Creo que lo que nos jode de la traición es que amenudo se interpone entre nuestros deseos y la realidad.
Alguien nos traiciona cuando hace algo que no esperamos y trunca nuestras expectativas sobre algo. Da igual sobre lo que sea, lo que nos jode es que las cosas no salen como deseamos y volcamos toda nuestra ira en quien ha hecho que no se cumplan nuestros deseos.
Hay de quién no da especial importancia a la traición, gente que las supera una y otra vez con no sé qué receta, una mezcla de optimismo, fe en la humanidad y buenrollismo que yo, sinceramente, no entiendo. Y que a veces me toca las narices que es una barbaridá.
Y luego están los Mister Scrooge, los pitufos gruñones, como yo, que no olvidamos ni perdonamos la traición. Ni las grandes ni las pequeñas, ninguna. Y las convertimos en rencor y resentimiento extremo, sin medida.
Vamos por la vida guardando ese rencor en un cajoncito que parece no tener fin y que, de vez en cuando, deja salir un tufillo amargo que nos da un ardor de estómago del cáguense. De ahí que los rencorosos sean los mejores amigos del Álmax.
No se me equivoquen, ese cajoncito no está tan mal. Además del rencor y el resentimiento tiene espacio también para la mala hostia y, qué quieren, es muy útil para muchas cosas. Es más, los rencorosos somos los únicos seres humanos que tenemos ese cajoncito y viene muy bien para guardar las cosas que nos molestan en las manos de normal: la ira, el mal humor, las ganas de matar, las ganas de morir... tó lo chungo que llevamos dentro.
Que no es que me sienta especialmente orgullosa de ser rencorosa, qué va. Es una putada como un camión. Un putadón, que dicen. A menudo me paso tanto de rosca con el objeto de mi ira que luego me da la vergüenza de la muerte y soy incapaz de volver a acercarme a esa persona. Y nos perdemos. Pero tiendo a pensar que es un precio relativamente pequeño que me entrena para la próxima traición.
Porque, recuerden, siempre hay una próxima.
Ante una traición ni adopto la postura tipo "la-vida-es-un-cuento-de-hadas,-el-ser-humano-es-taaaaan-bueno"; ni soy rencorosa. Simplemente práctica: envío al traidor al Reino del Olvido; donde no me hagan daño ni sus posibles posteriores traiciones, ni el recuerdo de lo que ha hecho (que lo tomar permanentemente "Almax", con el gusto ese a yeso que tiene... no sé yo...)
ResponderEliminarSi algo o alguien te importa, da por seguro que si te hacen la putadita el rencor va a aflorar. No me creo éso de que "Yo no se lo tengo en cuenta", si es así es que pasas olímpicamente del tema en cuestión. He dicho.
ResponderEliminarY Marido diciéndome que soy una rencorosa de cojones cuando él se zumba los Almax de 10 en 10... cuadrados hay que tenerlos
muy bueno!me encantó el post de ayer!!!!refleja perfectamente el mundo blog!
ResponderEliminarPues yo nunca he tomado Álmax. Y prefiero no hacerlo.
ResponderEliminarYo creo que tengo altos mis niveles de rencores, pero creo que mis niveles de perrez lo superan y se me quitan las ganas de seguir rencoreando.
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