Te envidio. No, en serio, te envidio mucho.
Envidio que, con la cantidad de cosas que tienes que hacer, tengas tiempo de disfrutar con tu parejo, de salir con él*, de hablar con él, de reírte con él, de follar con él, de seguir follando con él. Con la casa, la familia, los niños, el trabajo, los amigos, la compra, los médicos, la asociación de vecinos, el gimnasio, la peluquería, la manipedi... me alucina que sigas siendo mujer además de madre, ama de casa, trabajadora, amiga, logista, hija, hermana, nieta, consuelo, activista, bloguera, tuitera, pringada... eres mi héroa. A mí es que no me da, yo sólo soy mujer, ama de casa, trabajadora, amiga, logista, hija, hermana, nieta, consuelo, activista, bloguera, tuitera, pringada... y amante, que quita mucho tiempo.
Envidio que, cuando llegas a casa cansada, después de una jornada terrible, dediques tiempo a tu pareja, que tengáis tiempo para estar juntos y amaros, con todo lo que eso conlleva. Envidio que le desees cada noche, a pesar de los años juntos, de la rutina, del cansancio, de las obligaciones, de los sinsabores de la vida. Envidio cuando no tienes que hacer encaje de bolillos para encontrar hueco y estar con él porque ambos lo deseáis.
Envidio que te acicales para él, que te depiles cuidadosamente, te calces las medias de seda y la ropa interior incómoda pero sensual que le pone cachondo y con la que te sientes tan sexy, que selecciones los olores que van a envolveros y se mezclarán con el aroma a sexo. Envidio que crees una atmósfera atrayente, cálida, que se preste al roce y el juego, que busques cuidadosamente la música adecuada, que pongas cerveza a enfriar, que elijas unas sábanas suaves. Envidio que le hagas saber que le deseas, y que él también te desee, te quiera, quiera estar contigo.
¿Ah? ¿Que no? ¿Que no haces todas esas cosas?
Claro, querida casada rancia, además de envidiarte te entiendo taaaaaaaaaan bien... entiendo que le recibas con chandal y zapatillas de ir por casa, que la media hora al día que pasas con él la dediques a debatir sobre la hora conveniente para que venga el del gas, que te duermas viendo la tele. Entiendo que no te importe que él salga con sus amigos porque a ti te viene bien un ratito de paz entre tender la ropa y preparar la comida de mañana, que es que no te ayuda nada. Te entiendo. Y, aún así, te envidio.
Y por eso, porque te envidio, cuando sale con sus amigos le atraigo con mis malas artes, le engaño, le pongo droga en el colacao y le secuestro a golpe de pistola, le encierro bajo siete llaves en mi agujero inmundo y abuso de él, inmisericorde. Una y otra vez. Por eso, porque envidio lo que tú tienes, le amenazo con grandes desgracias y tiene que que volver a mi pocilga, al reino de sucia perra que merezco. Una y otra vez.
Te envidio casi tanto como te entiendo, querida casada rancia. Y por eso te digo que la pareja es cosa de dos, que la responsabilidad es compartida y que nada dura para siempre. Tenlo presente cada día que quieras estar con él.
Voy a darte un consejo, gratis. Sé su amante. Dejarás de ser rancia y tu cutis te lo agradecerá. De nada.
* Él=ella=perro=mesa Lack.
Blogger no me ama y he perdido un comentario larguísimo.
ResponderEliminarResumiendo y generalizando: no somos las madres de nuestras parejas. Y cuanto antes tengamos eso claro, mejor. Parece que no tiene nada que ver con lo que dices, pero creo que tiene mucho.
Si te comportas como una madre, te verá como una madre y quién desea salvajemente a su madre? Pues eso.
Hay que ser amante, en TODA la extensión de la palabra
Lo has dicho mejor y más corto que yo, ¡gracias!
EliminarMás corto sí, mejor no.
Eliminar#megusta
EliminarJo, no te HODIO nada, casi hasta me da pena. Te dejo, que tengo que ir a depilarme...
ResponderEliminar(Tengo internete yujuuuuu)
¿Pena? ¿Lo qué?
EliminarQue casi me da pena que me haya gustado el post y no poder HODIARTE XDD
EliminarPero si tienes más razón que un santo, ¿cómo se te va a odiar? :P
ResponderEliminarHay mucha casada rancia malfollá con mucha mala leche, Sil.
EliminarEl problema no es lo de rancia, sino lo de malfollá. Y como bien dices es una cuestión de actitud. Quicir, que el problema lo tienen ellas. Una cosa es que te odien y otra es que tú seas odiable cuando dices verdades como puños. Amos, amos... se vayan a cagar, que igual también les hace falta fibra...
EliminarHay que ver lo que sabe un cutis;)
ResponderEliminarAunque no soy una casada (cansada?) rancia voy a apropiarme de tu consejo.
Gracias reina
:)
EliminarHace tiempo que asumí que somos minoría frente al modelo familiar que nuestros padres nos han legado.
ResponderEliminarYo prefiero salir por la noche con mi amante, y volver juntos a casa.
Pues yo no serviría para ser amante. Y como tampoco sirvo para ser esposa, aquí me ves: zampando chocolate.
ResponderEliminarJajajajajajaja xD
EliminarCreo que se refiere a "amante" no en el sentido de "la tercera en discordia" :P
Nada. Yo no sirvo pa ná. xD
EliminarMe ha gustado mucho el post, peeeeeeeero no estoy del todo de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarCargas toda la responsabilidad del fracaso de una relación (con su consiguiente infidelidad y búsqueda de amante por parte del hombre) en la mujer. Porque se abandona, se descuida, y se ocupa de otros mil asuntos antes que de tener satisfecho al marido.
No sé...
Claro que hay que intentar mantener la chispa, intentar que la pasión continúe, desear a tu pareja y hacer que de te desee. Pero no siempre es fácil, la vida tiene más cosas y hay que atenderlas también.
Y hay tíos que estando casados con mujeres extraordinarias, para nada rancias ni amarujadas, que se preocupan por ponerle ponerle pasión y picante a la relación, buscan igualmente sexo fuera del matrimonio.
Son infieles por naturaleza, necesitan emociones nuevas, se cansan de lo mismo, aunque lo mismo sea lo mejor que puedan tener. Y se follan todo lo que pillan. Porque eso les mantiene el ego bien alto. Es el instinto de caza.
Así que no creo que toda la culpa sea de la mujer. Hay tíos muy cabrones por el mundo.
Besos.
Gata, desde el cariño, te equivocas TODO.
EliminarEste post va de casadas rancias. Hay otras. No va de hombres. Hay muchos, también.
Sabía que me ibas a responder algo así. Vale. Tanbién hay casados rancios...
EliminarPero creo que una infidelidad nunca es justificable. Si ya no sientes lo mismo por esa persona, si la relación es pura rutina, si ya no te hace ver la vida de otro color, si te aburres... Incluso si has conocido a otro alguien que sí te hace sentir eso que no tienes en tu matrimonio o relación, creo que hay que ser valiente para decirlo y poner las cartas sobre la mesa. Irse a la cama con ese otro alguien y luego volver a casa con el/la ranci@ de tu marido/mujer me parece egoísta. Y cobarde.
Y a la larga, vas a hacer sufrir tanto al/la ranci@ como al/la otr@.
Es mi punto de vista, quizá un tanto naif, puesto que toco madera, pero no me he visto involucrada nunca en algo así.
Besos!
Gata, no nos entendemos nada. Un beso :)
EliminarBueno, tampoco pasa nada. Tenemos quizá un punto de vista diferente en este tema. El mío, quizá influido por una cierta inexperiencia. O por el hecho de no haber vivido algo así en primera persona. Hablar desde fuera siempre es fácil.
EliminarDe todas formas, ya sabes que me encanta leerte. Nos entendamos o no.
Besos again. :)
Oins, como te lea una rancia, verás, lomismohastatescupe! :P
ResponderEliminarDebe ser supercansao ser amante siempre, no? Y bastante ingrato, por mucho que te den lo tuyo con asiduidá. No se. Preferiría ser rancia, creo.
O ninguna de las dos.
Je.
besetes gonita.
Ser amante ES UNA PUTA MIERDA, creía que lo había dejao claro. Besos, rubia.
Eliminar¿Acaso no te das cuenta que vas a ganar un montón de enemigas? Rancias, sí. Pero enemigas... ;P
ResponderEliminarBesos.
Bueno, ya sabes, quien se pica...
Eliminar¿Para cuando uno de maridos rancios? ¿eh? ¿eh?
ResponderEliminarFirmado: una malfollá. Que no rancia.
¿Y este formato de comentarios? cómo mola
ResponderEliminarPerdona que no opine sobre el tema, es que yo soy un mirlo blanco. You know, platonismo y derivados.
En mi opinión, a la casada rancia que se deja caer en toda esa apatía, lo que le pasa es, simple y llanamente, que no le importa. Puede que le importe de cara a la galería, o que le importe porque sentirse desplazada no mola, pero estoy bastante segura de que si mira bien para adentro, si es honesta consigo misma, lo que pasa es que tenerle en su cama le parece tan emocionante como comerse los mocos. Creo que hay mucha hipocresía tras las infidelidades, a veces nos molestan por otros motivos que no son el amor, como lo son la pertenencia o la costumbre. Una cosa es que te mueras porque venga a follarte con el negligé puesto y los ojos pintados,y el se vaya a hacerlo con otra, y otra que hagas de tripas corazón, te depiles a regañadientes y esperes que pase lo antes posible para que el no se canse de ti, y te enfades porque se vaya con otra. No sé si me explico. Que jode más cuando tú quieres darle lo que le falta y el aún así lo busca fuera, digo yo. Que si tú pasas de darle lo que necesita pues no deberías mosquearte tanto.
ResponderEliminarA veces es fácil olvidarse de nosotros! Pero también existimos, los amantes, calentando el banco de suplentes. Mientras los casados rancios ya no cumplen las expectativas y los amantes reponemos lo perdido. Muchos piensan que es sexual, pero en mi experiencia es una combinación de atención, delicadeza y deseo.
ResponderEliminarMala suerte si te enamoras compañero, yo nunca reuní el valor suficiente para decirle: déjalo que yo te lo ofrezco todo.