lunes, 28 de noviembre de 2011

Yo creo que la madurez llega cuando sabemos, exactamente, lo que no queremos en la vida. Y creo que es porque llegamos a lo que no queremos a través del sufrimiento y el dolor, y eso une mucho con las querencias. Y con las no querencias. Nos resistimos a desechar algo que nos ha costado sangre, sudor y lágrimas aprender. Y esto es BIEN.Supongo que es una forma de defendernos y que se convierte en una especie de radar que nos avisa para evitar situaciones similares en las que sabemos que vamos a sufrir.

A mí me pasa especialmente con los amigos. He madurado poco, tampoco vayamos a exagerar ahora y sé, exactamente, qué no quiero. Y he dejado de plantearme si soy "buena amiga" o no. Quizás suene algo frío, pero hasta creo que me da igual. Las personas vienen y se van de nuestra vida y lo chulo es disfrutar con y de ellas mientras están, incluso en los malos momentos. Sin embargo, no tiene ningún sentido intentar mantenerlas/manternos a su lado cuando llegamos a tener tan pocas cosas en común o tantas miserias en medio que conviertan una relación en un lastre insoportable.

Cuando pensar que tienes que estar con alguien se te hace bola y se te ocurren un millón de cosas mejores que hacer que estar con esa persona, como depilarte las ingles a la cera o ir a visitar a tu tía abuela con demencia senil, va llegando el momento de dejar ir a esa persona. Lo malo es cuando una lo sabe pero la otra no, y no se quiere ir. Y se convierte en un problema.

Porque, seamos francos, no es agradable andar buscando siempre excusas para no ver a esa persona que es posible que no te haya hecho nada. Quiero decir, quizás sea, simplemente, porque los dos seres humanos que antes difrutaban pasando el tiempo junto han cambiado de manera incompatible y para uno, o para ambos, ya no es satisfactorio estar juntos ni relacionarse. Pero si el otro ser humano no tiene esta manera de ver las cosas es posible que necesite una respuesta, una explicación, un algo, que el otro no puede/quiere dar... sí, es un problema, es una putada tener que enfrentarse a esta situación. Yo no quiero enfrentarme a eso. Es más, me voy haciendo mayor y cada vez lo soporto menos.

Hoy he recibido un mensaje: "(...) y me gustaría quedar contigo para hablar de nuestra relación" y, en eso mismo momento, me he acordado de tantas veces que me han echado en cara ser despegá, fría, demasiado independiente, mala amiga... Y me he dado cuenta de que esa relación había terminado para mí.

No sé si soy buena o mala compañera de viaje pero, ya digo, no me importa. Porque sé lo que no quiero. Y no quiero hablar de nuestra relación cuando ambas sabemos que se ha acabado.

martes, 22 de noviembre de 2011

Hombres casados que se la pegan a sus mujeres (reloaded)

Siendo purista, tendría que decir que hay tantos tipos de amantes casados como casados que se la pegan a sus mujeres pero no me pagan para ser purista (¿?). Además, hacer un post de todos los hombres casados que se la pegan a sus mujeres (de ahora en adelante HCPM) que conozco bíblicamente sería largo. La fidelidad ya no es lo que era.

Así que, bajo la premisa de mi subjetividad, existen las siguientes categorías de HCPM:
- el inocente;
- el caballero;
- el verdugo;
- el desatascador;
- el súper papá;
- el mentiroso;
- el Rey; y
- el temeroso de Dios.


EL INOCENTE

Es el que jura y perjura que "nunca había hecho esto", que se siente fatal por lo que está haciendo a su mujer, que se autoconvence de que has sido tú, mujer pérfida y despiadada, la que has ido a por él, usando tus malas artes de bruja, para llevártelo al huerto. Él no quería, intentó resistirse, pero no pudo porque le embrujaste, zorra, con tu escote provocativo y tu pose sensual. Con lo que él quiere a su mujer...

La primera noche se levanta rápidamente de la cama, se viste y se va, con la excusa de que se le ha hecho muy tarde. Si vuelve a llamar, tarda un mes o así y lo hace con la excusa de "saber cómo estás".

Al principio lo del pobrecito inocente quizás cuela un poco pero cuando pasan los meses y sigue llamando para provocar encuentros furtivos... tate, aquí hay tomate. O su amor conyugal no es tan fuerte como manifiesta o es que follas como Dios.

Si no percibe peligro por ser descubierto se enganchará como una lapa, pero que quede siempre bien claro que eres tú la que le incitas al pecado, él es débil y no sabe decir que no.

A veces tiene su gracia porque es fácil jugar con ellos.


EL CABALLERO

Pase lo que pase, siempre es un caballero. Te trata como una reina en cualquier circunstancia: pregunta tu disponibilidad, no se queja ante una negativa, es detallista, cariñoso... Vamos, el sueño de cualquier amante. Recuerda el nombre de tu vino favorito y trae una botella cuando le invitas a cenar y dice, toooodo el tiempo, lo guapa, lo sexy y lo maravillosa que eres.

Cuando llama después de un par de semanas de no saber nada de él explica que "no quería molestar". Se puede convertir en un fantástico amigo, incluso aunque se acabe la relación sexual. Sabe tan bien como tú cuando se ha acabado todo y se retira dignamente, sin sonrojos ni escenas.

Una joya, vamos.


EL VERDUGO

En un incomprensible alarde de estupidez, proyecta su culpa y, ante cualquier manifestación de desacuerdo, suelta esa bonita sentencia de "aquí somos dos y somos igual de culpables". Ya pero es que yo no tengo ninguna obligación, no soy culpable de nada, si estoy aquí es porque quiero y es posible que ya no quiera. Estos duran poco: la culpa les corroe (sí, aún quedan) y son un coñazo. Pero ¡cuidado! son peligrosos.

Su indignación no conoce límites y si te pilla coqueteando con alguien en un pub es posible que se acerque y le cuente al susodicho cualquier burrada sobre ti, para que se aleje y que sientas lo mismo que él sintió: el rechazo. También se le conoce como "a que jode que te dejen tirada ¿eh? a qué jode", o algo así.

Tengo la intuición de que, a veces, este especimen aparece ante la sospecha (fundada o no) de haber sido engañado por su mujer. Cree el ladrón...


EL DESATASCADOR

Es el mejor, lo tiene todo muy clarito. Viene, folla y se va. Si una tiene la suerte de mantener a su ladito uno de estos durante un tiempo el sexo es la bomba.

No habla de su familia, de su trabajo o de su equipo de fútbol. No se implica y, lo más importante, no deja que tú te impliques. Ni da ni pide explicaciones. Nunca. Lo único que pide es buen rollo y disposición y, si no lo hay, no pasa nada, otro día. Sin más.

Es bueno para el ego porque sabes que no le gusta perder el tiempo y que si está contigo es porque le gusta follar contigo. Y cuando eso viene de un pililator, uf, es un gran halago.


EL SÚPER PAPÁ

A los cinco minutos de estar en tu cama te trata como si fueras su mujer, te mira a los ojos y te besa y te dice cariño ("es que es la costumbre"). No tiene reparos en hablar de su familia, su trabajo y sus cosas. Es más, no para de hablar de su familia, su trabajo y sus cosas.

Si no puede quedar no te dirá, simplemente, que no puede, no, te explicará que, comotienequerecogeralniñodelfutbolpasarseporMercadonatenderlaropatomarunacervezaconsucuñadoypasearalperro... no puede.

A la tercera vez que pise tu casa te reprenderá por tener cacharros sin fregar y si permites que la pise una quinta vez nada más entrar encenderá la tele "a ver qué ponen".

El hombre es un animal de costumbres.

Éste es caca.


EL MENTIROSO

Es de los antiguos que creen que hay que declarar amor eterno a una mujer para tener sexo y que, cuanto más amor declaren, más y mejor sexo tendrán.

Dice que se ha enamorado, que te quiere, que quiere estar contigo, dejarlo todo por ti. Cuando le dices que no es pa tanto, que sólo querías pegar un polvo, te dice que no te das cuenta pero que estáis hechos el uno para el otro, que tiene que ser amor porque, si no, ¿cómo es posible que sea tan perfecto?. Hombre, perfecto-perfecto, lo que se dice perfecto... no es.

Ante el temor de que se acabe lo que para él es la bomba (véte a saber lo que tiene en casa) jura que será perfecto... algún día. Dejará a su familia para estar contigo pero necesita tiempo, todo es muy complicado. Que no hace falta que te des prisa, hombre, piénsatelo bien, que es una decisión muy seria.

Y lo piensa, lo piensa, lo piensa... mientras te jura que te quiere. Tiene un niño, se compra un perro, un adosado, su suegra va a vivir con ellos... pero siempre es cosa de su mujer, que toma decisiones mientras él sigue pensando. Con esta tontería se puede tirar años. Si de verdad estuviera esperando algo tendría un vestido de Pronovias de la Colección Winter del 2000 colgando en un armario.

Tiene cierta tendencia al melodrama.

Este, también caca.


EL REY

Su graciosa majestad está contigo por que sí, because I worth it. ¿Qué pasa, algún problema?. Le gusta estar contigo, follar contigo, reír contigo y todas esas cosas pero ni de coña se le pasa por la cabeza dejar a su familia, que le va estupendamente, gracias.

Sin complejos, habla de su mujer, de sus visitas al médico, de su trabajo, de tu pareja o de la tía que se tiró la semana pasada en Oviedo tranquilamente, como si estuviera hablando con su mejor amigo, y luego folla contigo.

Se cepilla a todo lo que se mueve pero sólo tiene una amante que, además, le dura años (y años).

Está involucrado emocionalmente y sabe que su amante también lo está pero nunca hablan de ello, da mal rollo.

Este es el peor.

Bueno, no.

EL TEMEROSO DE DIOS

Nueva adquisición.

Resulta que es verdad que eres la primera con la que se la pega a su mujer y tiene tanto miedo de que le pillen que cierra por dentro con llave en tu casa "por si viene alguien" y mira de vez en cuando por la ventana, en busca del señor con gabardina y sombrero que seguro, seguro, que le persigue para contarle a su legítima que se folla a otra.

No te manda mensajes ni te llama desde su móvil para no dejar rastro de la infidelidad. Es más, es capaz de comprarse otro móvil para hablar contigo. Truestory.

Al principio la paranoia es hasta graciosa pero, amiga, te cansarás pronto de tener que ir en taxi a los sitios para que nadie os vea juntos por la calle. Y todo acabará el día que te lo encuentres por la calle con su esposa y ni siquiera te salude.

Disfrútalo las tres primeras veces. La cuarta, mándale a cagar.


(Publicado el 15 de agosto de 2009)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Gritijits for la Fle

Hay canciones imprescindibles: son esas que siempre tienen que sonar en las fiestas pa jartarse de reir y de bailar. Algunas una nunca se las pondría en casa mientras hace la cena pero se emociona hasta el éxtasis santateresiano cuando suena por ahí y se ha tomao unas copichuelas, I mean.

Atendiendo a la solicitud de la Fle, paso a elaborar una listita orientativa de TEMAZOS IMPRESCINDIBLES que nunca deben faltar en una fiesta. Se admiten sugerencias.

Spanish revival powa
En este apartado, Eurovisión es un filón casi inagotable. Muy fan. MUY FAN.
- Paloma San Basilio y Juntos. No se puede tener más caspa.
- El muerto vivo, de Peret.
- Luis Aguilé, porque todos estamos de acuerdo en que es una lata, el trabajar.
- Las flechas del HAMOR, de Karina.Y otras.
- Raphael. JRANDE (Sil, que te quiero). Yo apuesto por Mi gran noche y su versión de Aquarius.
- María Jiménez, con Se acabó
- Soy un truhán, soy un señor, de Julio Iglesias y cierra España.
- Marisol. En una fiesta no puede faltar el corazón contento.
- Testoy amando locamenti, de Las Grecas. Pobres.
- Baccara, Yes sir I can boogie. Frikismo a tope.
- Camilo Sexto. IMPRESCINDIBLE SIEMPRE: Vivir así es morir de amor.
- Desde que llegaste sólo vivo cantando HEY, de Salomé.
- Vete, de Los Amaya.
- La de si todo el mundo cantara esta canción laralalala... de Betty Missiego.Ya digo, Eurovisión es un filón.

Spanish powa rait nao
- Aire aaa, de Pedro Marín.
- Ya en Siniestro Total, bailaré sobre tu tumba.
- Los Sencillos. Qué bonito es.
- Hago Chas y aparezco a tu lado, de Alex y Cristina.
- Comeranas, de Seguridad Social.
- Cuando tú vas, de Chenoa.
- Porque Peor Imposible, debajo de una sombrilla.
- Desátame, Mónica Naranjo, le suelta el pelo a cualquiera.
- Don Diablo, de Miguel Bosé.
- En el campito, de O'Funkillo. Turuntuntuntuntuntuntun... ESE BAJO 
- El Exorcismo de Luixi Toledo. 
- El chaval de la Peca. Marc Parrot está muy guay pero a mí me molan sus versiones de Libre y de Abanibi, aboebe, que vete a saber qué leches quiere decir.
- Malena Gracia, Loca es TOTAL.
- Tonino Carotone. Me cago en el amor. ¿Pa qué más?
- Tamara/Yurema/Ámbar/comocoñosellameahora, pero con No cambie.
- Fui a la orilla del ríoo, y ví questabas mu solaa, ví que te habías dormiooo...
- Pavo Real, de El Puma.
- Pimpinela y su Pega la vuelta. Grandes momentos karaokianos. 
- Los Petersellers, con el Superdiscochino. Mola.
- La Casa Azul, que son Superguays.
- La Terremoto de Alcorcón. Ese time goes bay con Loli... es mucho.
- La Fundación Toni Manero. Yo las pondría todas en algún momento de la noche.
- Los Fresones Rebeldes son muy risibles.

Dancing internacional
- Adriano Celentano, con Azzurro, que es una risa.
- Al Bano y Romina Power, que es que será porque te amo.
- Barbra Streissand y Donna Summer (BARBRA STREISSAND Y DONNA SUMMER) con Enogh is enough.
- Barry White, con My first, my last, my everything
- Elton John está genial con Don't Go Breaking My Heart.
- Georgie Dann. Aunque sea por lo que dura, que es que este hombre no se muere nunca.
- I will survive. Es que a mi, Gloria, me pone.
- Last dance, de Donna Summer. Uf.
- Mika. Big girls (jijiji) y Grace Kelly son muy de dancing.
- Scissor Sisters, con I don't feel like dancing.
- I'm a believer, de Smash Mouth.

Y así, un millón de canciones de disco music. O un trillón.

Total look
- ABBA, especialmente Waterloo
- Alaska y Dinarama, Alaska y Pegamoides, Alaska y Fangoria... ALASKA.
- Bee Gees, con esas voces de llevar siempre slips apretadísimos, tienen que aparecer. Sí o sí.
- Bonnie M. Estos tienen de tó, desde el insufrible Feliz Navidad narananananana, pasando por los Rivers de Babylon (aunque yo para esta soy MUY FAN de la versión de Quimy Portet) a Daddy Cool.
- El Tigre de Wales. Delilah y It's not unusual, Carlton Banks' way.
- Village People. A estos los pones y la peña lanza la sobaquera al aire sin pudor. YMCA o In the navy, lo petan.

Y todos sabemos que las canciones de series de dibujos de los 80 tiran mucho (depende de las edades, claro).

Y hay más, claro, pero me voy a esperar a ver qué le parece a la Fle la listita pa ir tirando. Ya me pondré con los villancicos.

Les dejo con mi video musical favorito EVER. Lo he visto tantas veces que hasta me sé la coreografía.


¿Se les ocurre alguna más? ¡Seguro!

martes, 15 de noviembre de 2011

Herido de muerte

Querida Gordi,

Lo sé. Sé que me estás matando. Bueno, igual no es eso, exactamente. Me estás dejando morir. Poco a poco.

El primer golpe mortal me lo diste hace algo más de un año, cuando fuiste descubierta por primera y segunda vez. No valía con una, no, tenían que ser DOS VECES. Sé que después de un primer momento de pánico intentaste sobreponerte. Lo sé. Intentante superarlo tras las medidas de urgencia. me cerraste a cal y canto; me borraste enterito, como si nunca hubiera existido. Te lo perdoné porque pensé que seguirías siendo tú. Pero me equivoqué. Has sido otra.

La mudanza virtual fue rápida pero no indolora. Fue duro cambiar de casa, de nombre, de ambiente. Y... no te esfuerces en explicarte, sigues sin saber por qué lo hiciste ¿a que no? Y mientras buscabas excusas que te sirvieran, seguías escribiendo... pero ya no era lo mismo. Yo lo notaba. Todos lo notaban.

Del segundo golpe mortal hace poco más de un mes. Volviste a dejarme en el chasis, hueco, sin contenido. Sin identidad. Esta vez no te has mudado pero sólo porque sabes que no sirve para nada, que siempre hay alguien que acaba encontrando lo que busca. Se les llama perseverantes. Yo los llamaría tocapel... otra cosa, pero eso es otra historia.

Ahora que sé que no vas a seguir siendo tú, la Gordi con la que camino desde hace tanto tiempo, no sé si quiero seguir dándote excusas para que vengas a hacerme cosquillas en la espalda por las noches. Porque no vas a seguir siendo tú, lo noto. Todos lo notan.

Y no sé qué más decirte, Gordi de mis entrelíneas, para que no me dejes morir.

Bueno, sí, sí lo sé: no lo hagas. Yo no lo haría.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Traductor simultáneo

- Hola. ¿Estabas despierta? ¿Es muy tarde?
Tenía ganas de hablar contigo.

- Hola.
Estoy jodidísimo, necesito hablar contigo.

- No te preocupes, ya voy cenado.
Para cenar unas rosquilletas en tu casa ya ceno yo algo de verdad por ahí.

- ¿No tienes calor?
Bajo este edredón podrías criar pollitos. Muchos.

- ¿Pero esa no te caía mal?
Vengaaaa, que esta semana sólo puedo esa noche, vaaaa, desquedaaaa...

- No me creo que no tengas más cerveza.
Si sabías que iba a venir podías haber ido al súper, jo.

- Y dices que a ti la luz no te molesta para dormir...
Por el amor de Thor ¡baja la persiana!

- ¿Puedo quedarme este fin de semana contigo? Quien dice este finde dice unos días.
Creo que me estoy separando.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Patidora selectiva

- Hola, soy Gordi y soy patidora selectiva.
- ¡Te queremos, Gordi!
- Gracias, gracias, pero no deberíais porque... ¿perdona, que no sabes que significa esto? A ver...

Sí, lo sé, patidora no existe en castellano. Es una palabra muy valenciana que no tiene traducción exacta. Sería algo así como padecedora, la persona que se preocupa por todo, por cosas que igual no debería preocuparse porque no le tocan o no se puede hacer nada para cambiar, pero, oyes, una padece. DE VERDAD.

Y soy patidora selectiva porque me preocupo mucho por algunas cosas y muy poco por otras, con un criterio algo errático. Por ejemplo, me la pela totalmente cualquier cosa que le pase a la hijadeputa de mi trabajo, por grave que sea (y lo es) y me muero de dolor por cualquier cosa que le pase a alguien a quien quiero mucho, aunque sea algo más o menos chorra (que no lo es tanto, vamos, que si no no padecería).

El caso es que ser patidora selectiva es una putada. En cualquier momento, una llamada de alguno de mis hermanos puede hundirme en la miseria, quitarme el sueño y dejarme p'al arrastre, con ganas de morir o no seguir viviendo. Y luego, cuando la cosa se arregla, se me queda un regustillo ahí, como tonto, de pensar "anda, que... y tú a puntito de cortarte las venas por esto que se ha solucionado en un plis". Así que a veces me callo els meus patiments*, pa no dar más la murga y que me llamen nenaza y maruja.

Y así me va, a base de Álmax. Porque ser patidora selectiva es muy duro. Una tiene que poner cara de póker cuando pasan cosas a su alrededor que se la chuflan para que no le digan hasta del mal que se tiene que morir por insensible y también tiene que poner cara de tal cuando se muere por dentro y le pega al diazepam cosa fina, pero no quiere que se sepa.

Y lo peor es que ser patidora selectiva tiene daños colaterales MUY CHUNGOS: hay gente que cree que, encima, una es hijadeputa.

Que sí, encerio, porque, a ver, ¿qué es lo que se dice quienes somos así, eh? "Mujer, no padezcas, no es para tanto" Y, claro, la cantidad de gente que pasa a la categoría de odiable y prescindible se incrementa exponencialmente. Y eso no nos beneficia, sobre todo si somos unos bocachanclas y no callamos ni bajo el agua.

Porque a mí, lo que me sale cuando me dicen eso de "Mujer, no padezcas, no es para tanto, si me pasara a mí yo no me preocuparía", lo que me sale contestar es "Es que si te pasara a ti yo tampoco me preocuparía".

Y aquí, una padeciendo.

* Mis padecimientos.

martes, 1 de noviembre de 2011

La historia se repite

Ya lo he contado. Lo he contado muchas veces. He hablado de desamor, de dolor, de decepción, de cómo he deseado morir a menudo y de que no me han tenido que enterrar porque no me he muerto. Porque de amor no se muere nadie, ¿no?

He hablado de su barriguita, de su pelo rizado, de su sonrisa y de cuánto me gustaba verle dormir. He contado cómo le conocí y cómo determinó parte de mi mi vida, como tantas otras cosas que nos pasan. He explicado desde cuándo, por qué, por qué no, a qué santo, que sobreviví, que me hundí, que aprendí a nadar, que volví a hundirme muchas veces. He escrito hasta el aburrimiento sobre cuán enamorada estaba y cuánto sufría por amor. Hasta el aburrimiento. ¿Les aburrí? Yo sí me aburrí a veces. Creo.

He contado cuánto he llorado y quizás alguien se dio cuenta de cuándo dejé de llorar. Es posible que no se lo crean pero, sí, lo conté todo. Bueno, casi todo.

Hasta que dejé de contar. Él se fue. Y, de repente, yo me quedé en la gloria.

Ha vuelto. Y estoy preparada.

(Publicado el 1/11/2010. Y me da miedo)