jueves, 29 de noviembre de 2012

Lo importante es participar

Siempre veo el lado malo de las cosas. Igual no se han dado cuenta pero no soy una persona optimista. Soy más bien ceniza. Tocapelotas, si quieren. Pitufo Gruñón. Como quieran llamarlo: soy la Pantera Rosa con el puto diluvio universal sobre la testa, acariciando un gato negro un martes y trece. No soy realista informada, eso es para nenazas. Soy pesimista. Murphística de toda la vida.
 
Si a eso añadimos que el último año ha sido especialmente desdichado, que he llorado varias pérdidas muy difíciles de superar, cualquiera que me conozca, yo misma, por ejemplo, diría que a estas alturas debería estar enganchada al Lexatín, hecha un ovillo en el sofá, saliendo sólo para la visita semanal al terapeuta y llorando por las esquinas, como una hormiga plañidera en una fiesta de Raid.
 
Pero igual que te digo una co te digo la o: no soy optimista pero tampoco tengo el más mínimo criterio, y soy la mosca cojonera más grande que ha habido sobre la Tierra desde que Val Kilmer se comió a Jackie Chan.
 
Val Kilmer después de comerse a Jackie Chan, como su propio nombre indica.
Y ¿qué hace una mosca cojonera para sobrevivir cuando todo el mundo está de mal humor, quejándose por las esquinas y hablando siempre de las penalidades propias y ajenas? Apostar por el buen rollo. Como lo leen: APOSTAR POR EL BUEN ROLLO, con dos cojones de santo de guardar.
 
En las apuestas, como todo el mundo sabe, unas veces se gana y otras se pierde. Pues esto es igual: unos días una puede resistirse al tsunami de malas noticias, caras largas, quejíos, lamentaciones, lágrimas, enfados, dolores, penas y sinsabores. Algunos días, siempre que puede, una cierra la puerta, cotillea por la mirilla y sólo abre si lo que hay al otro lado es, como mínimo, inocuo. Si es negro, a veces incluso gris, una ni siquiera abre la puerta. P'afuera telarañas, que diría aqulla.
 
Esos días una no escucha la radio, no lee (casi) cosas de la Internet, no comenta sobre política, maltrato animal, violencia contra las mujeres, crisis, desempleo, enfermedades, muertes... Una esquiva a esas personas más o menos tóxicas que perturban su paz interior y a las que reconoce a la legua porque una misma es de natural tóxico, como un bidón de queroseno aliñando una ensalada. Ná, una no necesita más mierda, ya tiene bastante con lo que tiene: cerrá en banda.
 
Luego hay otros días que una se despista un poco, que días de esos todos tenemos. Son días largos y oscuros, dífíciles, porque es fácil dejarse llevar por el lado oscuro, ya se sabe... Acaba una siendo la dama de las Camelias del todo a cien, con churretón de rimmel y el lloriqueo a flor de piel. Que dice mi becario que tiene su puntito sexy, como de acabar de hacer sendas mamadas a diecisiete obreros de la construcción ciclaos en una orgía checa pero, qué quieren que les diga, tanto de llorar no me vale la pena lo del puntito sexy.
 
Así que me resisto. Me resisto a dejarme llevar por la tristeza y la desazón. Es difícil, pero me resisto.
 
A veces se gana. A veces se pierde. Pero, ya saben, hemos venido a jugar y no hay rival pequeño. Lo importante es participar, no lo olviden.
 
 

6 comentarios:

  1. Pues tú dírás lo que quieras, pero te ha quedado un post de lo más plus. Y lo de Kilmer da miedito. Y espero que en realidad fuera al preeeeeemoh de Jackie, porque Chan mola todo y no me lo veo dejándose zampar, truli.

    Que bien por la apuesta, que me sumo a ella aunque yo sea de caracter contrario al tuyo, pero oye, bien. Luego cuando me viene la racha chunga hago aspamientos con las manos para intentar apartarla y me hago pipi encima porque no se cómo funciona eso de salir del güjero, pero bueno, compensa, creo. Y si no, da igual, tampoco tengo elección.

    besetes y güenrollismo a tuttipitutti ol dai long!

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  2. Apostar por el buen rollo es ganar siempre...aunque pierdas. Está fatal explicado, pero eres una chica lista y seguro que me entiendes

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  3. No conozco, o mejor dicho no concibo, otra actitud vital que el buen rollo, no sólo se afronta mejor la vida sino que resulta más agradable para el resto.

    Juego, juego...

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  4. Me toca los cojones la queja por vicio. Me toca los huevos esa gente que tienen de todo (como yo) y siguen quejándose desde el calor de sus casas, desde la pantalla de su pc... Siguen quejándose y quejándose y no sé de qué. A lo mejor es que pasaron hambruna, guerra, penalidades. O vivieron recluidos en un campo de concentración y les arrebataron su dignidad. O nacieron con una vida sin elección que ya se la vendieron rota... Pero me parece que no. Son solo llorones hijos de puta que se quejan por vicio. ¿Y de qué?

    ¡Buen post!

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  5. Val Kilmer se ha comido a Jackie Chan, que previamente se comió a Tom Hanks, que previamente se comió a Steven Seagal. Curiosamente, actuar, lo que es actuar, ni fagocitando a tantos "actores", mejora. Quiso comerse también a Nicolas Cage y a John Travolta pero por lo que sé dicen que no digiere bien el pelo moqueta.

    Hace 4 años todos nos quejabamos, pero como oficialmente se vivía bien, nos quejabamos por lo bajini sin mucha seguridad, y nuestra vida no era precisamente un cuento de had... de mafiosos rusos. Pero ahora se impone el decir que la crisis nos ha hundido, y oyes, que el quejarse cunde más y si no te quejas eres insolidario. Vivan las modas y el quejarse hasta por que llueve.

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