jueves, 26 de abril de 2012

Cosas tontas que me ponen contenta mucho rato

- Algunos mensajes de correo.
- Bohemian Rhapsody.
- Cantar a voz en grito en la ducha.
- Compartir tonterías frikis con amigos.
- Correr como Phoebe por el parque con mi sobrino.
- Dormir acompañada.
- Dormir la siesta en mi playa.
- El chiste del pájaro en la rama del árbol.
- El color amarillo. Y el rosa. Y el naranja. Y el negro de cuello alto.
- FollHACER MANITAS CON AMOR.
- Hacer animales de plastilina.
- Inventar palabras.
- Ir a la peluquería.
- Jason Lee.
- Josmar.
- La cola light de bote sin cafeína.
- La lluvia.
- La Nutella.
- Las cosas redondas.
- Las cremas hidratantes. TODAS.
- Las quedadas tuiteras.
- Las torrijas.
- Leer cosas que me hagan reír.
- Los días de fiesta.
- Los ginestonics.
- Los jarseis de cuello alto.
- Los huevos de falacias.
- Los masajes en las manos. Que me toquen las manos, vaya.
- Los números pares.
- Los zapatos
- Los zuecos.
- No aburrirme nunca.
- Pintar animales de colores a demanda.
- Quedarme un rato en la cama despierta, con la luz entrando por la ventana.
- Regalar cosas bonitas imútiles.
- Saber cosas que no sirven para nada pero hacen ambiente.
- Sentirme querida.
- Tener ganas de escribir.
- Tener razón en una discusión.
- Ver crecer nuevos brotes en mis plantas.
- Ver felices a las personas que quiero.
- Vivir así, que es morir de amor.

    lunes, 23 de abril de 2012

    Cuarenta y dos de septubre*

    Este va a ser el post más triste dedicado al Día del Libro pero tengo una cosilla aquí... como que se lo debo.

    Lo he dicho alguna vez: hace años que no leo. No sé por qué. Hasta hace unos años leía entre dos y tres libros a la semana. Las bibliotecarias me reservaban bajo mano los libros que sabían que me iban a gustar y en la FNAC y Paris-Valencia se corrían vivos cuando veían que me acercaba por la acera.

    Eso acabó. Aún así, incluso estando asilvestrada, voy a hacer el meme de Sil pero, aviso, "contestaré lo que me dé la gana".

    1. ¿Libro favorito de la infancia?
    No recuerdo un sólo día de mi infancia sin tener que aguantar una bronca por estar leyendo a escondidas.

    Tengo la colección completa de Los Cinco, de Enyd Blyton, de Puck, de Esther y su mundo, de Candy, de El Barco de Vapor, en varios colores, según la edad..., acabé la sección infantil de la biblioteca del pueblo antes de poder entrar en la de los mayores.

    Mi libro favorito era es Los batautos hacen Batautadas, de  Consuelo Armijo, en la edición de El Barco de Vapor. Recomiendo su lectura a todo el mundo. Ahora. YA.

    2. ¿Qué estás leyendo ahora mismo?
    Una mierda aburrida sobre ayudas europeas.

    3. ¿Qué libros tienes tomados de la biblioteca?
    Ninguno. Y ahora tengo una a dos pasos. Mal. Muy mal. 

    4. ¿Un mal hábito cuando lees?
    A mí no me lo parece pero como al resto del mundo sí... si el libro es mío, subrayo, escribo, pinto... Lo de que los libros no deben profanarse, pffff... Mis libros de Woody Allen (Cuentos con plumas, Perfiles, Sin plumas... todos están subrayados, en varios colores, hasta el paroxismo.

    5. ¿Cuál es el último libro que tomaste de la biblioteca?
    No me acuerdo. Aunque sí recuerdo el día que saqué La conjura de los necios, de John Kennedy Toole. Me llamó la atención el dibujo de la portada, una especie de caricatura de Ignatius, y lo leí en dos días. Un par de años después me lo compré y leo trozos al azar, de vez en cuando. Es mi libro favorito.

    6. ¿Tienes un e-reader?
    No. No por nada, ahora no me hace falta. ¿Qué iba a leer? ¿Libros de recetJAJAJAJAAAJAJAJAJJJAAAJAJA...

    7. ¿Prefieres leer un libro a la vez o varios?
    Prefiero de uno en uno. Si me gusta, soy obsesiva. It, de Stephen King, lo leí en menos de una semana, en la facultad. Si no me gusta y tengo que leerlo, muero para acabar cuanto antes, como el Ulyses, de James Joyce, que tuve que leerlo para clase.

    8. ¿Tus hábitos de lectura han cambiado desde que tienes un blog?
    Creo que empecé a escribir porque dejé de leer.

    9. ¿El libro que menos te ha gustado este año (hasta el momento)?
    Este año sólo he leído libros relacionados con el trabajo y no me ha gustado ninguno.

    10. ¿El mejor libro que has leído este año?
    Pues... ya digo, ninguno. Y mira que me hubiera gustado leer un nuevo A sangre fría, de Truman Capote, o un Rojo y negro, de Stendhal, o un La Regenta, de Clarín... 

    11. ¿Puedes leer en un bus?
    Sí. Y me paso de paarada un millon de veces. Como dice Bichejo, soy ceporrita.

    12. ¿Lugar preferido para leer?
    La soledad.

    13. ¿Qué piensas acerca de prestar libros?
    Sin problema si no es uno de mis libros, de las sagradas escrituras que adoro y venero.

    14. ¿Alguna vez escribes en los márgenes de los libros?
    Sí. Me descojono, pongo flechitas, estrellas para marcar lo que me gusta, subrayo... Sí. 

    15. ¿Ni siquiera en los libros de texto?
    En los libros de texto no, que tenían que usarlos luego mis hermanos...
    Porcier, esta pregunta tiene trampa, se da por hecho que no se escribe.

    16. ¿Cuál es tu idioma preferido para leer?
    Castellano y valenciano/catalán.

    17. ¿Qué te hace amar un libro?
    Es difícil de decir. Me he enamorado de tantos libros tan diferentes... Aunque creo que el lenguaje y los personajes. Me aburren soberanamente las descripciones largas.

    18. ¿Qué te inspira para recomendar un libro?
    La conversación. A veces, en una conversación, surgen cosas que me recuerdan a un personaje, una situación o un libro completo, y lo recomiendo, sin más. Aunque no sé si se puede llamar recomendación a decir "Tienes que leerlo". Por cierto, si les gusta el cine tienen que leer El cine según Hichtcock, de François Truffaut. Es uno de mis favoritos.

    19. ¿Género favorito?
    Novela y biografía. Recomendaría todas las novelas de John Irving, especialmente El mundo según Garp, las de John Updike, especialmente Parejas, las de Tom Wolfe, con Todo un hombre a la cabeza... También recomendaría muchas novelas del XIX, que es mi favorito, creo, pero igual queda un poco de retarded... Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, por ejemplo.

    En cuanto a biografías, la de Oscar Wilde, de Richard Ellman y la de Billy Wilder, de Hellmut Karasek.

    20. Un género que rara vez leas (pero que te gustaría leer más).
    No hay nada que me gustaría leer más que no lea. 

    21. ¿Alguna vez has leído un libro de autoayuda?
    Sip, la época de Inteligencia emocial y esas polladas leí un millón. Boring. 

    22. ¿Libro de cocina favorito?
    JJAJAJAJJAJAJJAJAJJAJAJAJAJAJAJJJJAJAAAAA

    23. ¿El libro más inspirador que hayas leído este año (ficción o no ficción)?
    ¿Qué ha pasado este año que es tan importante?

    24. ¿Snack favorito para leer?
    Agua. Nada de comer (ahora que lo pienso, igual debería leer, igual comía menos...)

    25. ¿Qué tan a menudo estás de acuerdo con las críticas de los libros?
    Nunca me ha interesado la crítica literaria. Me fío más de las recomendaciones de las personas que me conocen y piensan que un libro va a gustarme.

    26. ¿Cómo te sientes cuando tienes que escribir una reseña negativa?
    Fenomenal. Soy implacable cuando un libro no me gusta.

    27. Si pudieras leer en un idioma extranjero, ¿cuál sería?
    Inglés y francés. Todos.

    28. ¿El libro más intimidante que has leído?
    Me cago viva con los libros, más que con las películas. He pasado meses de pesadillas por culpa de algún libro aunque, sin duda, con el que peor lo pasé y más Orfidales tuve que tomar fue El resplandor, de Stpehen King. Meses y meses. Y años. Hace como veinte años que no he dormido en la habitación de mis padres porque lo leí ahí. Bueno, y Diez negritos, de Agatha Christie. Creo que era demasiado pequeña para leerlo y tenía pesadillas pensando que mis padres me dejaban con diez muertos en una isla inaccesible.

    29. ¿Un libro tan intimidante que te da miedo comenzarlo?
    No me gustan los libros sobre el holocausto.

    30. ¿Personaje de ficción favorito?
    Ignatius T. Reilly. Sin duda. Le entiendo perfectamente.

    31. ¿Villano de ficción favorito?
    Felipe II en Esa dama, de Kate O'Brien. Lloré tanto con ese libro que nunca he vuelto a leerlo, aunque es uno de mis imperdibles.

    32. ¿Libro que es más probable que lleves a las vacaciones?
    Es poco probable que lea en vacaciones.

    33. ¿La mayor cantidad de tiempo que has estado sin leer?
    Una novela de ficción, por el placer de leer una historia... llevo un par de meses. Ahora no leo, ya digo. Para mí, leer cuatro o cinco novelas al año es estar asilvestrada total, aunque lo único que haga en la vida y en el trabajo sea leer. No sé si me explico...

    34. Nombra un libro que no pudiste terminar.
    Un millón, no me ando con contemplaciones. Lo he intentado varias veces con Antonio Gala y Arturo Pérez Reverte. No soporto sus libros. Tampoco suelen gustarme los latinoamericanos del realismo mágico, con la honrosa excepción de García Márquez, que me fascina.

    35. ¿Qué te distrae fácilmente cuando lees?
    Nada. Es para lo único en la vida en lo que la concetración me vuelve al instante.

    36. ¿Adaptación favorita de un libro?
    No suelen gustarme las adaptaciones si he leído el libro. Sé que hay algunas que no me han dado ganas de gomitar pero ahora no las recuerdo.

    37. ¿La adaptación que más te decepcionó?
    Pues millones, también, casi todas. Recuerdo especialmente Las normas de la casa de la sidra, El mundo según Garp y El inolvidable Simon Birch. Son adaptaciones de novelas de John Irving: Príncipes de Maine, reyes de nueva Inglaterra, la primera, El mundo según Garp, la segunda y Oración por Owen, la tercera. Es mi autor favorito, crea una atmósfera muy difícil de reflejar en el cine y me han horrorizado todas las adaptaciones cinematográficas de sus novelas, porque hay más, no crean. La gente es que no aprende...

    38. ¿La mayor cantidad de dinero que has gastado en libros de una sola vez?
    Ciento y pico. Esos días acabaron.

    39. ¿Qué podría causar que dejaras un libro a la mitad?
    Cuando empiezo a pensar "va, acabo el capítulo y lo dejo" en lugar de "mierda, la hora que es y quiero empezar otro capítulo", mal. No doy segundas oportunidades.

    40. ¿Te gusta tener tus libros organizados?
    Están perfectamente organizados. Según yo, claro. Ejem.

    41. ¿Te gusta quedarte con los libros o darlos una vez que los leíste?
    Hasta hace un año, sí. La mudanza me obligó a tomar una decisión: o libros o yo. Doné cerca de 400 libros a una biblioteca y a dos casas de acogida. Ahora sólo tengo los imperdibles.

    42. ¿Hay algún libro que hayas estado evitando?
    Los de Pérez Galdós. Tuve una profesora de pequeña que era muy fan y nos obligó a leer algunos. Mal. Éramos demasiado niñas y ahora le odio. A ella y a Galdós.

    43. Nombra un libro que te haga enojar.
    Uno de Viktor Frankel que ni recuerdo como se llama pero me da un ascazo de muerte por la persona que me lo recomendó y la razón por la que me lo recomendó.

    44. ¿Un libro que no esperabas que te gustara pero que te gustó?
    La sombra del viento, de Carlos Ruíz Zafón. 

    45. ¿Un libro que esperabas que te gustara pero no te gustó?
    Y el asno vio al ángel, de Nick Cave. Me lo recomendó una persona muy importante para mí, que me conoce muchísimo pero creo que no tuvo en cuenta el momento vital en el que estaba y una cierta predisosición a la depresión y la agonía que se conoce que tengo. Ha sido uno de los libros que más me han marcado: es oscuro, trágico, morboso, desagradable pero me obsesioné con él. Llegué a aprenderme un capítulo porque me sentía exactamente así: muerta por dentro. Pero todo se pasa, no teman.

    *Lean a sus niños Los batautos hacen batautadas, hagan el favor, no me sean pelusos.

    sábado, 21 de abril de 2012

    Venga, ánimo

    Querido animador de la carrera solidaria que está a punto de celebrarse JUNTO A MI VENTANA:

    Lo entiendo, en serio, lo entiendo. Entiendo que tener un micrófono en la mano y un equipo de megafonía es muy tentador. Los micrófonos sirven para hablar y que todo el mundo te escuche ¿no? Pues claro. Supongo que por eso no has parado de hablar en los 98 minutos que llevas con la polla el micrófono en la mano. Huy, perdona el error, al asomarme me ha parecido ver que te tocabas.

    Me suena tu voz, por cierto. De la radio ¿no? Ah, claro, AHORA SÍ QUE LO ENTIENDO TODO. Eras aquel que hacía programas de fórmula en la radio municipal del pueblo los viernes por la noche y siempre te ha quedado el gusanillo ese de la fuerza de las ondas y, claro, es que un micro... pues es un micro, te llama, estás hecho para esto, lo noto.

    Por eso lo de poner al máximo los altavoces hasta que sature tanto que sea difícil saber qué canción está sonando. Para que todo el mundo (toda la galaxia) se entere de que eres . Es probable que alguna de las 100 personas que tienes alrededor tenga problemas de audición y no es plan de excluir a nadie. Joder, es una carrera solidaria, igual hay algún duro de oreja. Encima de que esta gente tiene el detalle de acudir a la convocatoria un sábado a las ocho de la mañana... Tienen que escucharlo todo muy bien.Y necesitan MUCHO ÁNIMO, que no puede ser tanta indolencia un sábado a esta puta hora.

    Volviendo a la música... sí también lo entiendo. TODO. No había presupuesto para un buen equipo y tienes que conformarte con lo que había... A ver, que no es que no sea capaz de reconocer tu valor como animador pero es que, chato, con lo fácil que hubiera sido pasar chorrocientos temas a un disco externo o algo así, una lista de Spotify... ¿cedeses? Ah, ya entiendo, sí, que tú eres de la vieja escuela, de los de cuarenta y pocos que se han quedado a medio camino entre la cinta y el compardisc...

    No te creas, ya me había dado una pista tu selección musical. Oye, muy bien todo, pero igual la música de los 80 va más con otro tipo de eventos. No sé yo si Héroes del Silencio y Los Secretos pega con esto pero... vaya, tú verás, que eres el que sabes. Que sí, que ya sé que has puesto otras cosas pero se te han cortado, sin querer,claro.

    Por cierto, muy bien la espontánea esa que habla de vez en cuando ¿eh? Un tono muy propio, FENOMENAL, incluso con la puta música a toda leche se le entienden todos los venga, ánimo.

    Otra cosita. A medida que llega la gente ve subiendo el sonido y la saturación, que igual los sordos de Alicante no se enteran de que te han dejado el micro y no vas a poder ponerlo en tu curriculum.

    Recibe un cordial saludo, con patada en las pelotas, pero de cariño, de tu

    Gordi


    Ps: Me encanta tu programa.

    Oh, de puta madre, FENOMENAL, sí, pon ahora un reggaeton, que te juro que voy a correrme del gusto. Ya, sí eso, luego lo cuento en Twitter.

    viernes, 20 de abril de 2012

    Angelo Mancuso

    Escena 1

    L'Eliana, 2003. Una rubia atractiva, interesantísima e inteligentísima recibe una llamada un viernes por la noche, sobre las 2'00 am. Se establece el siguiente diálogo entre dicha rubia y su primo Lari (en adelante PL), su más preferido, con la voz claramente afectada por sustancias denominadas:

    Gordi (la rubia atractiva): ¿¿¿TÚ SABES QUÉ HORA ES???
    PL: - Estabas de cena, ¿no? Oye, ¿tú sabes cómo se llama el actor que hace de Horatio? Va, que vas a hacer que gane una apuesta.
    G: Angelo Mancuso. VETE A LA MIERDA.
    PL: ¡¡¡VES!!! ¡¡¡ANGELO MANCUSO!!! Gracias ¡gracias!, estamos jugando al Trivial y le he ganado una apuesta a Fran QUE SE VA A CAGAR. ¡Y estás invitada!
    G: Clic. TUTUTUTUTUTUTU...

    De esta llamada surgió una amistad friki-friki al cobrar la apuesta que dura hasta hoy. Y nunca hablamos del error.


    Escena 2

    Alicante, 2008. Copa tranquila en la terraza de un hotel a la orilla del mar, después de un duro día de trabajo en un congreso, sobre las diez de la noche. La rubia de antes, ahora más tirando a marrón, recibe una llamada de teléfono de Mejor Amigo (a partir de ahora, MA. Baracus, el negro de El equipo A):

    G (la misma G de antes): ¡Hoooolaaaaa! ¡Qué bien hablar contigo, amorsito! Estoy destrozada, he tenido un día fatal y...
    MA. Baracus, el negro de El equipo A: Sí, hola. Oye, tú que sabes estas frikadas que no sirven para nada, el Mancuso ese que hace de Horatio ¿cómo se llama de nombre de verdad?
    G: Angelo. DE NADA. VETE A LA MIERDA. Clic. TUTUTUTUTUTUTU...

    Esta llamada sirvió para que sus amigos supieran que soy una frikaza, me invitaran a las siguientes partidas de Trivial, legendarias por durar fines de semana de vinos y rosas. Nunca hablamos del error.


    Escena 3

    En algún lugar entre Gilet y el pueblo de al lado, 2012. La misma G de antes, ahora de afiliación capilar indeterminada, en su salsa: cervezas, series de la tele y una discusión. Tema: los ceseises. Pues yo prefiero a Grissom; qué dices, Horatio es el puto amo; ni de coña, Mac es total, aunque sea talmente un kuros... ya saben.

    G: ... pues a mí los de Las Vegas me han gustado todos, que soy muy fan de Larry, aunque estaba un poco sosaina y, SOBRE TODO, de Ted, ¡OH, TED! Al que no soporto es a Horatio.
    X: ¡Hostias! No me acuerdo nunca de cómo se llama el tío ese!
    G: Angelo Mancuso.
    X: ¿¿¿¡¡¡Se llama igual que el de La conjura de los necios!!!???

    Silencio.

    Silencio tenso.

    Intento que no se note que la he cagado. Le miro, con una mezcla indescriptible de arrebolamiento adolescente y vergüenza de rey pillado con las manos en el elefante...

    G: ... estoooo... no, Caruso, se llama David Caruso.

    De esta discusión han surgido unas risas, una quedada para un finde de ceseises y dos post. No volveremos a hablar del error.


    Así que, la pregunta cuya respuesta errónea es Angelo Mancuso es:

    ¿Cómo se llama el actor que interpreta a Horatio Caine en CSI Miami?


    Es una lástima pero mi amor aún está vacante.

    Gracias por su atención.

    jueves, 19 de abril de 2012

    Palabras que molan

    Alergiólogo: ólogo de las alergias. O alergi de los ólogos.
    Almóndiga: bola de carne de jamón.
    Amarrón: acacado.
    Autobusero: señor que conduce rebaño y mea en el San Miguel.
    Cantinflora: recipiente para líquidos sostenible y ecológico. Y bonito.
    Chotazo: buenorro con slip.
    Clavegueram: aborigenismo que suena bien, escuchen: cla ve gue rammm.
    Cloqueta: de bacalao.
    Cocleta: ver cloqueta.
    Curasán: ensaimada súper enrollada.
    En concleto: xactamente.
    Ferpecto: infosible.
    Gelipollas: eso.
    Golver: a o de algún sitio.
    Gomitar: regurgitar los tres kilos de gominolas de por la tarde.
    Guerido: abante gon bedo.
    Gulo: consumismo obsesivo de traseros.
    Icaroclasta: cabronoide que sólo se carga imágenes del de las alas, el sol y eso.
    Inflante: postre empalagoso.
    Mecreodeque: no.
    Origami: papel doblado mientras se aprieta el culo.
    Pedo: coger un.
    Piquismiquis: porculero elevado a 3'14.
    Poglema: problema, pero poco.
    Polseguera: aborigenismo que también suena bien, fíjense, pol se gue ra.
    Quenoseno: sustancia que no se sabe si va a prender cuando tu cena depende de ello.
    Quicir: escucha, que no tengo ni idea de lo que estamos hablando, pa mí, como si debatimos sobre mecánica cuántica, pero voy a darte mi opinión aunque no me la pidas. Que lo que yo quería decir es...
    Quiticir: quicir ya con mala hostia.
    Recular: desdecirse porque antes se ha pensado con el culo.
    Retulador: boli gordote para resaltar cosas.
    Restorán: bar de Benidorm.
    Retoñal: señor de mediana edad de Cuenca con canas y aspecto aniñado.
    Silcompado: Sil acompasada.
    Selucir: a alguien.
    Tetas: mejor de dos en dos.
    Tontolaba: ver gelipollas.
    Vagabundebar: ir de bar en bar sin rumbo fijo.


    Esta entrada está dedicada a Sil, porque fue su inspiradora en el Diario de una gorda triste y porque le quiero.

    Pueden culpar de su recuperación a @MargaretCastor y a @mariamadrid.

    (Original publicado el 9 de junio de 2010)

    martes, 17 de abril de 2012

    Geopardy mode on

    ¿Cuál es la pregunta cuya respuesta errónea es Angelo Mancuso?

    Si aciertas la pregunta te amaré toda la vida. TODA LA VIDA.

    miércoles, 11 de abril de 2012

    ¿Me se escucha?

    Cuando un bloguero (o bloguera pero no empecemos con polladas) expresa sus dudas sobre lo que escribe es habitual leer comentarios del tipo "escribe lo que tú quieras", "sé tú misma" y esas cosas. Se dicen (las decimos) con esa condescendencia blandita que se escurre a veces por el teclado, cuando creemos que el escribidor necesita un empujoncito, un aliento. Son cosas de esas tipo "veeeenga, tontotorrona, si eres estupenda, hale, hale, ya pasó. Que lo haces fenomenal, es esto lo que necesitabas leer, ¿no? pues venga, sigue" Y nos quedamos más a gusto que un arbusto.

    Estas cosas se dicen con buena intención pero pienso a menudo que quizás es más lo que le gustaría leer en su propio blog a quien las escribe y que el bloguero de turno, realmente, tiene dudas, y le vendría mejor alguna crítica constructiva o consejo sobre sus cuitas que un mensaje de aliento sin compromiso. Son cosas de la blogosfera: unos escribimos, otros comentamos, otros dan por culo trollean... pero, al final, es tan simple como que unas personas escriben al mundo las cosas que les apetece y otras personas las leen y opinan sobre ellas. Otras sólo las leen. Y, aunque parezca increíble, algunos, ni eso.

    Se supone que un blog personal es una especie de diario en el que quien lo escribe cuenta sus experiencias, reflexiones o dudas y que, por tanto, no debe sentirse condicionado por lo que piensen o digan los demás. Sí, quizás debería ser así.

    Sin embargo, no me negarán que cuando se escribe con la convicción de que alguien concreto puede leerlo se siente una especie de tensión en la sisa... como un tironcito en el... vaya, que cuando se sabe que otras personas con cara y pelos van a leer y comentar lo que una escribe, pues se piensa en ellas. Y cohíbe. A mí, al menos me pasa.

    Esa es la razón principal por la que este blog ha dejado de ser para empezar a ser. No es que vaya a dejar de escribir, no es una amenaza ni nada de eso, qué va. Me gusta demasiado. Sé que sufriré el día que lo deje. No sé si será más pronto o más temprano pero sé que sufriré.

    El caso es que sé, objetivamente, que este blog ha perdido parte de su esencia, lo que un día hizo que interesara a algunas personas que, decepcionadas, supongo, lo han abandonado. Sí, soy consciente de ello. Pero no voy a hacer nada por volver a lo que fue, porque eso ha terminado. Ahora es otra cosa. Y hasta cuando dure.

    Lo malo es que no sé qué voy a hacer ahora.

    lunes, 9 de abril de 2012

    De las canas

    Estoy de luto. Me han salido dos canas. En el pelo.

    Cuando eres una señora de mediana edad sin canas y con un complejo de Peter Pan del tamaño de Asia la aparición de esos dos pelos blancos son un aviso de que, quieras o no, el tiempo pasa inexorablemente y tu decadencia ha empezado.

    No me consuela que otros me digan que tienen el pelo blanco desde los 20 años, o que a todo elm undo le salen canas, o que sus canas a ellos no les preocupan. Sinceramente, a mí sus canas tampoco me preocupan, son las mías las que me porculizan.


    Hellogoobye, Getting old.

    martes, 3 de abril de 2012

    De la vocación

    Ya sé, por fin, qué me gustaría ser de más mayor. Sí, a estas alturas de la vida, convertida en una señora de mediana edad con aspecto de matrona siciliana renacentista y bragas de Hello Kitty. Que sí, que sí, en serio. YA LO SÉ.

    Es curioso porque nunca he tenido la sensación de "estar hecha para algo". Porque, aunque no lo crean, hay personas que están hechas para algo, lo he vivido desde pequeña a mi alrededor, en casi todas las personas que conocía, menos en mí misma. Hay personas que están "hechas para algo". Vocación, lo llaman.

    A veces me he sentido frustrada porque todo el mundo parecía saber lo que quería o esperaba de la vida menos yo. Incluso tuve una amiga que, a los 16 años, ya tenía perfectamente planificado hasta su segundo embarazo, a las 28. Y lo ha cumplido. No sé si el divorcio entraba en sus planes pero todo lo demás le ha salido redondito.

    El caso es que yo nunca he sabido qué quería en la vida. He sido más bien de las que ha aprendido lo que no quiere a base de hostias, mientras aceptaba, de manera más o menos aborregada, las consecuencias de las decisiones que tomaba por el camino.


    Nunca he buscado casa, por ejemplo. Las mudanzas han venido disfrazadas de oportunidades, a veces cómplices de un complejo de diógenes ya legenderio, otras purgantes y renovadoras.

    Y en el ámbito laboral, he ido cambiando a medida que me iban llegando ofertas, a menudo envenenadas, que parecían mejor que lo que tenía o que pensaba que iba a ajustarse a lo que quería hacer más que lo anterior.

    Siempre he sentido que no tenía una dirección, una meta. Quítenle el sentido pseudofilosófico finalista que parece que tiene. Despojen la expresión de significado metafísico, porque no lo tiene. Simplemente, siempre he ido hacia donde me parecía más acertado ir, alejándome de donde no quería estar.

    Hasta ahora. He descubierto mi vocación. He descubierto algo que quiero hacer, me estimula, me apetece, me motiva y, encima, se me da muy bien. Y me siento tan frustrada porque no sé cómo conseguirlo...