jueves, 9 de agosto de 2012

Yo y mi circunstancia

A veces me gustaría tener el valor suficiente para llenar una maleta con algo de ropa, cosas de aseo y zapatos, recoger el resto, meterlo todo en cajas, precintarlo, amontonarlo en una habitación y largarme. No decir a nadie dónde voy. Simplemente, irme, sin mirar atrás, como esos que entran al Programa de Protección de Testigos de las películas. Irme.

Fantaseo con una vida nueva en un otro lugar, lejano, en el que no conociera a nadie y, lo más importante, nadie me conociera a mí. Un lugar por descubrir, del que tuviera que aprenderme las calles, encontrar los bares que me gustan, mis tiendas favoritas... Me veo incluso esforzándome un poco por aprender otro idioma, pero sólo lo justo para sobrevivir. 

Me veo en un sitio pequeño y lluvioso, con fachadas grises y mar, un sitio donde todos se conocen y cuchichean intrigados por la rubia solitaria que no habla con nadie, que pasea de vez en cuando por el pueblo y lee durante horas en un banco del parque.

Me imagino tranquila, sin ninguna preocupación, ausente de los problemas familiares sin sentirme culpable, alejada de incidentes laborales, de penas y tristezas. Me imagino que una especie de virus me ha borrado de la mente del mundo y que nadie sufre porque no he existido para ellos y así puedo empezar de cer, sin mochila, sólo yo y mi circunstancia. Sola.

Y entonces consigo dormir.

12 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada, porque yo fantaseo exactamente con lo mismo. Salvo por un detalle: mi lugar de retiro espiritual no es lluvioso y gris, sino soleado y tropical.

    ¡Vámonoh!

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  2. Pues quién sabe, a lo mejor un día se da el paso... Hasta entonces seguiremos soñando, no? Lo mío es más chungo, yo sueño que me despierto y el mundo es distinto, o al menos mi día a día cambia. Complicado, la verdad.

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  3. Yo también tengo esa fantasía! Aunque en mi fantasía lo primero es ganarme el euromillón, y entonces poder dedicarme a vivir del cuento donde me de la gana. Sin necesidad de lujos, simplemente olvidarme de todas las responsabilidades, ser libre.

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  4. Yo también tengo esa fantasía, aunque la mía es viajar en tren por tantos sitios desconocidos, sin planes, como suelen decir ir a donde el viento me lleve.

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  5. Que aire a Ciudad Invisible. Lo malo de tu plan es que el virus no existe y si te vas, no vas a conseguir dejarte a ti misma, te tendrás que llevar contigo, con todo lo que representa.
    Dificil, dificil. Mejor remodela y cambia armarios de sitio ;)

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  6. Yo sueño eso casi a diario. Irme lejos y sola. Echar a todos de menos... pero seguir estando sola. Igual cuando me quede sola aquí lo haga...

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  7. No sabes lo atrayente que me resulta ahora mismo esa fantasía... Y si en ella se duerme, ya ni te cuento.

    Besos.

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  8. A veces y sólo a veces conseguimos reunir el valor y la determinación para decirnos un rotundo 'suficiente' y agarrar bien fuerte nuestros sueños por las bolas. A veces, pocas veces, sentimos que es ahora o nunca, pero cuando suceda no lo dejes escapar.
    http://www.youtube.com/watch?v=wU7b1r_PZoM

    Un besazo.

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  9. Si todos queremos irnos ¿por qué seguimos estando aquí?

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  10. ¿Y quién no ha tenido esa fantasía?
    Me ha encantado encontrar este blog.

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  11. Seguís aquí porque no es el momento, porque por ahora no compensa asumir el miedo de hacerla realidad. Porque cuando se quiere con todas las ganas, se puede.

    Y los del euromillón porque tienen una excusa perfecta o una fantasía distinta.

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