martes, 13 de diciembre de 2011

Excesos

Parece mentira, con lo mayor que soy ya, que siga cayendo en los mismos errores, una y otra vez: el alcohol, el sexo desenfrenado, el rock & roll, hablar, el sushi... excesos, excesos, excesos...

Parece mentira que no aprenda que no vale la pena, que siempre pago muy caro la decisión de dejarme llevar, de soltarme la melena, de perder el control. Siempre lo pago muy caro. Y luego me arrepiento. Y me avergüenzo mucho. No es que llegue al extremo de jurar que nunca volveré a hacerlo ni nada de eso pero... me arrepiento, sí. Porque siempre me pasa factura.

En mi mundo, cuando me doy un dedo, me como hasta el hombro.

Por un mundo encorsetado y sin tequila.

Mierda.

4 comentarios:

  1. :O
    Cojones con la entradita... el exceso de sushi es lo que tiene, que luego te da ardor. Pero se pasa, eh. Para la próxima (q la habrá, q el tequila es muy golosón) un protector estomacal antes y algo de cabeza durante y hala, alegría de vivir.
    Y hagas lo que hagas yo te ailofya.
    Besetes!

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  2. Sólo me gusta la rutina al día siguiente de habérmela saltado porque estaba hasta la coronilla

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  3. Oh, no, el tequila es el MAL. El corsé también, pero favorece más que el tequila. ;-P

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  4. ... es lo que tiene ser humanos... un saludo!

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