestas.
Gordi decora el hogar.




viernes, 21 de diciembre de 2012

Si el mundo se acaba

Soy una mujer precavida. Si el mundo se acaba el 21 de diciembre de 2012 yo lo habré empezado frinkando. ¿Queda soez y fuera de lugar? Puede. ¿Podría haber elegido hacer algo mejor? A esa hora, no.

Como la Fle, habré ido a trabajar, sufriendo los mismos problemas logísticos de toooodos los días, quizás pensando en algún momento que, oye, mira, igual es la última vez que pasa, me encante y llegue más tarde aún. 

Si el mundo se acaba habré almorzado con algunos de mis mejores amigos, como cada viernes. Habré escuchado mi lista de canciones más favoritas del mundo, como cada mañana. Habré reído y llorado a partes iguales en el trabajo, como todos los días.

Y, de bonus track, mi jefe habrá organizado un aperitivo navideño, en ausencia de cena y amigo invisible, nos reiremos un rato de los últimos acontecimientos, cantaremos Call me maybe y perderemos un ratito con eso de que es Navidad, tenemos unos días de vacaciones y tal.

Si el mundo se acaba habré comido con mi familia y habré dormido la siesta rodeada de cojines y pies peludos del 43, como casi todos los viernes. Habré merendado un Colacao con mi madre en la cocina, después de poner los adornos navideños y ayudarle a recoger y planchar la ropa.

Si el mundo se acaba habré tomado una cerveza con mis amigas, me habré dado una ducha reparadora y habré salido a cenar y a tomar unas copas, pintá como una puerta, con mis maravillosísimos zapatos nuevos, no vaya a ser que la palme sin estrenarlos.

Si el mundo se acaba habré disfrutado un rato de amigos que están lejos a través del correo, del teléfono, de Tuiter, de Facebook, de Instagram, de este blog... Si el mundo se acaba el 21 de diciembre de 2012 me pilla con todo hecho, la verdad.

Si el mundo se acaba, como dice La Rizos, que me pille donde estoy ahora. Y en viernes.

Por si acaso, por si el mundo se acaba, quiero mi canción favorita:

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Caminar

Despierta. ¡Despierta! 

Mierda, llegas tarde otra vez. 

Dúchate. El agua un poco más fría, venga, necesitas despejarte. Oh, señor, la ducha matutina es una de las pocas cosas que podría, podría, convertirme a la verdadera fe. Corre. Sécate un poco más el pelo, que así estás siempre de mocosa. Llegas tarde. Otra vez. ¿Qué me pongo? Espero no tener que ir hoy a ningún sitio porque estos vaqueros no me dejan muy de seria pero no tengo tiempo de buscar nada más. ¡JODER! ¡No puede ser esta hora! ¿Qué me falta? La medicación, las hidratantes, atarme los zapatos y ponerme perfume y los pendientes, en el bus. ¡Venga, ya estamos! ¡SALIMOS!

Oh, espera, tengo que volver a entrar, he olvidado las gafas de sol.

Oh, espera. Las llaves del despacho.

Espera. Me he dejado el peine en el otro bolso...

Yes I’m gonna walk on the milky white way
Oh Lord some of these days
I'm gonna walk that milky white way
Some of these days well well well well

Teléfono. Correos. Leer. Más teléfono. Escribir. Contraseña. Usuario. Borrar. Más correos. Bronca. Hacer pipi. Más correos. Unas risas con el Gangman Style. Leer. Capuchino. Escribir. Dibujar. Leer. Escribir. Borrar. Escribir. Borrar. Responder. Respirar. Discutir. Respirar. Agua. Más agua.

I'm gonna walk up and take my stand
Gonna join that Christian band
I'm gonna walk on that milky white way
Oh Lord, some of these days

Sufrir. Teléfono. Correos. Puerta. Reunión. Más teléfono. Sonreír. Escribir. Más correos. Bronca. Más correos. Leer. Capuchino. Escribir. Dibujar. Leer. Escribir. Borrar. Escribir. Borrar. Hacer pipi. Responder. Escribir. Correos. Error 404. Teléfono. Nanananá.

I'm gonna tell my mother howdy, howdy,
Howdy when I get home
 Yes, I’m gonna tell my mother howdy,
When I get home well well well well
I'm gonna shake my mother's hand
I will shake her hands that day
That's when we walk on the milky white way
On some of these days

Recíbeme en la puerta. Sujétame contra la pared. Bésame. Muérdeme un poco. Quítame... quita... todo, quítalo todo, quítatelo todo... No te preocupes, puedo hacerlo por el camino. No, no me importa tener que buscarla mañana en el suelo, sobre el sofá, bajo la cama, en la cocina no entiendo cómo puede haber llegado hasta alí, la verdad, no te preocupes. Ya la encontraré.

Tenía frío, estaba muy cansada, he tenido un día horrible. Hace sólo veinte minutos mi vida era un infierno y ahora te noto pegado a mi cuerpo para darme calor. Si no te conociera diría que evitas los pies pero no me importa. A mis pies tampoco. Ven. Más. Pégate más. Entra. Ven.

I'm gonna meet god the father and god the son
Yes, I’m gonna meet god the father and god the son Well well well well
I'm gonna sit down and tell Him my troubles
About the world that I just came from
That's when we walk on the milky white way
Oh Lord, on some of these days

Vas a tener que dejarme unos calcetines, no encuentro mis medias y tengo que seguir caminando.
 

martes, 18 de diciembre de 2012

Cosas

¿Por qué hay personas que nos gustan mucho en un momento (un día, una semana, un mes, un año) y luego dejan de gustarnos?

(minutos musicales)


Aquí podría acabar este post y esperar a que expusieran sus teorías pero es que yo tengo una, la cuala es la siguiente: nos separamos de las personas, dejamos de gustarnos, cuando dejamos de compartir cosas con ellas. Así de simple. Y de complicado.

"Cosas". Aficiones. Filias y fobias. Intereses. Ideología política, concepción espiritual de la vida o posicionamientos filosóficos. Recuerdos. Y cuantas más "cosas" tengamos en común, mejor. Nos sentiremos escuchados, comprendidos, apreciados, con nuestras rarezas compartidas. Acompañados. Sólo tengo una excepción para este criterio cuantitativo, en pro de uno cualitativo: hay personas con las que puede que no compartas muchas cosas, basta con una: el cariño. Vamos, quererse una jartá.

Cada dos meses o así como y paso la tarde con mis amigas.

Mis amigas.

Hablamos a gritos, nos interrumpimos, hacemos aspavientos para callarnos unas a otras, nos enzarzamos en discusiones estúpidas, frivolizamos, lloramos con las desgracias familiares... A veces las miro, ligeramente achispadas por los carajillos, y soy muy consciente de que no tengo nada en común con esas mujeres casadas y con hijos, con vidas difíciles pero razonablemente felices. Ellas también lo son. Pero nos queremos.

Afortunadamente, en estos casos compartir muchas cosas deja de tener sentido. Basta con compartir una.

Menos mal. MENOS MAL.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El Club de los Cinco: personas de 2012

Tenía la intención de escribir un post sobre las personas que han sido importantes en 2012, y que espero que lo sigan siendo. Pero no puedo. No puedo hacer una lista de personas. No me parece bien y no es fácil pero, sobre todo, no puedo reducirlas a cinco hagan, hagan la rima. Y, luego, con esto de ser relamidamente escrupulosa con lo de la intimidad joder, qué chulo me ha quedao ¿no?, igual si me pongo a enumerar a algunas que han contribuido a que tenga cosas bonitas que decir de 2012 va y alguien se me enfada. O igual se me enfadan si no las nombro, vete a saber...


Este ha sido un año de bonitismo social OLA K ASE, Bichejo. He tenido la suerte de compartir buenos y malos momentos con personas estupendas, generosas, divertidas... He tenido mucha suerte.

He ido dándome cuenta poco a poco de que, de manera inconsciente al principio, conscientemente después, tiendo a apartarme de quien me perturba. Ha dejado de ser eso de "es que fulanito no me aporta nada" o "menganito y yo ya no tenemos nada que ver" a "no quiero pasar tiempo con esa persona que me perturba"Paso demasiado tiempo con personas que no me gustan nada, que me suliveyan el sentimiento, que desequilibran mis chacras y mis biorritmos. No quiero.

No voy a utilizar la excusa del tiempo, el trabajo o las obligaciones. Es que no quiero. Cuando puedo elegir y elijo no estar sola, quiero estar con quien quiero. Y punto.

Sobre todas las cosas, las personas han sido lo mejor de 2012. Con diferencia.



Cinco, al final han sido cinco. Si ej que...

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El Club de los Cinco: mis post favoritos de 2012

1. Tierra quemada
Ya tengo una edad. Me han pasado cosas en la vida, como a todo el mundo. Según me pille el día, unas veces me las tomo bien, otras regulero, otras como una drama queen del horror. Sin embargo, con honrosas excepciones, cuando pasa el tiempo soy capaz de sacar la historia más divertida del drama más terrible. Recuérdenme que les cuente algún día "Historias desde la UCI, volumen I y II", "Caca o muerte", "Levántate y anda" o "Treinta y seis puntos de sutura". LA BOMBA.

Humor negro. Espíritu de supervivencia. Mala leche. Llámenlo como quieran. Como me ponga, se descojonan.

Pero sin duda, vamos, que ni de lejos, la mejor historia de mi vida tiene que ver con un incendio doméstico que podía haber acabado en tragedia pero no. Este post está en mi top ten de todos los tiempos.
Imagen póstuma del huertito.


2. El mar, la mar, la puta playa
No sé por qué me fui un ratito. Tampoco sé por qué volví. Lo que sí sé es que, probablemente sin quererlo, la persona con la que me quemé tuvo parte de culpa, ya pueden ir tocándole las narices. Que no la nombro porque no sé si quiere cargar con esa responsabilidad, aunque se lo merezca, la muy POOTAH.

Volví directamente de la playa, quemada, salada y contenta. Y lo conté tan tranquilamente. En un post dulce, melancólico y cariñoso, y truly welcome back.

3. Málaga, qué hermosa eres y qué calor hace, cagonlaputa
Qué bien lo pasemos y qué de bailes nos peguemos... Qué bueno el Cartojal, que compañía más divertida y encantadora, que pedazo de anfitrionismos y que bonita es Málaga. y HOSTIAPUTA, qué calor.

Ah, y una cosita: bailamos ska en euskera. EN MÁLAGA. Si eso no es cosmopolitismo...

Prueba superada: unos días de vacaciones con bloguertuiteros/as de lujo. DE LUJO.


Cartojal on the rocks. Siempre bebes sólo dos vasos.

4. Te recuerdo
A mí es que me pasan estas cosas. True story.

En ese momento igual no tienen mucha gracia pero yo luego me acuerdo y me desorino. Normalmente en solitario, cuando sale lo de "te acuerdas aquel día que...", pero me desorino. Y siempre da para unas risas. 


5. De mear y esas cosas de profundidad
A veces, cuando conoces a una persona desde hace mucho tiempo, piensas que no puede sorprenderte. Es fácil caer en la soberbia y pensar que ya lo sabes todo, que no tiene secretos para ti.

Un día descubres que igual no es un secreto, pero hay muchas cosas que no sabes, hasta de las más cotidianas. Y ese día descubres que sigues teniendo ganas de descubrir cosas nuevas, que sigues teniendo curiosidad, que quizás nunca dejes de tenerla. Una bendición y una cruz a la vez, según el día.



Hoy es 12-12-12. Si se acaba el mundo o algo me pilla con la ropa por planchar pero con un post recopilatorio de 2012 que me ha gustado escribir. Caris.

martes, 11 de diciembre de 2012

El Club de los Cinco: canciones que me han puesto contenta en 2012

1. Fun, We are young


No suelo escuchar música en la radio ergo no me entero de nada.

Un día iba en coche con una amiga y sonó. Estábamos hablando de algo trascendente, siempre hablamos de cosas trascendentes. Hice que se callara y la escuchamos una y otra vez, hasta que amenazó con dejarme en la primera gasolinera.

Me gustan las melodías ascendentes, polifónicas, rotundas. Me gustan las melodías atronadoras que podrían acompañarme mientras bajo emplumada y enjoyada por una escalera de veinte escalones, decorada por miles de luces, bailarinas y telones de terciopelo rojo.

Me gusta.


2. Dan Auerbach, Heartbroken, In Disrepair



Pueden culpar a hermano pequeño. La persona más importante de mi vida aunque, curiosamente, nunca hablo de él aquí. Sí, curioso...

A lo que iba.

Hermano pequeño es quien se preocupa de que no sea una asilvestrada musical, de que vaya conjuntada por la vida, de que vaya a comprar papel higiénico y esas cosas mundanas, de que tenga vida social cuando estoy ameba, de que no muera de pena por las noches...

Es mi sol. Y me manda canciones por guasap y luego me interroga sobre ellas, porque le hace feliz que me gusten sus descubrimientos.

Luego me machaca durante semanas en el coche pero se lo tengo que perdonar, qué quieren, la carne es débil.


3. Groove Armada, At the river

 

Me la descubrió Bereni-C. Me ha acompañado todo el verano esa languidez, esa tranquilidad. Que me da paz, coño, que todo hay que decirlo. La he oído hasta la extenuación de quién me acompañara en ese momento.

Me gusta porque me recuerda a ella, a su esposo, a su pájaro, a su generosidad y su tarta de chocolate. Y porque fue la banda sonora de unos días de verano que va a costarme mucho olvidar. AMO esta canción.


4. Smile, Satellite Blues


Sábado, seis de la tarde. Cola de probadores de H & M en un centro comercial. Gordi en un probador y hermano pequeño (sí, otra vez, qué pasa) en otro. Smile en el hilo musical. Gordi, a medio vestir, sale del probador, entra en el de hermano pequeño, grita, enloquecida ¡PON EL SHAZAM ESE!

Hermano pequeño, curao de espanto, graba, detecta la canción, envía por guasap el nombre del grupo y la canción, tranquilamente. Mientras sigue probándose pantalones, rezonga, enfurruñao: esta va a ser una de esas canciones que no te pegan con la que vas a estar dando por culo hasta el infinito, lo veo.

Y hasta ahora ninguno de los dos hemos entendido por qué la tararero continuamente, pero es un sufrir.


5. Caribou, Odessa



Otra que no me pega nada y que llevo en el móvil, incomprensiblemente.

Me pregunto a menudo por qué me gustan canciones que no me pegan. Me pasa especialmente con la música más o menos electrónica, que me horroriza en general, hasta que un tema, por lo que sea, se me incrusta en el córtex y ya no dejo de escucharlo nunca. Me imagino con 80 años y tarareando esta, así lo digo.



Hay más, seguro, pero estas han sido descubrimientos de 2012 que ya están en mi lista de más amadas, porque me ponen contenta. Y cuando una canción me pone contenta, me pone mucho.

¿Y a ustedes, qué canciones les ponen contentos?

lunes, 10 de diciembre de 2012

El Club de los Cinco: cosas chachis de 2012

1. Estoy aprendiendo a cocinar.
Ya lo conté. Pero es que va a peor. He descubierto que, claramente, lo mío son los dulces pero me he atrevido con algún guisado, unas cuantas salsas para pasta y algo de pescado. Y ha sido todo un éxito. Cuando se lo conté a Aquiles me dijo "mira a ver cómo se lo cuentas a tu madre, va a preocuparse". Y tenía razón: ahora mi madre piensa que me pasa algo grave que no quiero contarle.

Mientras pienso en una buena explicación me siento muy feliz llevándome tuppers propios para comer en el despacho. 


2. He conseguido quitarme el flequillo.
Cuando era joven e inexperta llevaba una melena de esas pantojil, lisa, rubia, sosaina, vaya.

Una tarde, cuando volvía de clase, pasé por una peluquería que acababa de abrir. Me llamó la atención la decoración: todo muy rococó, muy de Luis XIV, muy dorado. Me pareció muy moderno y rompedor para ser una peluquería. Pero lo que más me gustó fue el pelo que llevaba la chica del mostrador: negro tizón con el flequillo azul eléctrico.

Entré, pregunté si podían atenderme y dos horas después ya no tenía pelo en la nuca, ni en las orejas ni casi en ningún sitio: parecía Twiggy. Pero llevaba flequillo por encima de las cejas. Era 1992. Y hasta hace unos meses.

Estaba hasta el c*ñ* del flequillo. El logro ha sido tener paciencia para cambiar algo que ya no me gustaba.


3. He vuelto a estudiar.
Esto también lo he contao. Mis sentimientos han cambiado desde esa entrada: ahora me da un por culo infinito haberme matriculado. No lo estoy disfrutando. No me gusta estudiar así. Y, así y todo, estoy sacando notazas. Un hórror todo. Pero, al menos, ya sé que no tengo que volver a hacerlo. Y quizás (quizás) algún día me sirva para algo. Chi lo sa.


4. Madrugo.
Para la gente que se levanta a las seis de la mañana decir que "madrugo" levantándome a las 7'30 debe ser para matarme. Pero es que una consigue dormirse, con suerte, con mucha suerte, sobre las dos y media de la mañana, entre lágrimas de desesperación, con el blíster de Orfidal y un vaso de agua sobre la mesilla de noche. Todos los días. Todas las noches.

Y me parece un avance despertarme sólo una vez cada noche, aunque no sé cómo ni por qué lo he conseguido: hasta hace unos meses me levantaba dos o tres. Supongo que con una mezcla entre técnicas de relajación, rutinas para ir a dormir. rutinas para despertarme, autosugestión, y muerte súbita por cansancio.

La cuestión es que ahora me despierto a una hora que me permite llegar a tiempo a trabajar 9 de cada 10 veces. Hace unos meses la proporción era justo al revés. 

Es una gelipollez pero no empezar todos los días con una bronca descomunal del jefe hace que el día no empiece como una puta mierda 9 días de cada 10. Luego se va jodiendo todo pero al menos sé que no voy a entrar con una bronca en la nuca.


5. Mis plantas.
Hay gente que dice que las plantas tienen una conexión con el estado de ánimo que hay en una casa. Bueno, mi madre lo dice. También dice que las plantas acusan mucho el cambio de sitio, que tienen que aclimatarse, como las personas.

Igual es difícil de entender, casi tanto como de explicar, pero me importan mis plantas. Me preocupo de que tengan lo que necesitan: luz, agua, tierra adecuada...Y ellas se preocupan por mí: sintonizan con mi estado de ánimo, crecen, están verdes y bonitas. Acusaron mucho el cambio de casa. Dos murieron. Les tenía mucho cariño: una me la regaló mi madre tres años antes y otra mi mejor amiga, tenía nueve años. El resto han estado muy pochas durante meses, pero hacia la primavera empezaron a reviscolar: se han aclimataron a la luz, al sol, al interior, a los incendios. Y yo me puse muy contenta. Ahora están estupendas. Me siento muy orgullosa de ellas.


* Y de deberes me haces una lista de cinco cosas buenas de 2012, que alguna ha tenido que haber, el regodear se va a acabar  (...)
Bichejo, 5 de diciembre de 2012 en Forever alone.

Bichejo, mujer vehemente y positiva donde las haya, me puso deberes el otro día. No soy muy de hacer listas pero sí soy obediente y disciplinada, y he aceptado el reto. Es más, veo el reto y multiplico la apuesta.


Cinco cosas chachis de 2012 de las que me siento orgullosa aunque sean gelipolleces. Esto no acaba aquí.
Va a haber más.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Hoy es uno de esos días*

Ya no recuerdo cómo me sentía cuando a este lado del blog era yo y nadie más que yo, y luego había otras personas desconocidas, sin cara, al otro lado de la pantalla. Así que no recuerdo cómo era escribir para mí y que lo leyeran otros.

Es una sensación extraña, una mezcla de añoranza por lo que fue un día y alegría por lo que es hoy. No sé qué me pesa más, la verdad, va a días. Lo echo de menos casi siempre pero no me arrepiento. Es raro, ya digo.

Hoy, día de puente, soleado y con planazo por delante, es uno de esos días que me gustaría ser una rubia teñida que escribe desde un lugar indeterminado, sin cara, sin más historia que la que se puede leer en el archivo del blog. 

Hoy es una de esas veces en las que me gustaría soltarme y escribir cómo me siento, por qué me siento así, que no voy a hacer nada para remediarlo y que voy a esperar sentada tranquilamente a que se me pase, sin pensar en nadie más. Hoy es uno de esos días en los que no tengo ganas de ánimostúpuedes, ni de miralascosasbuenas, ni de noserápatantos. Tengo ganas de esconderme bajo el edredón y llorar por todo y por nada, muerta de miedo por cosas que no tienen nombre, cosas que van a venir hoy. O mañana. O puede que pasado mañana. O al otro... La incertidumbre me mata...

Pero voy a parar, porque si quiero hacer bien los deberes que me ha puesto Bichejo en el post anterior tengo que empezar a hacer un esfuerzo sobrehumano que me va a costar la vida, que no está el horno pa bollos. Y los quiero hacer bien, vaya que sí. Bich, acepto el reto. ¡Vas a flipar!


* No, ni tengo la regla ni estoy embarazada.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Forever alone

Hoy he sido realmente consciente de que es altamente probable que pase la Nochevieja sola en casa.
 
No me apetecen los planes de mis amigos. No voy suelta de líquido. No estoy de humor. Y, aún así, me da pena.
 
¡OJOCUIDAO! No me da pena a mí sola, según parece. Que, HABER, sé que es una noche como cualquier otra, que está sobrevalorada, que parece que tengamos que pasarlo superbien cuando es una noche máBLABLABLA... Que sí, que me lo sé todo.
 
Y, aún así, me da pena de morir. Uf. Pienso que voy a pasar la Nochevieja sola en casa, bebiendo y endrogándome legalmente para darme menos cuenta de lo de forever alone y me dan los siete males de Egipto. Sí, lo pongo en cursiva porque es otro idioma pero duele lo mismo: FOREVER ALONE.
 
Lo peor es que tengo grandes recuerdos de las Nochesviejas. No de lo que ha pasado durante las noches, que no, no recuerdo casi ninguna, sino de lo que han provocado o de lo que me han traído, todo bueno. Y me da esa pena tonta pensar que no voy a tener recuerdos borrosos de este año, que no voy a tener que pensar en qué voy a ponerme o cómo voy a maquillarme.
 
¡DIOS! Me doy una pena de mí misma que me doy hasta asco de gomitar.
 
Así que, o algún milagro navideño lo remedia o estaré lamentándome amargamente por las esquinas y pondré canciones tristes todo el rato para recordarme que esta Nochevieja va a ser el colofón perfecto del infecto, pestilente, asqueroso y olvidable 2012.

(Cortesía de Cuervajo)

¿Qué van a hacer ustedes en Nochevieja?

lunes, 3 de diciembre de 2012

Cinco consejos para caerme mal (editado) *

Todo sería mucho más fácil si viniéramos con libro de instrucciones. Pero no, la vida es así de puta.
 
A estas altura aún no sé si podría hacer un listado infalible de cosas que me gustan de las personas. Hay cosas que me gustan en unas y en otras no. Y luego está lo de las mezclas: hay cosas que me gustan en unos pero que mezcladas con otras me horripilan en otros. Un sinvivir, vamos, porque la putada grande es que me tengo que relacionar con muchas personas todos los días, quiera o no y ahí hay una posibilidad de mezclas...
 
Lo que sí tengo bastante claro son las cosas que hacen que las personas me caigan mal, las que hacen que las ahogue en el pozo del olvido, con mayor o menor dolor.
 
¿Quieres caerme mal? Aquí van cinco consejitos que te aseguro que son infalibles en solitario. Con más de uno te llevas el premio gordo (y no va a ser mi culo, badabumtchissss):
 
- Pídeme consejo o ayuda, apelando a mi conocimiento/experiencia/dominio (o cómo quieras llamarlo) sobre un tema y pásatelo por el forro, arguyendo es ques. Luego vete a tomar por culo. Tiendo a perder el ídem cuando alguien me pide que le explique algo o le eche una mano, lo menos que puedes hacer es escucharme e intentarlo y, si no estás de acuerdo con lo que planteo, rebatirme de manera lógica y coherente, no con mierdas del tipo es que yo creo que es mejor hacerlo no sé cómo. Si pensabas que era mejor hacerlo no sé cómo, habérmelo dicho, no habría perdido el tiempo en tus cosas partiendo de cero.
 
- Mírame por encima del hombro, dejando siempre bien clarito que eres superior a mí en cualquier aspecto. Ah, y no se te olvide decir que te tengo envidia porque eres más guapo/a, inteligente, delgado/a y/o tienes pasta pa aburrir. Por favor, dilo, di que te envidio y así todo irá mucho más rápido y será menos traumático para mí. A ti, que te den por culo, probablemente desee que te mueras cuanto antes.
 
- Repíteme una y otra vez, desde el cariño,  que soy borde, fría, cortante, cínima, demasiado sarcástica, demasiado tajante, demasiado intransigente. A nadie le gusta que le digan continuamente las verdades a la cara y a mí que, además, tengo mal carácter, menos que a nadie. Prueba a decírselas a tu puta madre, a ver qué tal.
 
- Dime que tenemos que hablar de nuestra relación y/o de por qué estoy enfadada o por qué me he distanciado. Soy Rottenmeyer pero también soy comprensiva, tengo paciencia infinita, mucho aguante y una resistencia al dolor sobrehumana. Así que cuando se acaba, se acaba. No estires más. No tengo ganas de hablar. No voy a hablar contigo para intentar solucionarlo. No hay nada que solucionar. Si he decidido que se termina, se termina. No sé si volveremos a encontrarnos en el futuro pero ahora se ha acabado, habla de tu relación con alguien a quién le interese lo que tengas que decir.
 
- Escóndete en el grupo para decirme lo que no te atreves a decirme a la cara en solitario. Entiendo que tengas miedo de que te mate pero, oye, busca un lugar público y dime lo que te molesta o no te gusta, estarás a salvo, al menos de momento. De todas formas, si ese es tu proceder, si sueles aprovechar la protección de la masa para decir todas esas cosas horribles, antes o temprano lo harás con alguien más, alguien a quién le importe más lo chungo/a que eres. Ya se encargará de ti, a mí me importas una mierda desde ya.
 
Soy tan facilona...


* He aprendido a contar desde esta mañana.