lunes, 10 de septiembre de 2012

Desprecio profundo

Si hay algo que desprecio profundamente, algo que podría convertirme en una eugenista de libro, es la falta de espíritu crítico de algunas personas y, especialmente, el desinterés por tenerlo. 

Más allá de la educación, de la capacidad intelectual o las circunstancias personales, la vida nos pone en multitud de situaciones que nos obligan o nos permiten tener otras opiniones, otros puntos de vista, informaciones contradictorias, datos, pruebas... Vivir nos abre todos los días un universo de impactos que, si tenemos la mente abierta y la curiosidad despierta, deberían estimular nuestra capacidad de pensar, de relacionarlos, de mirar con escepticismo y extraer nuestras propias conclusiones. 

Y, sin embargo, hay tanta gente que no lo hace... Y, lo que es peor, hay tanta gente que no tiene el más mínimo interés por hacerlo y rechaza cualquier posibilidad de pensar por sí misma... Y eso lo desprecio. Profundamente.

Una persona que no se cuestiona las cosas, cerrada a aceptar otras visiones, orgullosa de su ignorancia y su estulticia, ofuscada en sus creencias y ciega a las contrarias, que sigue ciegamente a la manda sin preguntar, que repite lo aprendido sin seguir aprendiendo, no merece más que un desprecio profundo, insultante, envolvente, total.

Una persona así merece pocas cosas.

6 comentarios:

  1. +1

    Desprecio profundamente a la gente que se siente orgullosa de no haber leído un libro en años.

    Desprecio profundamente a la gente cuya frase más frecuente es "ni lo sé, ni me importa".

    Desprecio profundamente a la gente que como argumento de autoridad, te dice "lo han dicho en la tele".

    ResponderEliminar
  2. Pues ya podemos armarnos de paciencia y armaduras. Eso es lo que nos rodea y no siempre podemos proclamar estar libres de tal virus.

    ResponderEliminar
  3. Eso te pasa por pensar. Haz como yo: sé hombre.

    ResponderEliminar
  4. Si hay algo que detesto... es la incapacidad que tiene cierta gente para ver más allá que lo que tienen delante de sus narices! O la incapacidad para comprender que hay "más modelos de vida" que no sean el suyo...No me gusta la gente que no intenta entender a los demás...

    ResponderEliminar
  5. cuando aprendes, comparas y te abres es lícito cambiar de opinión, de parecer, amoldar actitudes en función de nuestro personal criterio según las condiciones cambiantes del entorno, eso NO es ser un veleta.

    Eso esta mal visto, se dice que es cambiar de chaqueta.

    me fastidian las verdades absolutas y mucho mas todavía el desprecio de las opiniones que no son calcadas a las del País o la Ser, el Abc, los gatos o la hoja parroquial auténticos pastores de la ciudadanía.

    Ademas se ve claro un problema y es que esa postura cerril y excluyente lleva a un empobrecimiento personal, enfrentamientos excluyentes y anatemas a los que tan aficionado es este país de fútbol o toros, madrid o barcelona, rojos o azules o tortilla de patatas con o sin cebolla.

    ResponderEliminar
  6. Yo desprecio absolutamente al ser humano. Creo firmemente que no tiene solución. Estoy por la extinción. Totalmente.

    ResponderEliminar